Print

Combatiendo el virus: El desempleo masivo no es la solución
By
Global Research, octubre 09, 2020

Url of this article:
https://www.globalizacion.ca/combatiendo-el-virus-el-desempleo-masivo-no-es-la-solucion/

Millones de personas en todo el mundo son víctimas de una campaña de miedo. Prevalece el pánico. Día tras día, el impacto persistente de la desinformación de los medios sobre el virus asesino es abrumador.

El miedo y el pánico, junto con mentiras descaradas, están impidiendo que la gente comprenda la lógica de estas políticas económicas y sociales de gran alcance.

El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una “pandemia mundial”, solicitando el confinamiento y cierre de las economías nacionales de 193 estados miembros de las Naciones Unidas, con devastadoras consecuencias económicas y sociales: desempleo, pobreza, desesperación, etc.

Estas medidas autoritarias impuestas a millones de personas fueron aceptadas sin chistar. Se hizo creer a la opinión pública que las medidas representaban una solución para enfrentar el “virus asesino”.

La segunda ola

Y ahora, siete meses después, se ha anunciado una “segunda ola” de la COVID-19. La solución propuesta para combatir el “virus asesino” consiste en la prevención, con lo cual, se busca posponer la reapertura de la economía nacional, sumado a la imposición del distanciamiento social, el uso de mascarilla, etc.

No hace falta decir que, al comienzo de esta “segunda ola”, la economía global se encuentra sumergida en el caos. Si bien los informes no revelan la profundidad y la gravedad de esta crisis global, la evidencia habla por sí misma.

La “economía real” y la “economía monetaria”

¿Por qué estas políticas de “cierre” (de la economía) provocan bancarrotas, pobreza y desempleo?

Existe una relación clave entre la “economía real” y el “gran dinero” (economía monetaria), es decir, el “establishment” financiero.

Estamos ante un proceso de concentración de la riqueza, el cual contempla la apropiación por parte del “establishment” financiero (es decir, los acreedores multimillonarios) de los activos reales tanto de las empresas en quiebra, como de los activos del Estado.

La “economía real” constituye la actividad económica real: activos productivos, agricultura, industria, servicios, infraestructura económica y social, inversión, empleo, etc.

La economía real en escala mundial y nacional está siendo el objetivo del confinamiento y cierre de la actividad económica. Las instituciones financieras del “dinero mundial” son los “acreedores” de la economía real.

El cierre de la economía global ha desencadenado un proceso de endeudamiento global. Sin precedentes en la historia mundial, se trata de una bonanza derivada de grandes deudas denominadas en dólares, socavando las economías nacionales de 193 países.

Bajo el llamado “Gran Reinicio Global” de la denominada “Nueva Normalidad” presentada por el Foro Económico Mundial (WEF), los acreedores (incluidos los multimillonarios) eventualmente comprarán sectores importantes de la economía real y se harán cargo de las entidades en quiebra. Los acreedores también buscarán adquirir la propiedad y / o el control de la “riqueza pública”, incluidos los activos sociales y económicos del Estado, a través de un proyecto de endeudamiento masivo.

“Gobernanza global”

Un sistema de “gobernanza global” controlado por poderosos intereses financieros, incluidas las fundaciones corporativas y los centros de pensamiento “think tanks” de Washington, supervisa la toma de decisiones tanto a nivel nacional como mundial. El difunto David Rockefeller definió la gobernanza global como la “soberanía supranacional de una élite de intelectuales y banqueros”.

El escenario de una “gobernanza global” contempla la imposición de una agenda totalitaria de ingeniería social y sometimiento económico. Constituye una extensión del marco de política neoliberal impuesto a los países desarrollados y en desarrollo. Consiste en eliminar la “autodeterminación nacional” y construir un vínculo mundial de regímenes de poder a favor de Estados Unidos controlados por una “soberanía supranacional” (un Gobierno Mundial) compuesta por instituciones financieras, multimillonarios y sus fundaciones filantrópicas (Michel Chossudovsky , agosto de 2020).

En los siguientes apartados revisamos brevemente los impactos dramáticos derivados del cierre de la economía global, poniendo de relieve las bancarrotas, la pobreza, el desempleo, el estallido de hambrunas y la educación. La mayoría de las cifras que se citan, sin embargo, son de fuentes de la ONU, que tienden a subestimar la gravedad de la crisis mundial.

La ola de quiebras

La ola de quiebras provocada por el cierre de la economía mundial afecta tanto a las pequeñas y medianas Empresas (PYMES) como a grandes corporaciones. La evidencia revela que las pequeñas y medianas empresas están desapareciendo.

