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Grecia: La lucha contra la deuda odiosa e ilegítima
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Global Research, agosto 17, 2017
CADTM 14 August, 2017
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Es con gran felicidad y por mi deber histórico que acepté escribir el prefacio de la recopilación de artículos de Eric Toussaint, libro publicado en griego en 2017, por RedProjet. Mi colaboración con Eric Toussaint, desde febrero de 2015 y los primeros días de mi mandato como Presidenta del Parlamento griego, hasta el momento en que redacto estas líneas, en julio de 2017, constituye para mi un honor y una experiencia muy valiosa.

En este período histórico donde todo es extremadamente inestable, donde la democracia y la voluntad popular expresada en el referéndum del 5 de julio de 2015 fueron violentamente pisoteadas, donde los compromisos políticos del Gobierno fueron violados con cinismo y donde todas las garantíasfundamentales de la libertad y prosperidad del pueblo son cuestionadas, en este período histórico donde el régimen de los memorandos y de la deudocracia se imponen con violencia, Eric Toussaint es un modelo de coherencia, de trabajo infatigable y de desinterés al servicio de ideales, de principios y de valores superiores ligados a la defensa de los seres humanos y de nuestra dignidad, a la recuperación de la ciudadanía y de los derechos del pueblo griego. Es un verdadero aliado del pueblo griego en la lucha por su liberación. Un aliado que no se rinde, que no arría su bandera, y que combate constantemente para revelar la verdad sobre la Deuda de Grecia y para la emancipación de los ciudadanos, con las armas de la información, del saber y de la desobediencia.

Sus artículos, recogidos en la presente edición, son una muestra pequeña pero característica del largo trabajo realizado por Eric Toussaint sobre la historia de la deuda y de los mecanismos que permitieron que se impusiera en Grecia. Una historia que se remonta a los primeros años de la Guerra de la Independencia, hace ya dos siglos (http://www.cadtm.org/Grecia-nacio-con-una-deuda-odiosa , http://www.cadtm.org/Grecia-La-continuidad-de-la ). Se trata también de una muestra característica de los profundos conocimientos de la historia, de la política y de la experiencia revolucionaria de otros países y de otros pueblos (América Latinahttp://www.cadtm.org/La-deuda-y-el-libre-comercio-como, el mundo árabehttp://www.cadtm.org/La-deuda-como-instrumento-para-la , http://www.cadtm.org/Francia-se-apodero-de-Tunez-usando entre otros), que fueron transformados en víctimas por el arma del sometimiento, la deuda, pero que también resistieron a esa imposición. En este libro, el análisis histórico es utilizado para comprender la realidad contemporánea y desvelar los acontecimientos que determinan el destino de los pueblos.

De manera activa, por las acciones y por la práctica, Eric Toussaint escribe y actúa para forjar las condiciones que permitirán eliminar el yugo económico-político de los memorandos y del sistema deuda. Transmite sus conocimientos con el talento que caracteriza al verdadero maestro, aquel que divulga el saber y se dirige al ciudadano como participante total de la lucha histórica que las actuales generaciones están llamadas a librar.

La importancia de los artículos y de toda la obra de Eric Toussaint es muy grande, ya que su propio contenido constituye un saber valioso y necesario para que los ciudadanos sean conscientes del momento histórico y político a partir del cual deben actuar. Pero es debido también a la propia persona de Eric Toussaint y a su contribución decisiva a la preparación de la lucha de nuestro pueblo para reivindicar su libertad.

El valor de esta obra reside precisamente en su contenido vivo, que puede por sí solo despertar y provocar una reacción contra el conjunto del plan estratégico del Régimen. Un plan que tiene por objetivo instaurar la decepción, el desaliento y la renuncia a un pueblo que, sin embrago, quiere reconquistar su propia historia, su vida y su porvenir.

Un valor tanto más grande si recordamos que los artículos publicados en esta obra son solamente una pequeña parte de los que Eric Toussaint es autor, y de sus intervenciones públicas de estos últimos años, tanto sobre la deuda de Grecia como sobre el Sistema-deuda en general. Y más aún, si pensamos que viaja desde hace décadas por el mundo, en apoyo a los pueblos que necesitan oponerse y resistir a sus tiranos económicos y políticos. Si pensamos en el hecho de que, desde fines de septiembre de 2015, no sólo no abandonó a los griegos ni a Grecia sino que aceptó seguir trabajando para la auditoría de la Deuda del país. Prosiguió con su contribución a la Comisión para la Verdad sobre la Deuda pública, transformada en asociación, después de haber sido el objetivo a destruir del gobierno pro memorando de Tsipras II.

