En junio de 2017 Donald Trump escenificó en el barrio Little Habana de Miami su nueva política hacia Cuba, con la firma de una directiva que revertía, en buena medida, el proceso de “normalización” anunciado por Barack Obama y Raúl Castro en diciembre de 2014. Desde entonces, las relaciones entre los gobiernos de Cuba y EE. UU. se vienen deteriorando.[1] El último episodio ha sido el cierre definitivo de la Oficina de Servicios Migratorios de EE. UU. en La Habana.[2]
Los resultados de las elecciones de medio término estadounidenses celebradas el 6 de noviembre, que reconfiguran la composición del Senado y la Cámara de Representantes, van a jugar un papel importante en el futuro de estas relaciones. Aunque todavía no se sabe cómo quedará finalmente la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado ni del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, se puede aventurar el uso de ambas instancias para reforzar la política de hostilidad hacia la Revolución Cubana que ha emprendido la administración Trump. El papel que asuma Marco Rubio[3] en el Senado -si acaba presidiendo el Comité- puede ser determinante, pero no es el único actor interesado en aumentar los niveles de confrontación. El otro candidato, James Risch, es uno de los más conservadores de la bancada republicana en el Senado.[4] En esta comisión del Senado también se encuentra como “ranking member” el demócrata cubano-americano Robert Menéndez, quien se ha destacado en su combate al Gobierno cubano. Con él, Marco Rubio y el ala dura de los republicanos tienen un aliado seguro para la política de hostilidad hacia Cuba. Recientemente se pudo ver esta alianza para el caso de Venezuela.[5]
Las declaraciones a principios de noviembre del asesor de Seguridad Nacional John Bolton anunciando en Miami nuevas sanciones a Cuba, Venezuela y Nicaragua (“la troika de la tiranía”, en sus palabras),[6] sumado al fichaje de Mauricio Claver-Carone como director senior para el Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional,[7] y a un Comité en el Senado que se prevé de “línea dura”, no augura buenas noticias para la mejora de las relaciones cubano-estadounidenses. El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara podría ejercer cierto contrapeso en función de su composición, pero todavía hay incertidumbre al respecto. Por lo pronto, el 15 de noviembre el Departamento de Estado hizo pública una lista de entidades cubanas a las que se impide realizar transacciones financieras con terceros.[8] Cuba vuelve a ocupar un espacio destacado en la agenda de seguridad de EE. UU., algo ilógico incluso para analistas del establishmentestadounidense.[9]
Las empresas cubanas y estadounidenses en este contexto
La lista publicada por el Departamento de Estado es coherente con la directiva aprobada por Trump en junio de 2017, uno de cuyos puntos era impedir el comercio con cualquier empresa cubana controlada por el Ejército cubano o sus servicios de inteligencia.[10]
Aunque los intercambios comerciales entre Cuba y EE. UU. son modestos, comparados con las cifras que presentan con otros socios, no dejan de ser relevantes para una economía bloqueada como la cubana. Según datos de 2017 proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de la República de Cuba, el intercambio comercial de Cuba con EEUU era de 306 787 (calculado en miles de pesos). Para contrastar estas cifras, valga destacar que los tres principales socios comerciales de Cuba son Venezuela (2 213 943), China (2 023 509) y España (1 309 049),[11] con montos muy superiores al intercambio Cuba-EEUU. La evolución del intercambio entre Cuba y EEUU ha sido dispar en estos años, produciéndose varios altibajos:
[12]
Como se puede apreciar, las empresas estadounidenses son las más beneficiadas por el intercambio comercial, pues su peso en la balanza es muy superior a las exportaciones del lado cubano. Algunos análisis consideran que estos intercambios están al alza a pesar de la política de Trump.[13] Sin embargo, falta todavía perspectiva para evaluar el impacto de su directiva de junio de 2017 y de las nuevas restricciones de 2018 para el intercambio comercial actual y futuro.
¿Oportunidades perdidas?
Recientemente, el Centro Roswell Park de Nueva York y el Centro de Inmunología Molecular (CIM) de La Habana anunciaron la creación de una empresa mixta, cubano-estadounidense, en el área de la Biotecnología, la Innovative Immunotherapy Alliance.[14] Este tipo de acuerdos habla de la potencialidad de los intercambios comerciales, científicos, académicos y sociales entre ambos países. Es algo en lo que coinciden agrupaciones como Engage Cuba, una coalición de empresarios y organizaciones estadounidenses que hace lobby en el Congreso por el fin del bloqueo y el levantamiento de las restricciones a los viajes de EE. UU. hacia Cuba,[15] desde la perspectiva de los intereses de la penetración del capital estadounidense en la isla.