Según una encuesta del Centro de Comercio Internacional, citada por la OCDE, relativa a las PYMES en 132 países:

Dos tercios de las microempresas y pequeñas empresas informan que la crisis afectó fuertemente sus operaciones comerciales, y una quinta parte indica el riesgo de cerrar definitivamente en tres meses. Con base en varias encuestas en una variedad de países, McKinsey (2020) indica que entre el 25% y el 36% de las pequeñas empresas podrían cerrar de forma permanente debido a la interrupción en los primeros cuatro meses de la pandemia. (Informe de la OCDE, énfasis agregado)

En Estados Unidos, el proceso de quiebra sigue su curso. Un grupo de académicos, en una carta al Congreso, apunta:

“Anticipamos que una fracción importante de pequeñas empresas rentables se verá obligada a liquidar, lo que provocará pérdidas económicas elevadas e irreversibles. “Los trabajadores perderán puestos de trabajo incluso en negocios que bajo otra circunstancia serían viables…

“Una serie de incumplimientos parece prácticamente inevitable. Al final del primer trimestre de este año, las empresas estadounidenses habían acumulado casi 10.5 billones de dólares en deuda, por mucho la mayor cantidad (de deuda) desde que el Banco de la Reserva Federal de St. Louis comenzó a rastrear la cifra a finales de la Segunda Guerra Mundial. “Una explosión de la deuda corporativa”, señaló Altman” (The New York Times, 16 de junio de 2020).

Con respecto a las pequeñas empresas en Estados Unidos:

Casi un 90% de las pequeñas empresas experimentaron un impacto negativo fuerte (un 51%) o moderado (un 38%) de la pandemia; un 45% de las empresas experimentaron interrupciones en las cadenas de suministro; un 25% de las empresas tiene menos de 1-2 meses de reservas de efectivo” (OCDE).

Los resultados de una encuesta de más de 5,800 pequeñas empresas en Estados Unidos:

…Muestra que un 43% de las empresas que respondieron están cerradas temporalmente. En promedio, las empresas redujeron sus empleados en un 40%. Tres cuartas partes de los encuestados indican que tienen dos meses o menos como reserva de efectivo… (OCDE)

El desempleo masivo es ahora mundial

Desempleo global

En un informe de agosto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) confirmó que:

La crisis de la COVID-19 ha perturbado gravemente las economías y los mercados laborales en todas las regiones del mundo, con pérdidas estimadas en horas de trabajo equivalentes a casi 400 millones de empleos de tiempo completo durante el segundo trimestre de 2020, la mayoría de los cuales se encuentran en países emergentes y en desarrollo… (OIT, 2020a) …

Entre los más vulnerables se encuentran los 1,600 millones de trabajadores de la economía informal, que representan la mitad de la fuerza laboral mundial, que están trabajando en sectores que registran importantes pérdidas de empleo, o que han visto gravemente afectados sus ingresos a raíz del confinamiento.

La crisis de la COVID-19 está afectando de manera desproporcionada a 1,250 millones de trabajadores en situación de riesgo, particularmente en los sectores más golpeados, como el comercio minorista, los servicios de alojamiento y alimentación y la manufactura (OIT, 2020b). La mayoría de estos trabajadores son autónomos, ocupados en trabajos de bajos ingresos en el sector informal… Los jóvenes, por ejemplo, están experimentando múltiples conmociones, incluida la interrupción de la educación y la formación, el empleo y la percepción de ingresos, además de mayores dificultades para encontrar trabajo.

La OIT no se centra en las causas políticas que están detrás del desempleo masivo, es decir, las acciones tomadas por los gobiernos, supuestamente con miras a resolver la pandemia de la COVID-19.

Además, la OIT tiende a subestimar tanto los niveles como el aumento del desempleo.

Desempleo en América Latina

En América Latina, la tasa de desempleo promedio se estimó en 8.1% para finales de 22019. La OIT asegura que podría registrar un ligero aumento, entre 4 y 5 puntos porcentuales, hasta alcanzar un total de 41 millones de desempleados.

“En números absolutos, estas tasas implican que el número de personas que buscan trabajo pero no son contratadas, aumentó de 26 millones antes de la pandemia a 41 millones en 2020 , según lo anunciado por expertos de la OIT…”

Estas estimaciones de la OIT y el Banco Mundial son engañosas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el aumento del desempleo para la región latinoamericana es del orden de 24 millones, con pérdidas de empleo en Colombia del orden de 3.6 millones, Brasil, 7 millones y México 7 millones.

Incluso estas cifras tienden a subestimar el aumento dramático del nivel de desempleo. Y es probable que la situación se agrave durante los próximos meses.