En los artículos seleccionados, Eric trata de manera sistemática la historia, analizando el recorrido del sistema de la deuda en Grecia, desde la Guerra de la Independencia hasta nuestros días. Consigna los acontecimientos históricos contemporáneos y los analiza, señala las llamativas similitudes y analogías en la actividad de los acreedores en Grecia, desde hace dos siglos, por medio de la puesta bajo tutela del país por las potencias extranjeras y de la implicación especulativa de los bancos y los banqueros. Finalmente, formula las propuestas y las soluciones. Soluciones que pasan por los ciudadanos y los gobiernos que éstos apoyarán para poner en marcha programas políticos radicales de liberación social.

Lo que no se dice en los artículos seleccionados es el papel del propio Eric Toussaint en la formación de la historia, mediante su valioso trabajo como Coordinador científico de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda pública, por el descifrado y la deslegitimación de la deuda impuesta a nuestro pueblo y a nuestro país.

Por lo tanto, es sobre ese papel histórico de Eric Toussaint, durante nuestra colaboración, desde febrero de 2015 hasta ahora, y especialmente durante el período crítico de febrero a septiembre de 2015, que yo emprenderé la tarea de destacar en las páginas siguientes.

Creo que es mi deber.

Puesto que Eric Toussaint no es un observador de la historia, sino un transformador activo de la misma.

En 2015, con la formación de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda pública, nos comprometimos juntos en una batalla histórica que todavía no ha acabado, que es importante documentar y proseguir hasta su fin.

Hablaré aquí de la historia de la Comisión del Parlamento griego para la Verdad sobre Deuda pública y del papel central de Eric Toussaint. Hablaré de las condiciones en las que comenzó esta empresa histórica de la primera comisión institucional, hasta este momento, de la auditoría de la deuda de un Estado miembro de la Unión Europea

Eso permitirá agregar una pieza necesaria al valioso mosaico de los artículos del autor, concernientes al mismo.

Zoé Konstantopoulou

PARA LA HISTORIA: MI ENCUENTRO CON ÉRIC TOUSSAINT Y LA CREACIÓN DE LA COMSIÓN PARA LA VERDAD SOBRE LA DEUDA

En febrero de 2015, el teléfono especial de la Presidenta del Parlamento sonó. Era un ministro del Gobierno de ese momento.

«Zoe, Eric Toussaint está aquí. Estamos hablando y querría visitarte para hablar también contigo.»

«Dile que venga a mi despacho hoy mismo. Yo también lo buscaba.»

El vivo recuerdo que tenía de Eric Toussaint, al que no conocía personalmente, se remontaba al gran festival de la juventud de Syriza, en octubre de 2012, cuando el partido se convirtió en el primero de la oposición, y que el futuro se abría ante él. Eric había pronunciado un encendido discurso (http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=8463) y el público lo aclamó.

Eric no se acuerda para nada, como me lo confesó más tarde, ya que estaba particularmente entristecido: ese mismo día, había constatado que Tsipras comenzaba a dar marcha atrás a sus compromisos sobre la auditoría y la anulación de la deuda, cosa que la mayoría de nosotros, que no participamos en la traición que vendría tardamos, desgraciadamente, mucho tiempo en darnos cuenta.

En mi discurso de apertura como Presidenta del Parlamento, el 6 de febrero de 2015, inmediatamente después de mi elección, había anunciado que el Parlamento iba a contribuir activamente a la auditoría y a la anulación de la deuda.

En la primera reunión del grupo parlamentario después de esa sesión, el diputado de los ecologistas preguntó, muy angustiado, si «estaba permitido decir semejantes cosas en plena negociación, mientras el Primer ministro y el ministro de Finanzas no utilizaban en absoluto esas palabras.» Entonces le respondí que era el programa sobre el que nosotros habíamos sido elegidos y que no solamente lo teníamos que decir sino también hacerlo. Nadie osó contradecirme. De todas maneras, ya estaba claro que el propio gobierno no emprendería ninguna iniciativa que concerniese una auditoría o una anulación de la deuda y que el grupo parlamentario se mantenía impotente frente a los acontecimientos.

