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“Borrar a la URSS del mapa”: 204 bombas atómicas contra 66 ciudades soviéticas, el ataque nuclear que preparaba Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial
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Global Research, diciembre 02, 2019

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El 1 de marzo de 2018, el presidente Vladímir Putin presentó un conjunto de tecnologías militares avanzadas en respuesta a las amenazas de Estados Unidos de borrar del mapa a la Federación rusa, tal como se establece en la revisión de la postura nuclear de Trump del año 2018.

Debe entenderse que estas amenazas nucleares de Estados Unidos dirigidas contra Rusia datan de antes de la Guerra Fría. Se lanzaron por primera vez en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial bajo el “Proyecto Manhattan” (un proyecto de investigación y desarrollo que produjo las primeras armas nucleares) cuando Estados Unidos y la Unión Soviética eran aliados.

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Según un documento secreto fechado el 15 de septiembre de 1945 “el Pentágono había previsto volar la Unión Soviética mediante un ataque nuclear coordinado contra las principales zonas urbanas.

Las principales ciudades de la Unión Soviética se incluyeron en la lista de los 66 objetivos “estratégicos”. Las siguientes tablas clasifican cada una de las ciudades según su área de área en millas cuadradas y el número correspondiente de bombas atómicas requeridas para aniquilar y matar a los habitantes de cada una de las regiones urbanas.

Se utilizarían seis bombas atómicas para destruir cada una de las ciudades más grandes, incluidas Moscú, Leningrado, Tashkent, Kiev, Jarkov y Odessa.

El Pentágono estimó que se necesitarían un total de 204 bombas atómicas para “borrar del mapa a la Unión Soviética”. Los objetivos del ataque nuclear eran 66 de las principales ciudades.

Para llevar a cabo esta operación, 466 era el número “óptimo” de bombas (Véase documento a continuación).

Una sola bomba atómica lanzada sobre Hiroshima provocó la muerte inmediata de 100,000 personas en los primeros siete segundos. Imaginemos lo que habría sucedido si se hubieran arrojado 204 bombas atómicas en las principales ciudades de la Unión Soviética, tal como se describe en un plan secreto de Estados Unidos elaborado durante la Segunda Guerra Mundial.

Hiroshima tras el ataque con bomba atómica, 6 de agosto de 1945

El documento que describe esta agenda militar diabólica se publicó en septiembre de 1945, apenas un mes después del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945) y dos años antes del inicio de la Guerra Fría (1947).

Sin embargo, el plan secreto fechado el 15 de septiembre de 1945 (dos semanas después de la rendición de Japón el 2 de septiembre de 1945 a bordo del USS Missouri, véase la imagen debajo), había sido formulado en una fecha anterior, es decir, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, en un momento en que Estados Unidos y la Unión Soviética eran aliados cercanos.

Vale la pena señalar que Stalin fue informado por primera vez mediante canales oficiales por Harry Truman del infame “Proyecto Manhattan” en la Conferencia de Potsdam el 24 de julio de 1945, apenas dos semanas antes del ataque a Hiroshima.

El “Proyecto de Manhattan” fue lanzado en 1939, dos años antes del ingreso de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, en diciembre de 1941. En 1942 el Kremlin tenía plena conciencia del proyecto secreto de Manhattan.

¿El Pentágono utilizó los ataques de Hiroshima y Nagasaki de agosto de 1945 para evaluar la viabilidad de un ataque mucho mayor contra la Unión Soviética que consistía en más de 204 bombas atómicas? Los documentos clave para bombardear 66 ciudades de la Unión Soviética (15 de septiembre de 1945) se concluyeron entre 5 y 6 semanas después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki (6, 9 de agosto de 1945):

“El 15 de septiembre de 1945, poco menos de dos semanas después de la rendición de Japón y el final de la Segunda Guerra Mundial, Norstad envió una copia de la estimación al general Leslie Groves, que era el jefe del “Proyecto Manhattan”, y al tipo que, de todos modos, a corto plazo, estaría a cargo de producir las bombas que la Fuera Área de Estados Unidos (USAAF, por sus siglas en inglés) pidiera.

Como podemos suponer, este documento era altamente clasificado: “Ultra secreto”, tanto como lo fue durante la Segunda Guerra Mundial. (Alex Wellerstein, The First Atomic Stockpile Requirements (septiembre de 1945))

El Kremlin estaba al tanto del plan de 1945 para bombardear 66 de sus ciudades.

Los documentos confirman que Estados Unidos estuvo involucrado en la “planificación del genocidio” en contra de la Unión Soviética.

Vamos a cortar por lo sano, ¿Cuántas bombas pidió la USAAF al general atómico, cuando había tal vez una, tal vez dos bombas de material fisible a la mano? Por lo menos, querían 123. Aunque hubieran preferido 466. Esto poco más de un mes después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.