Según una Encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el aumento del desempleo en México fue del orden de 12.5 millones de personas en abril, es decir, el mes siguiente al confinamiento y cierre de la economía nacional el 11 de marzo de 2020.

Desempleo en Estados Unidos

En Estados Unidos, “más de 30 millones de personas, más de un 15% de la fuerza laboral, ha solicitado los beneficios del (seguro de) desempleo…” (CSM, 6 de mayo de 2020)

“Nada se parece remotamente a lo que ha sucedido en Estados Unidos desde enero.

Por 27 semanas consecutivas, más de un millón de estadounidenses en edad laboral presentaron solicitudes por seguro de desempleo (UI).

Los números de la semana pasada incluyen 870,000 personas que solicitaron el UI estatal regular, junto con otros 630,000 que solicitaron la Asistencia por desempleo pandémico (PUA, por sus siglas en inglés), el programa federal para trabajadores que no resultan elegibles para el UI.” (Stephen Lendman , 25 de septiembre de 2020)

Desempleo en la Unión Europea (UE)

“Se espera que el desempleo en toda la Unión Europea aumente al 9% en 2020, a raíz de la pandemia del coronavirus y el posterior confinamiento aplicado por los gobiernos nacionales”.

Según cifras oficiales de la UE:

“Grecia, España y Portugal … una vez más han registrado importantes aumentos en el desempleo juvenil desde el inicio de la pandemia. Grecia experimentó un aumento del 31.7% en marzo al 39.3% en junio, mientras que España y Portugal tuvieron aumentos similares, del 33.9% por ciento al 41.7% y del 20.6 al 27.4%, respectivamente.”

Estallido de hambrunas

Las hambrunas han estallado en al menos 25 países en desarrollo, según fuentes de la ONU. Según la FAO (17 de julio de 2020):

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) identifican a 27 países que se encuentran en la primera línea de crisis alimentarias inminentes provocadas por la COVID-19, ya que las repercusiones de la pandemia agravan los factores preexistentes que causan el hambre.

Ninguna región del mundo es inmune, desde Afganistán y Bangladesh en Asia, a Haití, Venezuela y Centroamérica, a Irak, Líbano, Sudán y Siria en el Medio Oriente a Burkina Faso, Camerún, Liberia Malí, Níger, Nigeria, Mozambique, Sierra Leona y Zimbabwe en África.

El análisis conjunto de la FAO y el PMA advierte que estos “países en situación crítica” corren un alto riesgo de sufrir, y en algunos casos ya lo están, un deterioro significativo de la seguridad alimentaria en los próximos meses, incluido un número creciente de personas en situación de hambre aguda.

La pandemia de la COVID-19 tiene impactos indirectos multifacéticos y de gran alcance en las sociedades y las economías, que podrían durar mucho después de que termine la “emergencia sanitaria”. Estos podrían agravar las inestabilidades o crisis existentes, o dar lugar a nuevas con repercusiones en la seguridad alimentaria, la nutrición y las condiciones de vida.

Con más de 2,000 millones de personas, o un 62% de todas las personas que trabajan en todo el mundo, empleadas en la economía informal según datos de la OIT, millones de personas enfrentan un riesgo creciente de padecer hambre. Se estima que las ganancias de los trabajadores informales disminuirán en un 82%, con África y América Latina enfrentando la mayor reducción (OIT 2020) (FAO, pág.6).

Inseguridad alimentaria en América

La inseguridad alimentaria y nutricional no se limita a los países en desarrollo. En Estados Unidos, de acuerdo con Stephen Lendman:

“Aproximadamente uno de cada cuatro hogares estadounidenses experimentó inseguridad alimentaria este año: más de un 27% de los hogares que tienen niños.

Un estudio del Instituto de Investigación de Políticas de la Universidad Northwestern estima que el número de hogares con niños en situación de inseguridad alimentaria es de casi un 30%. Las familias negras padecen una inseguridad alimentaria dos veces mayor que las blancas. Los hogares latinos también se han visto afectados de manera desproporcionada”.

Educación: Los impactos en nuestros niños

Los mismos cimientos de la sociedad civil están amenazados. La UNICEF estima que 1,600 millones de niños y adolescentes se han visto afectados por el cierre de escuelas en todo el mundo.

“A medida que la pandemia de la COVID-19 se ha extendido por todo el mundo, la mayoría de los países han anunciado el cierre temporal de escuelas, lo que ha afectado a más de un 91% de los estudiantes en todo el mundo … Nunca antes había habido tantos niños sin estudiar de manera simultánea…

Los colegios y universidades también están paralizados.