Rápidamente se vio que una iniciativa como esa debía apoyarse en las personas que dispusieran de los conocimientos necesarios y que también tuvieran una experiencia análoga en el campo de la auditoría de la deuda y del rechazo de las deudas odiosas e ilegítimas. Eric Toussaint era evidentemente la figura emblemática de esta lucha que
sostenía con fervor, por sus intervenciones públicas y sus visitas a Grecia, que la deuda debía ser auditada y que, en la medida de que se demostrara que era odiosa, ilegal ilegítima y/o insostenible, debía ser anulada. Una posición perfectamente de acuerdo con el derecho internacional, la protección internacional de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional.

16 de febrero de 2015, mi primer encuentro con Eric Toussaint

Nuestro primer encuentro no duró mucho. Conocía su valiosa experiencia y su contribución a la auditoría de la deuda y, especialmente, su participación en la Comisión de auditoría de la deuda de Ecuador. Estaba claro para mí que se trataba de la persona que, durante décadas, había contribuido, desinteresadamente, a revelar el mecanismo de sometimiento de los pueblos mediante la deuda y a luchar para liberar a los pueblos y a los ciudadanos del yugo de la deuda ilegítima. Quería que me hablara de su experiencia y todo lo que me dijo fue especialmente clarificador para mí.

Así que le pregunté si estaría dispuesto a emprender la auditoría de la deuda griega por cuenta del Parlamento helénico y si podía quedarse en Grecia para que nos pudiéramos encontrar una semana más tarde con el propósito de discutir la modalidad de esa auditoría. Me respondió afirmativamente a esas dos preguntas. Por lo tanto, pedí que fuera publicado de inmediato en un boletín de prensa del Parlamento lo concerniente a mi encuentro con Eric Toussaint, con el fin de lanzar este mensaje: avanzamos hacia la realización de nuestros compromisos.

Hacia la instauración de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda pública

Los días siguientes fueron tensos y dramáticos. La elección del Presidente de la República, el 18 de febrero de 2015. Comunicación del acuerdo del 20 de febrero de 2015. Al conocer por los medios de comunicación el contenido de ese acuerdo del 20 de febrero sentí que se me caía el mundo encima: ese acuerdo contenía ¡el reconocimiento de la deuda y el compromiso de la responsabilidad de su pago! Pedí ver a Tsipras inmediatamente. Lo vi al día siguiente, el 21 de febrero, en su despacho del Parlamento, justo después de la reunión del Consejo. Flambouraris esperaba afuera, entrando y saliendo constantemente y presionando para salir rápido hacia Egina.

Le dije a Tsipras que ese acuerdo era un memorando y debíamos sacárnoslo de encima lo más pronto posible. Debíamos revocar inmediatamente la fórmula correspondiente a la deuda, por medio de comunicaciones oficiales para todos los actores. Se debía seguir una estrategia precisa. Se debía realizar una auditoría de la deuda. Actuar con respecto a la deuda alemana para con Grecia debida a la invasión y ocupación nazi durante la segunda guerra mundial. Apertura del expediente Siemens y de todos los asuntos de corrupción. Tsipras se esforzaba en convencerme que el acuerdo no era un memorando. Pretendía que el reconocimiento de la deuda solo atañía a los pagos que se efectuarían en el curso de los cuatro próximos meses, y anotaba, con bochorno, algunas de mis sugerencias en su acuerdo.

Yo estaba presente cuando le explicó a Pablo Iglesias, dirigente de Podemos, que «lo que obtuvimos no es ni blanco ni negro, pero conseguimos el gris.»

Me fui de la reunión después de haberle anunciado que comenzaría de inmediato el proceso de la auditoría de la deuda en el Parlamento, y constituiría la Comisión para las deudas alemanas, después de haber obtenido su consentimiento.

Algunos días más tarde, me encontré de nuevo con Eric.

Estaba abatido y preocupado

Comencé a hablarle de la comisión que se tendría que poner en marcha para llevar a cabo la auditoría de la deuda. Le dije que pensaba en una comisión conforme a una disposición especial del reglamento del Parlamento que permitía al Presidente de la Asamblea a constituir comisiones compuestas por personas extraparlamentarias y cuyo objeto fueran cuestiones que no eran tratadas como asuntos corrientes del Parlamento. Le expliqué que pensaba que esta comisión debería ser una comisión internacional y nacional, compuesta por científicos y ciudadanos, cuyo mandato sería claramente el de descifrar las condiciones en las que la deuda pública griega se inició y aumentó desmesuradamente, y elaborar un argumentario que permitiera denunciar cualquier parte de la deuda que fuera juzgada ilegal, odiosa e insostenible. Fue positivo pero reservado.