Por supuesto, en forma realmente burocrática, proporcionaron una lista práctica (Alex Wellerstein, op. cit.)

Click to access 1945-Atomic-Bomb-Production.pdf

La carrera nuclear

Un aspecto central para entender la Guerra Fría que comenzó (oficialmente) en 1947, es que el plan de Washington de septiembre de 1945 para bombardear 66 ciudades en pedazos jugó un papel fundamental en desatar la carrera de armas nucleares.

La Unión Soviética fue amenazada y desarrolló su propia bomba atómica en 1949 en respuesta a los informes de inteligencia de 1942 sobre el “Proyecto Manhattan”.

Si bien el Kremlin conocía estos planes que buscaban “aniquilar” a la URSS, la opinión pública no fue informada porque, evidentemente, los documentos de septiembre de 1945 estaban clasificados.

Actualmente, ni el plan de septiembre de 1945 para hacer estallar la Unión Soviética ni la causa subyacente de la carrera de armas nucleares son reconocidos. Los medios de comunicación de Occidente han centrado su atención en la confrontación entre Estados Unidos y la URSS durante la Guerra Fría. Pero no se menciona el plan para aniquilar a la Unión Soviética que se remonta a la Segunda Guerra Mundial y el infame “Proyecto de Manhattan”.

Los planes nucleares de Washington durante la Guerra Fría son presentados como una respuesta a las denominadas “amenazas soviéticas”, cuando en realidad fue un plan lanzado por Estados Unidos en septiembre de 1945 (formulado en una fecha anterior en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial) para acabar con los soviéticos, lo que motivó que Moscú desarrollara su propio arsenal nuclear.

De forma equivocada, la evaluación del Boletín de los Científicos Atómicos culpó y de hecho continúa culpando a la Unión Soviética por haber lanzado la carrera de armas nucleares en 1949, cuatro años después de que fue lanzado el plan secreto estadounidense de septiembre de 1945 para atacar 66 grandes ciudades soviéticas con 204 bombas nucleares:

“1949: La Unión Soviética lo niega, pero en otoño, el presidente Harry Truman le dice al pueblo estadounidense que los soviéticos probaron su primer dispositivo nuclear, comenzando oficialmente la carrera armamentista. “No podríamos decir a los estadounidenses que el día del juicio final esté cerca y que las bombas atómicas comenzarán a caer sobre sus cabezas dentro de un mes o un año a partir de ahora”, explica el Boletín. “Pero sí creemos que tienen motivos para estar profundamente alarmados y preparados para tomar decisiones de gravedad” (Timeline of the Doomsday Clock, Bulletin of Atomic Scientists, 2017)

IMPORTANTE: Si Estados Unidos hubiera decidido NO desarrollar armas nucleares para usarlas contra la Unión Soviética, la carrera de armas nucleares no habría sucedido.

Ni la Unión Soviética ni la República Popular China habrían desarrollado capacidades nucleares como medio de “disuasión” contra Estados Unidos, país que había formulado planes para aniquilar a la Unión Soviética.

La Unión Soviética perdió 26 millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial.

La lista de 1,200 ciudades objetivo de la Guerra Fría:

Esta primera lista de 1945 que incluía 66 ciudades se actualizó en el curso de la Guerra Fría (1956) para luego abarcar unas 1,200 ciudades en la URSS y los países del bloque soviético de Europa del Este (Véanse documentos desclasificados a continuación). Las bombas programadas para usarse eran más poderosas en términos de capacidad explosiva que las que fueron lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Fuente: Archivo Nacional de Seguridad

“De acuerdo con el Plan de 1956, las bombas H debían usarse contra objetivos prioritarios de “poder aéreo” de la Unión Soviética, China y Europa del Este. Las principales ciudades del bloque soviético, incluido Berlín oriental, eran de alta prioridades como parte la “destrucción sistemática” de los bombardeos atómicos. (William Burr, U.S. Cold War Nuclear Attack Target List of 1200 Soviet Bloc Cities “From East Germany to China”, National Security Archive Electronic Briefing Book No. 538, diciembre de 2015)

Washington, DC, 22 de diciembre de 2015 – El Estudio de Requisitos de Armas Atómicas del Mando Aéreo Estratégico (SAC, por sus siglas en inglés) de 1959, producido en junio de 1956 y hoy publicado por primera vez por el Archivo Nacional de Seguridad (‘National Security Archive’) en www.nsarchive.org, brinda la más completa y detallada lista de objetivos nucleares y sistemas de objetivos desclasificados. Hasta hemos podido comprobar, ningún otro documento similar ha sido desclasificado de ningún otro período de la historia de la Guerra Fría.

