El eminente científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh murió en un ataque en las afueras de la capital, Teherán. Su muerte fue confirmada por el Ministerio de Defensa del País. “Desafortunadamente, el equipo médico no pudo reanimarlo, y hace unos minutos, este técnico y científico logró el alto estatus de martirio después de años de esfuerzo y lucha”, se lee en un comunicado.

Mohsen Fakhrizadeh-Mahavadi fue atacado durante un enfrentamiento armado entre sus guardaespaldas y extraños en la ciudad de Absard, en la provincia de Teherán, informó Mehr News. El ataque involucró al menos una explosión y un disparo, por lo que sabemos.

La Organización de Energía Atómica de Irán inicialmente negó las afirmaciones, y el portavoz Behrouz Kamalvandi dijo que todos los científicos nucleares estaban “a salvo”.

Según los primeros informes oficiales, Fakhrizadeh y su guardaespaldas fueron llevados con fines de un asaltante “suicida” a la entrada de Absard.

Según información aún por verificar, el científico recibió un disparo, pero antes del tiroteo, su automóvil fue bloqueada por una explosión en Mostafa Khomeini Boulevard, según la agencia de noticias IFP.

Como se informó en el periódico israelí “The Times of Sare”, “Fakhrizadeh fue nombrado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en 2018 como director del proyecto de armas nucleares iraní”.

Los medios recuerdan que “cuando Netanyahu reveló que Israel había retirado un gran archivo de material iraní detallado con su programa de armas nucleares de un almacén en Teherán”, dijo: ‘Recuerden ese nombre, Fakhrizadeh'”.

Durante años se ha sospechado que Israel lleva a cabo asesinatos selectivos de científicos iraníes. De acuerdo con no pocas análisis, todo esto sugiere que esta fue una provocación más para que Irán reaccionara provocando la intervención de Estados Unidos.

Justo el miércoles pasado el reportero Barak Ravid en Axios, citando a altos funcionarios del régimen sionista de Tel Aviv, reveló cómo el gobierno israelí había dado instrucciones a los militares para que estuvieran preparados para un posible ataque de Trump a la República Islámica, que podría centrarse en la infraestructura nuclear de Irán.

Cabe recordar que la entidad sionista de Israel estuvo a punto de tomar la decisión de atacar las instalaciones nucleares iraníes solo hace ocho años, pero los lideres militares y de seguridad rechazaron al ultimo momento este enfoque.

Numerosos círculos políticos y mediáticos han planteado la intención de los Estados Unidos de Norte America de lanzar un ataque militar contra Irán, antes de que el presidente perdedor en las elecciones Donald Trump entregue el poder al nuevo presidente, Joe Biden, y esta narrativa se fortaleció tras el cambio de secretario de Defensa de Estados Unidos, a lo que siguieron las visitas en lanzadera del secretario de Estado en la administración Trump, además de movilizar unas cuantas fuerzas de armada estadounidenses y fortalecer por lo tanto el control de esa región.

El rumbo de la actual administración estadounidense derivada de su creencia de que su política durante los últimos años ha logrado buenos resultados al restringir Teheran y asfixiarlo al endurecer el asedio a Iran, el cual afectó por cierto su economía y que por ende, esta estrategia habría dado sus frutos, según la politica de Trump, si continuaba liderando a la Union Americana. Sin embargo, su próximo sucesor de la Casa Blanca, que parece dirigirse a revivir el acuerdo nuclear anterior con Irán, hace que Trump quiera tranquilizar a sus aliados en la región árabe lanzando un ataque militar contra Irán, que puede ser una solución preventiva a la nueva politica de la administración Biden.

En el campo de la entidad sionista, se informó a altos funcionarios que el ejército israelí había recibido instrucciones en las ultimas semanas para prepararse y estar listos sobre la posibilidad de que Estados Unidos lanzara un ataque militar contra Irán antes de que Trump dejara el cargo. Las instrucciones no se emitieron, según algunos funcionarios. Así que, las próximas semanas, hasta el 20 de enero del próximo año, cuando el nuevo presidente en Estados Unidos se sentará en la Casa Blanca, van a ser muy sensibles de nuevos acontecimientos.

La entidad sionista entiende que, si Estados Unidos deciden lanzar una acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes, Tel Aviv esta consciente de no poder garantizar una victoria militar de Israel en una guerra simétrica contra Irán. El liderazgo politico de Israel estuvo a punto de tomar la decisión de atacar las instalaciones nucleares iraníes solo hace ocho años, al temer las políticas de la administración estadounidense liderada en ese momento por Obama, pero los lideres militares y de seguridad, ya sea el Mossad o el Shin Bet-Ella rechazaron este escenario. Ahora, la posición de Netanyahu por cierto no difiere de aquella posición anterior en la etapa actual, pero es cierto que teme la reacción de Irán y sus aliados en la region, especialmente de Hezbollah en el Líbano, ya que las condiciones internas de Israel no le permiten entrar en una aventura de este tipo y la arena politica es inestable, pues, cabe recordar las marcadas diferencias entre la coalición gobernante, y sobre la posibilidad de disolver la Knesset y por ende, encaminarse hacia nuevas elecciones es una opción que se ha convertido en una pesadilla para la entidad sionista, sin olvidarse la grave crisis económica e interna debida a la corrupción politica y como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, con sus efectos sobre la opinión publica.

En cuanto a los círculos de inteligencia y militares, se filtran según una narrativa relacionada con objetivos específicos, donde se considera que Irán necesita al rededor de un año para tener éxito en producir una bomba nuclear, y por lo tanto se prefiere opciones operativas de inteligencia con ataques mirados contra objetivos militares, como en el caso de atentados contra científicos o lideres políticos y militares iraníes; ya que esta opción resulta por la entidad sionista meno costosa y está lejos de entrar en un enfrentamiento militar directo con Irán, más, los organismos terroristas de Israel tienen una amplia experiencia en asesinatos selectivos de no pocos científicos iraníes en un pasado no muy lejano. Por lo tanto, resulta obvio pensar que detrás de el asesinato del jefe del programa de armas nucleares de Irán, el doctor Mohsen Fakhrizadeh, profesor de física nuclear y agente de la Guardia revolucionaria iraní, haya la presencia y dirección estratégica de Israel, ya que los círculos institucionales del Mossad y el liderazgo del ejercito sionista prefieren interrumpir el programa nuclear iraní mediante un trabajo de inteligencia que no muestre claramente la huella israelí. Estas instituciones consideran prematuro lanzar un ataque militar directo contra Iran y sus instalaciones militares y nucleares mientras otras soluciones sean capaces de lograr el objetivo de estancar los desarrollos en campo científico y tecnológico militar de la Republica islamica de Irán.

Finalmente, Israel siempre optará por acciones de terrorismo abierto y que no le haga daño, como en el caso del asesinato del general iraní Qassem Soleimani el 3 de enero pasado o en el caso del doctor Mohsen Fakrizadeh, mientras se adhiere a otras opciones que le son mejores, y a pesar de todo lo visto por los círculos políticos y mediáticos, excluyo que Estados Unidos opten en una operación militar de tipo quirúrgico contra Iran, luego de que Israel decidió atacar la inteligencia militar y científica de Iran. El 2020 termina como empezó, con Israel consolidando su estrategia de ataque al corazón del Estado iraní.

Alessandro Pagani

Alessandro Pagani: Historiador y escritor; doctorante en Teoría Crítica y Psicoanálisis en el Instituto de Estudios Criticos de México; autor del libro Desde la estrategia de la tensión a la operación cóndor; colabora con el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).