«Veo que algo te preocupa. Quiero que lo hablemos con franqueza», le dije.

«Zoe, estoy muy angustiado. ¿Cuál est tu posición sobre el acuerdo del 20 de febrero?»

«Eric, considero que ese acuerdo es una verdadera afrenta. Se lo dije al Primer ministro y le informé sobre mi intención de emprender iniciativas para revertir ese acuerdo y me dio su consentimiento. La Comisión de auditoría de la deuda de la que te propongo como coordinador científico es una iniciativa crucial en ese sentido.»

Todavía me miraba con aire escrutador.

« En cuanto a lo que te preocupa, según lo que entiendo, esto es lo que te tengo que decir: previne formalmente al Primer ministro de no presentar ese acuerdo al Parlamento.» Repetí lo mismo en la reunión del grupo parlamentario en los siguientes días. Durante la votación que se realizó dentro del grupo, el 25 de febrero, voté NO al texto del acuerdo, que encendió la mecha y me convertí en una diana. «Lo que te tengo que decir es que si, a pesar de todo, ese acuerdo se presenta en el Parlamento, yo no lo votaré.»

Se iluminó su rostro, parecía aliviado. Pero veía que todavía estaba preocupado por la evolución global, pero lo importante para Eric era saber que podía contar con nuestro entendimiento. Mucho después, me confirmó que se había tratado de un momento determinante ya que había comprendido que la persona que le pedía ese compromiso y su implicación en esa lucha frontal contra los mecanismos de sometimiento tenía claro llegar hasta el fin de lo que decía.

Y fue así como todo comenzó.

«Quiero que asumas el puesto de Coordinador Científico de la Comisión y que me digas qué esperas de mí» le dije.

«Eres tú la que tiene que presidir la Comisión y sus trabajos para garantizar que todo pueda ser realizado sin obstáculos» me contestó.

Y así fue como nació la primera y única comisión constitucional de auditoría de la deuda sobre suelo europeo hasta ahora.

Simple y llanamente.

Por personas de palabra.

Protestas masivas en Grecia contra el cobro de las deudas

El paso a la acción

El 17 de marzo de 2015, durante una conferencia de prensa con Eric Toussaint y Sofia Sakofara, eurodiputada que había sido invitada para que se encargara del enlace entre la Comisión y el Parlamento Europeo y los Parlamentos de los Estados miembros de la Unión, anunciamos la constitución y composición de una comisión especial del Parlamento para realizar la auditoría de la deuda (http://www.cadtm.org/Lanzamiento-de-la-comision-de-la). La Comisión sería internacional, compuesta por científicos extranjeros y griegos, miembros de los movimientos sociales y también simples ciudadanos.

Y el 4 de abril de 2015 tuvo lugar la Reunión de inauguración de la Comisión para la verdad sobre la deuda pública, en el seno del Parlamento, en acceso libre para los ciudadanos y en transmisión directa, para toda Grecia, vía la cadena de televisión del Parlamento (http://www.cadtm.org/4-de-abril-2015-Jornada-historica).

La Comisión celebró numerosas reuniones abiertas y conferencias de prensa. Abordó los expedientes penales ligados a los memorandos. Abrió expedientes penales que llevaban casos de corrupción. Se movió en los ministerios y escuchó a testigos. Todo eso, en un período de altibajos cotidianos y en medio de un verdadero bombardeo de propaganda y denigración de la Comisión por los medios de comunicación que ponían la diana en sus miembros. Eric se convirtió en presa de la prensa amarilla que comentaba sus sandalias, su camisa verde y su cola de caballo.

Pero no se encontró a nadie que discutiera sus competencias científicas de manera argumentada. Y, contrariamente a la guerra que le hacían los medios, el pueblo griego lo acogía por doquier con entusiasmo, abrazándolo y agradeciéndole todo lo que hacía por nuestro país.

El 17 y el 18 de junio de 2015, durante una reunión pública, la Comisión publicó y presentó un informe preliminar, en el que se documentaba por qué la deuda griega es ilegal, ilegítima, odiosa e insostenible (http://www.cadtm.org/Informe-preliminar-del-Comite-de). La Comisión exponía y analizaba de manera profunda las razones por las que esta deuda, que es un instrumento de chantaje, no puede ni debe pagarse.