A los estudiantes se les niega el derecho a la educación. Si bien la UNESCO confirma que más de 1,000 millones de estudiantes se han visto afectados, no propone una solución o crítica concretas. La narrativa oficial impuesta a través de la llamada “asociación público-privada” que se impone a los gobiernos nacionales se ha adoptado al pie de la letra.

Se han implementado cierres en 132 países. Véase el diagrama a continuación.

haga clic para acceder al mapa de la UNESCO.

No nos hagamos ilusiones: Las vidas de las personas están siendo destruidas.

Y esto no se debe a la “V” del virus. Es una decisión política de gobiernos corruptos que actúan en nombre de poderosas instituciones financieras.

La “segunda ola”

Y ahora, el sistema financiero ha instruido a los gobiernos para que implementen lo que equivale a un segundo programa de bancarrota con el pretexto y la justificación de que el número de casos positivos de la COVID-19 ha aumentado.

Todas las formas de actividad social están siendo afectadas, incluidas las reuniones familiares, bodas y funerales, reuniones públicas, sin mencionar el cierre de escuelas, universidades, museos, eventos deportivos y culturales. Ahora se están aplicando medidas policiales desde el Estado para hacer cumplir el confinamiento ¡Y la gente acepta!

Al comienzo de la “segunda ola”, posponer la reapertura de la economía global contribuirá indeleblemente a acabar con las pequeñas y medianas empresas (regionales y locales) en todo el mundo, al tiempo que precipitará la quiebra de sectores enteros de la economía mundial, incluidas las aerolíneas, las cadenas hoteleras y la industria turística.

La campaña de miedo ha vuelto a tomar fuerza.

Las estadísticas oficiales basadas en estimaciones erróneas y manipuladas de los llamados casos positivos de coronavirus “confirmados” constituyen la base para justificar estas acciones diabólicas.

“V”, el virus se presenta como amenaza. Pero, en realidad, el virus no tiene un impacto directo en las variables económicas clave.

Lo que está en juego no tiene precedentes: Es una agenda neoliberal global desplegada por gobiernos corruptos a nombre del “establishment” financiero.

“La Nueva Normalidad” y el “Gran Reinicio Global”

No nos hagamos ilusiones. Debido a la cadena de bancarrotas, la destrucción del sector informal, sin mencionar la pobreza abismal y el colapso del poder adquisitivo, es poco probable que el desempleo masivo se resuelva bajo la “Nueva Normalidad”, particularmente en vista de las políticas neoliberales que están programadas para ser impuestas por los acreedores globales.

El Foro Económico Mundial (WEF) está exigiendo la adopción de un “Gran Reinicio Global”, que será administrado por los acreedores globales.

Según  Peter Koenig, el “Gran Reinicio Global” consiste en:

“Palear más activos de los escalones más bajos a una pequeña élite, a través de la esclavitud de la deuda -pasando por el capitalismo de consumo al capitalismo (de consumo) verde- todo bajo el mantra de la amistad hacia el medio ambiente y la población mundial…

[Según] el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, (3 de junio de 2020):

“El mundo debe actuar de manera conjunta y rápida para renovar todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, desde la educación hasta los contratos sociales y las condiciones laborales … todos los países, desde Estados Unidos hasta China, deben participar, y todas las industrias, desde el petróleo y el gas hasta la alta tecnología, deben ser transformados. En resumen, necesitamos un ‘Gran Reinicio’ del capitalismo”.

“Como podrá notar, el Gran Reinicio consiste en preservar el capitalismo…” (énfasis añadido)

La campaña de miedo se ha convertido en un instrumento político, un mecanismo de subordinación social. La población, tanto a nivel nacional como internacional, ha aceptado el consenso oficial a la mala, construido sobre una gran mentira.

Es lamentable que muchos intelectuales progresistas, que comprenden la política y el funcionamiento del capitalismo global, hayan respaldado la narrativa oficial alrededor del coronavirus. El cierre de la economía nacional que conduce a la pobreza y el desempleo masivo representa la derogación de los derechos fundamentales de los trabajadores.

El sentido común nos dice que el cierre de la economía global destruye la vida de las personas. Detener la campaña de miedo es el primer paso para revertir esta ola.

Michel Chossudovsky

Michel Chossudovsky: Profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, es fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research). Sus escritos se han publicado en más de 20 idiomas, es un activista antiglobalización y antibélico. Ha actuado como profesor visitante en organizaciones académicas en Europa occidental, América Latina y el Sudeste asiático, además de asesor de gobiernos en países en desarrollo y consultor de organizaciones internacionales como el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la República de Serbia por sus escritos sobre la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia (2014).

Artículo original en inglés:

Combating The Virus: Mass Unemployment is Not the Solution, publicado el 5 de octubre de 2020.

Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación Sobre Globalización (Global Research).

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article.