El conflicto comercial entre Estados Unidos y Europa impacta hoy el mercado automotor e introduce incertidumbre a los inversores y productores sobre el desarrollo de estas fabricaciones en el futuro cercano.

Durante esta jornada la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) remitió una misiva a la comisaria de Comercio de la Comisión Europea, Cecilia Malmström, en la que expresa el temor del gremio ante el aumento de las tensiones.

Según revela la carta, las contramedidas que podría establecer Europa para mitigar los efectos económicos de los daños de un gravamen del 25 por ciento al acero y de diez al aluminio, serían aún más perjudiciales para este sector.

‘El acero europeo es y seguirá siendo una parte integral de nuestras cadenas de suministro. Sin embargo, la aplicación de capas de protección cada vez mayores en última instancia solo tendrá un impacto negativo en los usuarios intermedios de estos productos’, manifestó la comunicación.

Mediante la misiva ACEA igualmente sostiene su convencimiento de que ‘la imposición de medidas de salvaguardia no beneficia a Europa’.

Advierte, asimismo, acerca de un posible crecimiento de la demanda de acero dentro del ente regional.

Los productores de acero de la Unión Europea (UE) predicen que la demanda en la región aumentará hasta un dos por ciento este año, por lo que en este clima económico positivo se puede esperar que las importaciones también aumenten, agregó la carta.

No obstante la solicitud de ACEA, Malmström reveló hoy la posibilidad de que la UE imponga en julio medidas provisionales debido a la probabilidad de que productos de acero o aluminio inunden el mercado de ese continente ante la imposibilidad de ingresar en el gigante norteño.

En conferencia de prensa Malmström declaró también que el anuncio del fabricante de motocicletas Harley-Davidson de sacar una parte de su producción fuera del territorio estadounidense no es sino una de las consecuencias de la política proteccionista de Washington.

Como parte de la respuesta a la medida tomada por el presidente estadounidense, Donald Trump, la Unión Europea estableció un aumento del 6 por ciento al 31 por ciento al arancel de importación de motos. La disposición implica un aumento del costo en más de dos mil dólares al precio de las motos Harley Davidson para los compradores europeos, los segundos más importantes para la compañía productora.

La administración estadounidense tenía claro que si imponía derechos de aduana al aluminio y al acero, los consideraríamos ilegales, no conformes a las reglas de la Organización mundial de Comercio y que habría consecuencias’, reveló Malmström.

Durante el pasado mes de marzo, la Unión Europea anunció el inicio de una investigación sobre los flujos comerciales de acero para poder determinar los daños que los aranceles dispuestos por Trump podrían ocasionar.

Aun cuando el resultado del monitoreo establecido para 26 categorías de productos no estaría listo hasta finales de año, según declaró Malmström, la UE evalúa la aplicación de medidas provisionales aunque aún se debate sobre ‘la forma en la que ellas se aplicarían’, agregó. Según consideró la funcionaria, las empresas estadounidenses podrían ejercer presión sobre los entes gubernamentales de su país para mostrar que los aranceles perjudican a la economía nacional.

Muestra de ellos fue la postura adoptada la víspera por Harley-Davidson al anunciar la salida de parte de su fabricación de suelo estadounidense para evitar los perjuicios de la respuesta europea, consideró.

La funcionaria agregó, además, que la Comisión Europea eliminó total o parcialmente, durante 2017, la mayor cantidad de barreras comerciales para las empresas de la UE que hacen negocios en otros países en sectores tales como la aviación, automóviles, cerámica, tecnologías de la información y la comunicación.

Ello representó más del doble de lo conseguido el año precedente, pese al auge del proteccionismo en el mundo, añadió.

Ivette Fernández Sosa