Ese informe fue enviado y oficialmente entregado al Presidente de la República, al Primer ministro, a todos los ministros y a los miembros del Parlamento. También fue enviado a todos los presidentes de los Parlamentos Europeos y al presidente del Parlamento Europeo y a todos los eurodiputados.

No fue utilizado por ningún actor gubernamental. Ni siquiera en el momento más crítico de las negociaciones, algunos días más tarde. Ni siquiera a la hora del ultimátum. Ni durante la semana anterior al referéndum. Ni en la semana después del referéndum que desembocó en la gran traición del 13 de julio de 2015, el día en que Tsipras se rindió ante los acreedores, aceptando completamente la deuda ilegal y sometiendo al país a las más degradantes condiciones de reembolso, cristalizadas en los prolegómenos del Tercer memorando y en el propio memorando.

Las conclusiones de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda están allí. Y respaldan plenamente al pueblo griego en su lucha para liberarse del yugo de la deuda.

Esas conclusiones son, de manera decisiva, el resultado de los esfuerzos infatigables y desinteresados y de la dedicación de Eric Toussaint en su apoyo esencial a nuestro pueblo. También se deben a la elección transparente de los colaboradores internacionales y a las personas irreprochables que contribuyeron a su elaboración. Y a la perseverancia de los miembros que querían que la Comisión para la Verdad cumpliera con su misión, a pesar de la propaganda, digna de Goebbels, de la que fue objeto desde su constitución.

Para evitar que esa Comisión —así como otras comisiones cruciales— prosiguiera con sus trabajos, el Parlamento fue disuelto en el mes de agosto de 2015.

Puesto que era imposible, de otra manera, evitar la existencia de un órgano institucional del Parlamento que discutiera y deconstruyera con documentos una deuda por la que fuimos sumidos en la esclavitud. Tampoco querían permitir relacionar el trabajo realizado sobre las deudas de Alemania o sobre el asunto Siemens y, en general, sobre la corrupción, gracias a los trabajos de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda. No se necesitaba que la auditoría progresara, hasta el punto en que se pudiera identificar y designar a los que estaban en el origen del sobreendeudamiento del país, y aquellos que se habían aprovechado de ese escandaloso proceso.

Incluso, después de la disolución del la Asamblea y antes de que los Parlamentarios jurasen sus cargos, la Comisión mantuvo su reunión, ya programada, a fines de septiembre de 2015. Publicó su segundo informe, que documenta el carácter ilegal de la nueva deuda ligada al Tercer memorando (http://www.cadtm.org/El-tercer-memorandum-es-tan).

Inmediatamente después de esa última reunión parlamentaria de la Comisión, nuestra acción común pasó a otro nivel. La Comisión se convirtió en el blanco privilegiado del nuevo régimen. Sus conclusiones fueron retiradas de la web del Parlamento. Luego, le quitaron sus oficinas. Se proclamó la terminación de sus trabajos. Los archivos personales y los diversos efectos de sus miembros fueron confiscados y se impidió el acceso a sus conclusiones.

Con Eric, nos lanzamos a una carrera para la información de los ciudadanos y de la comunidad internacional sobre la verdadera situación de la deuda griega, con discursos en Francia, España, América, Bélgica, Portugal, Alemania, Dinamarca. En marzo de 2016, transformamos la Comisión para la Verdad en asociación, manteniendo la composición inicial. En noviembre de 2016 se celebró la primera reunión internacional de la Comisión para la Verdad sobre la Deuda en una sala repleta del Colegio de Abogados de Atenas (https://www.diagonalperiodico.net/global/32407-grecia-comite-auditoria-la-deuda-no-se-rinde.html).

La cuestión de la deuda fue integrada en el programa de la Iniciativa paneuropea «Plan B». Al mismo tiempo, Eric transmitió la experiencia de Grecia a las colectividades locales de España, allí donde los concejales estaban preparados para emprender iniciativas radicales del mismo tipo.

La lucha continúa.

Al redactar este prefacio, deseo y espero que no se trate únicamente del prefacio de un libro sino el prólogo de las etapas futuras de un recorrido histórico, difícil pero victorioso, hacia la liberación de nuestro pueblo del Régimen de la deuda y de los memorandos.

Con Eric como compañero de ruta, combatiendo en la primera línea del frente.

Zoe Konstantopoulou

Zoe Konstantopoulou: Diputada de Syriza, es presidenta del Parlamento griego desde febrero de 2015.

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