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Dos ópticas distintas sobre el desarrollo
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Global Research, mayo 14, 2019
alainet.org 14 May, 2019
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Dos visiones distintas, pero muy fundamentadas y valiosas acerca de las relaciones internacionales, aporta la Fundación de Cultura Estratégica en un reporte comparativo del experto Federico Pieraccini acerca de dos eventos efectuados respectivamente en Washington y Beijing, comparando los puntos de vista de las dos economías más grandes del mundo sobre algunos de los temas mas trascendentales del desarrollo global.

En Beijing, en el Foro de la Faja y la Ruta, más de 40 líderes mundiales debatieron sobre la Iniciativa de la Faja y la Ruta (B&R), un proyecto llamado a transformar todo el continente euroasiático, mejorando el libre comercio entre docenas de países mediante inversiones en infraestructura, transporte, energía y cooperación tecnológica.

El B&R es un proyecto gigantesco llamado a expandirse en los años venideros al ritmo que permite la tecnología actual, sin pasar por alto las necesidades de los países involucrados. El número de participantes en el evento del B&R de Beijing es asombroso: más de 5.000 delegados, 37 jefes de Estado y 10 de los miembros más importantes de la ASEAN. Ciento veinticinco países han suscrito intenciones de cooperar en el gran proyecto, y 30 organizaciones han ratificado 170 acuerdos que suman una inversión proyectada por el Banco Popular de China de más de 1,3 billones de dólares entre 2013 y 2027.

Es un proyecto revolucionario que caracterizará a las próximas décadas, si no siglos. Contrasta con la tendencia estadounidense a la dominación hegemónica porque se basa en consideraciones humanitarias para superar conflictos, así como evitar guerras a través de la cooperación y la prosperidad compartida.

Washington, exigiendo lealtad a cambio de nada e incapaz de infligir por sí mismo daño a Rusia y China, se remite a presiones sobre sus aliados europeos a través de una guerra de aranceles y prohibiciones tecnológicas dirigidas a favorecer a las empresas estadounidenses.

Beijing se comporta de manera opuesta a la moraleja de la fábula de Esopo sobre “El Viento del Norte y el Sol”, ofreciendo en el proyecto B&R una cooperación ganar-ganar y los beneficios que de ella se derivan. El proyecto tiende a elevar el nivel de vida de la población con enormes préstamos para mejorar las infraestructuras básicas de ferrocarriles, escuelas, carreteras, acueductos, puentes, puertos, conectividad a Internet y hospitales. El objetivo es crear un sistema sostenible en el que docenas de países cooperen entre sí para el beneficio colectivo de sus poblaciones.

La iniciativa china tiene como objetivo ofrecer a todos los países implicados igualdad de oportunidades para el desarrollo basándose en su capacidad real para mejorar el bienestar de todas las partes implicadas y no en el poder militar o económico.

El B&R cuenta hasta ahora con el apoyo de 126 estados y territorios, así como de una gran cantidad de organizaciones internacionales. Es la nueva cara, veraz y realista, de la verdadera comunidad mundial. Esta iniciativa china sólo podría haber tenido lugar en un mundo post-unipolar con múltiples centros de poder.

Washington está consciente de los cambios que se han producido en los últimos diez años y del cambio de actitud de los responsables políticos que le acompañan, y así lo refleja en la redacción de los dos documentos que guían a toda administración estadounidense: la Nuclear Posture Review (NPR) y la National Defense Strategy (NDS). En ellos se explica cómo ve Estados Unidos el mundo y lo que pretende hacer para combatir el emergente orden mundial multipolar.

Trump no puede permitirse un conflicto con Venezuela, Irán o Corea del Norte, ni militar ni políticamente. En los casos de Brasil, Colombia y Venezuela, no parecen muy dispuestos a sacrificarse por Washington; y no hay yihadistas a los que armar para lanzarlos contra civiles indefensos como ocurrió en el Medio Oriente, por lo que no encuentra fuerzas disponibles capaces de derrotar a los pueblos decididos a resistir al imperialismo estadounidense por motivos patrióticos.

Atacar a Irán daría lugar a una respuesta iraní devastadora contra las tropas estadounidenses desplegadas en docenas de bases dispersas por todo Oriente Medio e infligiría pérdidas que serían demasiado costosas para Washington, lo que haría que los avances fueran pírricos.

La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) Norte es intocable por virtud de su política de disuasión nuclear.

Lo que queda para Trump y sus neoconservadores son apenas amenazas vacías de guerra, y una gran cantidad de propaganda bélica que solo sirve para llenar las arcas de los fabricantes estadounidenses de armas.

Manuel E. Yepe

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