El estudio del Mando Aéreo Estratégico revela detalles escalofriantes. De acuerdo con sus autores, las prioridades y tácticas de bombardeo nuclear expondrían a los civiles que estuvieran cerca y a las “fuerzas y personas amigas” a altos niveles de radiación con consecuencias mortales.

Además, los autores desarrollaron un plan para la “destrucción sistemática” de objetivos urbano-industriales del bloque soviético que apuntaban específica y explícitamente a la “población” en todas las ciudades, incluidas Beijing, Moscú, Leningrado, Berlín Oriental y Varsovia. Apuntar de forma deliberada contra la población transgredía las normas internacionales de la época, que prohibían ataques contra personas per se (en oposición a las instalaciones militares con civiles que estuvieran cerca). National Security Archive Electronic Briefing Book No. 538, diciembre de 2015

Lista de ciudades

Extracto de la lista de 1200 ciudades objetivo de ataque nuclear en orden alfabético. Archivo Nacional de Seguridad, op. cit.

De la Guerra Fría a Donald Trump

En la era posterior a la Guerra Fría, bajo el “Fuego y furia” de Donald Trump, la guerra nuclear contra Rusia, China, Corea del Norte e Irán está “sobre la mesa”.

Lo que distingue a la crisis de misiles de octubre de 1962 de la realidad actual es:

  1. El actual presidente, Donald Trump, no tiene la menor idea de las consecuencias de una guerra nuclear.
  2. Hoy la comunicación entre la Casa Blanca y el Kremlin está en su punto más bajo. Por el contrario, en octubre de 1962, los líderes de ambos bandos, a saber, John F. Kennedy y Nikita S. Khrushchev eran conscientes de los peligros de la aniquilación nuclear. Y colaboraron con vistas a evitar lo impensable.
  3. La doctrina nuclear era completamente diferente durante la Guerra Fría. Tanto Washington como Moscú entendieron lo que representaba la “destrucción mutuamente asegurada” (MAD, ‘mutual assured destruction’). Hoy, en cambio, el Pentágono clasifica a las armas nucleares tácticas con una capacidad explosiva (rendimiento) de un tercio a seis veces de la de una bomba de Hiroshima como “inofensivas para la población porque la explosión es subterránea”.
  4. Un programa de armas nucleares de un millón de dólares, lanzado por primera vez bajo la presidencia de Obama, está en curso.
  5. Las bombas termonucleares de hoy son 100 veces más poderosas y destructivas que una bomba de Hiroshima. Tanto Estados Unidos como Rusia tienen desplegadas varios miles de armas nucleares.

Además, una guerra total contra China se encuentra actualmente en el tablero de dibujo del Pentágono tal como se describe en un Informe de la Corporación RAND encargado por el Ejército de Estados Unidos.

“Fuego y furia”, de Truman a Trump: La locura de la política exterior de Estados Unidos

Hay una larga historia de locura política de Estados Unidos mostrando el “rostro humano” de los crímenes cometidos por Washington contra la Humanidad.

El 9 de agosto de 1945, el día en que se lanzó la segunda bomba atómica sobre Nagasaki, el presidente Truman (imagen a la derecha), en un discurso transmitido por radio y dirigido al pueblo estadounidense, concluyó que Dios estaba del lado de Estados Unidos con respecto al uso de armas nucleares y que

“Él puede guiarnos para usarla [la bomba atómica] en sus caminos y propósitos”.

Según Truman: Dios está con nosotros, él decidirá si la bomba se usa y cuándo:

[Debemos] alistar planes para el control de esta bomba en el futuro. Le pediré al Congreso que coopere hasta el final para que su producción y uso sean controlados, y que su poder tenga una influencia abrumadora para la paz mundial.

Debemos constituirnos en custodios de esta nueva fuerza, para evitar su uso inadecuado y ponerla al servicio de la Humanidad.

Es una terrible responsabilidad la que tenemos.

Agradecemos a Dios que nos la haya concedido [el arma nuclear], en lugar de a nuestros enemigos; y oramos para que nos guíe para usarla [el arma nuclear] en sus caminos y propósitos” (Énfasis añadido)

Michel Chossudovsky

Michel Chossudovsky: Profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, es fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research). Sus escritos se han publicado en más de 20 idiomas, es un activista antiglobalización y antibélico. Ha actuado como profesor visitante en organizaciones académicas en Europa del Este, América Latina y el Sudeste asiático, además de asesor de gobiernos en países en desarrollo y consultor de organizaciones internacionales como el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la República de Serbia por sus escritos sobre la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia (2014).

Artículo original en inglés:

“Wipe the Soviet Union Off the Map”, 204 Atomic Bombs against 66 Major Cities, US Nuclear Attack against USSR Planned During World War II, publicado el 22 de noviembre de 2019.

Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).

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