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Alberto Fernández y los policías bonaerenses: Presión armada, respuesta racional
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Global Research, septiembre 09, 2020
Página 12
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Va primero un resumen ejecutivo escrito contrarreloj tras el discurso del presidente Alberto Fernández en Olivos, contorneado por el gobernador Axel Kicillof e intendentes conurbanos oficialistas y opositores.

* El reclamo salarial de los policías bonaerenses es razonable.

* El retraso en los sueldos se remonta lejos en el tiempo. Se ahonda durante la pandemia por estar cerradas fuentes lícitas de ingresos (adicionales por custodia en espectáculos deportivos por ejemplo). También las non sanctas. Se añaden las demandas por elementos de protección para la salud, justificadas.

* La modalidad de la medida de fuerza fue ilícita por donde se la mire. Ostentación de armas, uso de móviles de la repartición, solo para empezar.

* La movida sorprendió al gobierno provincial, falla atribuible en especial al ministro de Seguridad Sergio Berni. Como la cinchada prosigue es prematuro emitir un veredicto definitivo. Podrían redimir a Berni un milagro o una jugada maestra… no imaginamos cuál. Hasta ahora, bien entrada la noche del lunes, se le escaparon unas cuantas tortugas. Alardeó de ser un militar que conducía a otros uniformados para descalificar funcionarios nacionales o periodistas. Corrió por derecha a varios civiles, a menudo aliados políticos. Se topó con un motín de tropa, con saudades carapintadas, que no vio venir ni supo encauzar.  Mediaban anuncios y alertas en redes sociales. El método característico de la época para que se comuniquen policías usualmente jóvenes diseminados en un gran territorio que ni siquiera se conocen entre sí.

* El presidente buscó descomprimir, por dos medios. Primero, desalentando una movilización para apoyarlo.

Segundo con una oratoria disuasiva, sin hablar de castigos ni de delitos.

* La reparación económica surge de reasignar fondos coparticipables con los que el ex presidente Mauricio Macri había beneficiado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) hace más de cuatro años, por decreto. Una parte, un uno por ciento, revierte a la provincia de Buenos Aires. El reperfilamiento perjudica objetivamente a la CABA, ahondará diferencias con el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Dentro de Juntos por el Cambio, el “tibio” HRL quedó descolocado, sus rivales internos sacarán tajada.

* Kicillof deberá anunciar los aumentos cuanto antes.

* La tensión se mantiene. Policías de distintas provincias imitaron la jugada con mucha menor algarabía y virulencia. Deben desecharse teorías conspirativas. El efecto contagio se propaga en cuestión de horas en la aldea global, desde las primaveras árabes hasta las desestabilizaciones policiales. Está fresca la memoria de los levantamientos en casi toda la Argentina en 2013, durante el segundo mandato de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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La ley de la calle: “Depongan su actitud” planteó Alberto Fernández. La expresión se repitió muchas veces en nuestra historia, en medio de rebeliones, intentos de golpe, fragotes varios. Componedor el mensaje dirigido a quienes violaron las leyes, usaron autos oficiales, portaban armas de fuego. No mediaron promesas de perdón o de variantes de indulto. Pero AF evitó recargar las tintas. Primó la idea de poner fin al motín, atendiendo a los reclamos que lo originaron.

Con similar cautela Fernández pidió se dejara sin efecto la convocatoria a la Quinta de Olivos para defenderlo.

Persiste una debilidad del oficialismo, producto de su conducta racional: la calle queda a merced de sus opositores, adversarios o enemigos. Banderazos, quemas de barbijos, ahora un reclamo salarial salvaje. La disparidad signa los meses recientes y varios futuros. Distintas expresiones de la derecha se benefician poniendo en riesgo la salud o la vida de sus compatriotas. El motín agrava una tendencia que resta instrumentos democráticos al Frente de Todos.

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Frentes abiertos (part I): La contradicción principal sigue ardiendo. Habrá que esperar los anuncios concretos de Kicillof y las respuestas policiales.

Berni queda debilitado. Su renuncia es reclamada por los insurrectos a los gritos. Y por muchos oficialistas, con menos sonoridad. Cualquier definición le complica la vida a Fernández y Kicillof. Sostener a un ministro rechazado tiene sus costos. Pedirle la renuncia equivale a ceder, complaciendo reclamos “de afuera”. Cualquier definición suena insatisfactoria, en el microclima actual.

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Frentes abiertos (part II). Se saca dinero a un distrito, en beneficio de otro. Fernández recordó que la vienen conversando desde hace meses. Es verdad, tanto como que no habían llegado a un acuerdo. Si se implementa con cuidado, la reasignación pinta como lícita… no deja de ser perjudicial para la CABA y su mandatario. Rodríguez Larreta tiene jugada única: objetar la medida, enfrentarla.

Los intendentes conurbanos de JpC se benefician por la reasignación de fondos pero la fuerza de gravedad política los compele a mostrarse solidarios con HRL.

Los gobernadores de otras provincias atendieron su propio juego, varios aumentaron ayer mismo los sueldos de sus policías.

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Balance provisorio: Era imprescindible aliviar un episodio peligroso con personas armadas, fuera de sí en muchos casos. Cualquier chispa podía provocar consecuencias irreparables. Pero las soluciones responsables, pacíficas y democráticas dispuestas por el presidente no son mágicas. Persistirán rencores y se abren nuevos frentes de conflicto. Queda por discernirse valores concretos de la paritaria de prepo.

Y, last but not least, otros trabajadores públicos, sobre todos los esenciales, mirarán cuánto cobran los policías. Y estarán en su derecho de reclamar por injusticias salariales o falta de cuidado de su salud.

Mario Wainfeld

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