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El bloque de 55 naciones trata de impulsar la economía en todo el continente: Se crea en Níger una zona de libre comercio africana
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Global Research, agosto 10, 2019

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El 4 de julio [de 2019] se celebró en Niamey (Níger) la duodécima cumbre extraordinario de la Unión Africana (UA) para proclamar oficialmente un proyecto estrechamente unido a las nociones de soberanía y unidad del continente.

Esta reunión de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA, por sus siglas en inglés) tuvo lugar en una nación de la región occidental [de África] rica en uranio, uno de los minerales más estratégicos del mundo utilizado para fines industriales, científicos y militares.

Estas contradicciones de Níger referentes a su riqueza mineral y el abyecto empobrecimiento de las masas de clase obrera y de población rural son una buena ilustración de los enormes obstáculos que debe superar África para utiliza el potencial económico y social de los Estados miembros de la UA. La AfCFTA se anunció en una cumbre anterior de la UA celebrada en Kigali, Ruanda, el 21 de marzo de 2018.

A lo largo de los últimos 16 meses unos 27 gobiernos han ratificado el acuerdo, mientras que un total de 54 han firmado el documento que estipula su establecimiento. El secretariado de la AfCFTA se encomendó al Estado de Ghana, situado en África Occidental y que en su día fue el origen del panafricanismo en la década de 1959 y principios y mediados de la de 1960 bajo el liderazgo del presidente Kwame Nkrumah, el principal defensor de la unificación continental y del socialismo.

En una declaración de la UA publicada el 7 de julio se afirma respecto a la estructura del nuevo organismo continental: “La AfCFTA se regirá por cinco instrumentos operativos, esto es, las Normas de Origen, el foro de negociación on line, el control y eliminación de las barreras no arancelarias, un sistema de pagos digitales y el Observatorio Africano del Comercio. Cada uno de estos instrumentos fue lanzado por diferentes Jefes de Estado y de Gobierno, incluidos el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, el presidente de Egipto, Abdel Fattah El Sisi, que es el actual presidente de la Unión Africana, Moussa Faki Makamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, y el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, paladín del Acuerdo de Libre Comercio de África” [1].

No obstante, los analistas han señalado las posibles trabas a la implementación de la AfCFTA provenientes del legado de esclavitud y colonialismo. África sigue estando dividida en 55 Estados diferentes en los que las desigualdades entre regiones y de clase son una fuente de conflicto dentro de muchos países.

Estos impedimentos también están relacionados con la falta de unas infraestructuras adecuadas de transporte y telecomunicaciones. Además, la dependencia de divisas extranjeras en el ámbito del comercio es un incentivo para mantener el status quo.

La declaración de la UA del 7 de julio consideraba a los 1.200 millones de personas que actualmente viven en África y los 2.500 millones que se prevén para el año 2050 una fuente de fortaleza vinculada a la realización de un crecimiento económico sostenible. Hace seis años se ratificó en la UA la Agenda 2063 destinada a la integración económica y a la adopción de una moneda única en el continente.

Se calcula que con la puesta en marcha del programa AfCFTA la región se podría convertir en una zona económica de 3,4 billones de dólares. La supresión de fronteras y la eliminación de aranceles facilitarían de hecho el comercio interno africano.

Actualmente solo el 17 % del comercio en África se lleva a cabo con Estados de la UA. Este dato se puede comparar con Asia, donde el comercio intracontinental llega al 59 %, y con Europa, donde alcanza el 69 %.

Además, se debe superar el desarrollo desigual entre los diferentes Estados teniendo en cuenta que una parte considerable del producto interior bruto continental proviene de países como la República de Sudáfrica, la República Federal de Nigeria y Egipto. Sudáfrica es, con mucho, el Estado más industrializado del continente, mientras que países como Nigeria, Angola, Libia y Sudán son líderes en la extracción y exportación de petróleo.

Superar la dependencia, condición sine qua non para el desarrollo

Un hecho histórico indiscutible es que África ha estado sometida a la esclavitud, la colonización y el neocolonialismo por medio del auge y dominio del imperialismo desde mediados del siglo XV. Este dato no se puede omitir en ninguna valoración honesta de la capacidad de crecimiento y desarrollo verdaderos.

Desde principios del siglo XXI las economías africanas han experimentado un importante crecimiento. Sin embargo, la dependencia de una planificación económica basada en las exportaciones está objetivamente relacionada con el mandato declarado de la AfCFTA. El muy deseado despegue económico no se producirá hasta que se materialice el reto de la integración continental.

Sin lugar a dudas la actual existencia neocolonial es consecuencia de las crisis de constante subdesarrollo de la era posterior a la independencia, de la explotación imperialista y de las actuales interferencias militares y de inteligencia en los asuntos internos de todos los Estados miembros de la UA. La nación de Níger ha sido un objeto primordial del compromiso militar del Pentágono y francés.

Gracias al Comando África de Estados Unidos y a la Operación Barkhane elaborada por Paría los países imperialistas no solo tienen tropas estacionadas en territorio nigeriano, sino que también hay mecanismos elaborados de recolección de información entre los que se incluye el posicionar en Níger drones reaper y predator extremadamente sofisticados. El Pentágono está muy presente en toda África bajo el disfraz de la lucha contra el terrorismo y de la seguridad nacional. En última instancia, África es responsable de su propia seguridad frente a elementos reaccionarios, cuyos orígenes están en los centros imperialistas.