Los intereses estadounidenses en Cuba son muy amplios y abarcan, como explica la propia coalición, áreas tan dispares como la agricultura, la energía, la sanidad, la seguridad, la tecnología y telecomunicaciones, y el turismo. Uno de los sectores con mayor peso es el de la agricultura. La Coalición Agrícola Estadounidense por Cuba calcula el mercado en 247 millones de dólares al año, teniendo en cuenta que Cuba importa tres cuartas partes de los alimentos que consume. Grandes empresas como Archer Daniels Midland (ADM), Cargill, AJC o Koch Foods están detrás del interés por limitar las restricciones y acabar con el bloqueo.[16] De hecho, el sector agrícola estadounidense se reunió recientemente con autoridades cubanas para proponer la firma de una especie de TLC agrícola entre EE. UU. y Cuba.[17] En otros rubros, como las telecomunicaciones, encontramos a T-Mobile, Sprint, Verizon o Google, que firmó un acuerdo de entendimiento con las autoridades cubanas a finales de septiembre.[18]
Parece evidente que el establishment de EE. UU. no se pone de acuerdo en qué hacer con Cuba. Dejando a un lado al ala dura del exilio cubano-americano integrada en el lobby anticastrista, con un gran ascendiente en la administración Trump hasta la fecha, existen voces discordantes y, como vemos, poderosos intereses que van a presionar a los nuevos congresistas y senadores para que se modifique la política hacia Cuba.
Del lado cubano, el nuevo Gobierno de Miguel Díaz-Canel puede beneficiarse de esta falta de consenso estadounidense. Promoviendo la aproximación a los sectores favorables al levantamiento del bloqueo y a la profundización de los intercambios comerciales, puede agudizar las contradicciones al interior del establishment estadounidense, provocando mayor presión hacia el fin del bloqueo. El Gobierno cubano ha sido hábil en hacer de las dificultades una virtud. Un ejemplo es la cancelación de los acuerdos de cooperación médica por parte del actual Gobierno brasileño, que ha servido para que Cuba y el nuevo Gobierno de México negocien un nuevo acuerdo de cooperación que llevaría médicos cubanos a las zonas más pobres de la República mexicana.[19]
Como en otros tiempos, ALC en general, y Cuba en particular, es vista por las grandes potencias como un territorio en disputa del que obtener beneficios económicos y sobre el que ejercer tutelaje político. En este escenario de declive de las relaciones EE. UU.-Cuba, otros países van a tratar de seguir posicionándose para afianzar su papel de socio comercial e interlocutor político con la isla, como demuestra la reciente visita de Estado del presidente español, Pedro Sánchez, a La Habana. Las empresas estadounidenses están desde hace tiempo en franca desventaja en este escenario[20] y, seguramente, seguirán presionando para modificar la política de la administración Trump hacia Cuba. Queda por ver si, como en otros tantos temas de la agenda política de Trump, se impondrá el pragmatismo de los negocios o la retórica estridente de la política espectáculo. Y, por supuesto, qué papel tendrán en todo ello los Comités de Relaciones y Asuntos Exteriores que se instalen a partir de enero de 2019.
Notas:
[1] https://www.celag.org/trump-cuba-regreso-la-guerra-fria/
[2] https://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/12/10/eu-cierra-permanentemente-oficina-de-servicios-migratorios-en-cuba-4879.html
[3] https://www.rubio.senate.gov/public/
[4] https://www.celag.org/analisis-preliminar-elecciones-legislativas-eeuu/
[5] https://www.infobae.com/america/eeuu/2018/12/12/senadores-de-eeuu-piden-a-trump-que-declare-ilegitimo-a-maduro-antes-del-10-de-enero/
[6] https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-national-security-advisor-ambassador-john-r-bolton-administrations-policies-latin-america/
[7] https://foreignpolicy.com/2018/11/12/bolton-is-building-a-confrontational-latin-america-strategy/
[8] https://www.state.gov/e/eb/tfs/spi/cuba/cubarestrictedlist/287349.htm
[9] https://www.brookings.edu/blog/order-from-chaos/2018/04/16/u-s-cuban-relations-are-about-to-get-worse/
[10] https://www.whitehouse.gov/briefings-statements/remarks-president-trump-policy-united-states-towards-cuba/
[11] http://www.one.cu/aec2017/08%20Sector%20Externo.pdf
[12] http://www.one.cu/aec2017/08%20Sector%20Externo.pdf
[13] https://www.14ymedio.com/nacional/negocios-Unidos-Cuba-pesar-Trump_0_2274972484.html
[14] https://elcomercio.pe/mundo/eeuu/cuba-estados-unidos-crean-empresa-mixta-biotecnologica-investigacion-cancer-noticia-nndc-561711
[15] https://www.engagecuba.org/quines-somos/
[16] http://www.t13.cl/noticia/mundo/bbc/las-empresas-de-eeuu-que-mas-han-ganado-en-cuba-en-los-ultimos-anos
[17] https://www.forbes.com.mx/empresarios-de-eu-quieren-sembrar-un-tlc-agricola-con-cuba/
[18] https://www.efe.com/efe/america/tecnologia/cuba-firma-cuatro-preacuerdos-con-google-para-potenciar-contenido-en-internet/20000036-3771152
[19] https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article222545860.html
[20] https://www.reuters.com/article/us-cuba-usa-trade/blooming-u-s-business-interest-in-cuba-wilts-under-trump-idUSKBN1DA1VJ
Arantxa Tirado
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