¿Año de nones, año de dones? En México, hasta las consejas populares han dejado su domicilio.

2017 nos dejan para el arrastre: El Banco de México anuncia que el indicador de inflación cerrará por encima de 6.63 por ciento. Dicho en términos pesimistas, más de 100 por ciento más que el estimado en los Criterios de Política Económica presentados en septiembre de 2016.

Los especialistas en la materia catalogaban antaño la inflación como el impuesto oculto sobre los pobres; esto es, sobre la clase trabajadora.

Según los datos más calientes, México terminará el año con un balance deficitario en su balanza comercial: Casi 11 mil millones de dólares más en el costo de sus importaciones que el valor de sus exportaciones.

No es un dato menor: A pesar de la recurrente inyección de divisas extranjeras al mercado interno del dinero, el dólar sigue arrastrando al peso: 20 pesitos por cada billete verde unitario.

Faltan los remesones del TLCAN y de la reforma fiscal del Trump

La deuda pública termina el 17 con otro “máximo histórico”: Diez billones de pesos… y contando. ¿Quién sabe cómo ande la solvencia de la Tesorería de la Federación?

Y todavía faltan los remesones finales de la revisión-extinción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de la reforma fiscal sacada airosamente por Donald Trump.

¡Aguas! Dice la conseja popular que año de pares, año de males. Ese es 2018, año de sucesión presidencial. El que sepa rezar, que rece. Algo puede salir de la justicia inmanente. A ese grado hemos llegado cuando se dio por abolida la Justicia social.

Mouris Salloum George

Mouris Salloum George: Director del Club de Periodistas de México A.C.