La antes mencionada declaración de la UA sobre el inicio de la fase operativa de la AfCFTA pone de relieve la relación entre seguridad y desarrollo al afirmar: “El Presidente también destacó la importancia de crear paz y seguridad en el continente, y añadió que ‘sería un engaño hablar de comercio y desarrollo sin paz y seguridad’. También insistió en que para que la AfCFTA sea eficaz hay que abrir las fronteras a otros africanos. En este sentido el presidente Mahamadou Issoufou afirmó que la zona de libre comercio derribará las fronteras heredadas del pasado colonial de África y garantizará la plena integración continental”.

No obstante, la presencia de fuerzas militares occidentales en los Estados miembros de la UA es la antítesis de las corrientes progresistas y revolucionarias del panafricanismo que emanan de la Primera Conferencia de los Pueblos Africanos de diciembre de 1958 celebrada en Ghana, pasando por la fase de resistencia armada al colonialismo, la fundación de la Organización para la Unidad Africana (predecesora de la UA) y la floreciente lucha de clases contra una élite compradora apuntalada por el capital financiero internacional. En las actuales circunstancias los imperialistas están firmemente situados para acabar con cualquier planificación de desarrollo económico, que considera el dominio del sistema capitalista mundial el mayor obstáculo para que África dé un giro decisivo hacia su trayectoria legítima encaminada a la unificación continental basada en los intereses de la mayoría de su pueblo.

Los imperativos políticos de la integración continental

Por consiguiente, se debe emprender una lucha contra el papel que desempeñan Washington y Bruselas, origen del subdesarrollo africano. Como han afirmado durante décadas muchos teóricos del materialismo histórico, el desarrollo de América del Norte y de Europa Occidental se llevó a cabo gracias del subdesarrollo de África.

La naturaleza de la política exterior estadounidense, británica y europea no ha cambiado en lo esencia desde la Guerra Fría. Wall Street, Londres y los Estados de la Eurozona no tienen intención de renunciar a su capacidad de generar beneficios, que es la base del sistema de explotación. El Pentágono, la OTAN y sus unidades auxiliares están en África y otras regiones del mundo para asegurar el mantenimiento de las actuales estructuras en la división internacional del trabajo y del poder económico.

Por supuesto, en la actual situación mundial hay otros Estados y bloques regionales que se disputan la atención de África, como la República Popular China, la Federación Rusa y los Estados de orientación socialista de América Latina. La clase dirigente estadounidense ha intensificado sus guerras militares y económicas contra estos países, que ofrecen a África y su pueblo una forma alternativa de estrategias de desarrollo.

Ejemplo de ello son los ataques de Washington y sus aliados contra la República Bolivariana de Venezuela y la República de Cuba. Estos dos Estados, junto con Bolivia, tratan de construir sus propias sociedades en las que sigue siendo primordial el bienestar de la mayoría de su población. Por consiguiente, el actual gobierno del presidente Donal Trump trata constantemente de subvertir el orden, de aislarlos diplomáticamente y de desaestabilizarlos desde el punto de vista económico.

Por lo que se refiere a China y Rusia, los dos partidos políticos capitalistas gemelos de Estados Unidos consideran la cada vez mayor influencia de Pekín y Moscú una amenaza para la hegemonía imperialista. Sin lugar a dudas la imposición de aranceles comerciales y de sanciones, y las campañas de desinformación van a llevar a otra guerra mundial. ¿Cuál será el papel de los Estados miembros de la UA en esta situación geopolítica cada vez más hostil que amenaza con una prolongada conflagración internacional?

El capitalismo y su producto global que es el imperialismo no pueden proporcionar ninguna solución viable para el desarrollo de África. La única salida de este previsible atolladero es abolir la sociedad de clases, expulsar del continente los intereses militares occidentales y ampliar la política comercial dentro y fuera de África.

El socialismo como sistema económico indispensable para contrarrestar a los Estados imperialistas exige la organización y movilización del proletariado, del campesinado, de la juventud y de la intelectualidad revolucionaria centrada en un programa de integración y unificación inmediatas. Los cada vez mayores problemas vinculados al militarismo imperialista, los efectos potencialmente desastrosos del cambio climático y sus exigencias concomitantes referentes a conseguir unas fuentes de energía sostenibles, un suministro de agua limpia, una producción agrícola centrada en el ser humano, la garantía de una atención sanitaria y una educación de calidad exigen la atención de todas las organizaciones africanas serias.

La AfCFTA solo se hará realidad cuando todo el peso de las masas se encamine a su realización. El genio creativo del pueblo en su búsqueda de la libertad total y la justicia social es insustituible.

Abayomi Azikiwe

Abayomi Azikiwe: Director de Pan-African News Wire.

Nota:

[1] https://au.int/en/pressreleases/20190707/operational-phase-african-continental-free-trade-area-launched-niger-summit consultado el 18 de julio de 2019.

Artículo original en inglés:

African Free Trade Area Launched in Niger, publicado el 18 de julio de 2019.

Traducido por Beatriz Morales Bastos para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).

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