El Reino Unido amaneció hoy en campaña, luego de que el Parlamento accedió finalmente a respaldar la propuesta del primer ministro Boris Johnson de adelantar las elecciones generales para el 12 de diciembre próximo.

Será la primera vez desde 1923 que los británicos tendrán que ir a las urnas antes de Navidad, y los partidos políticos cuentan con apenas 43 días para tratar de conseguir el apoyo de un electorado que muestra evidentes signos de agotamiento como resultado de la crisis del Brexit.

El propio Johnson, a quien la oposición hizo sufrir hasta el último minuto con su reticencia a respaldar el adelanto de los comicios, admitió anoche que será una carrera ‘dura’.

El gobernante conservador apuesta por el voto de los que buscan la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) para mantenerse en el número 10 de Downing Street.

Creo que es hora de que este país se una, concrete el Brexit y siga adelante, apuntó Johnson, quien aspira a recuperar la mayoría parlamentaria necesaria que le de luz verde al acuerdo de salida que negoció con la UE.

El controvertido político, famoso por su cabellera rubia indomable y un discurso atrevido, relevó a la dimitente Theresa May en julio pasado, con la promesa de sacar al país de la alianza europea de una vez por todas, sin excusas ni pretextos, pero al igual que su antecesora, chocó con el valladar parlamentario.

Los ‘leavers’, como se les llama en el argot del Brexit a los británicos que quieren abandonar la UE, ganaron por estrecho margen (51,9 por ciento) en el referendo de 2016, pero esa correlación de fuerzas cambió desde entonces.

Según analistas, al arrepentimiento de muchos de los votaron a favor del divorcio habría que sumar las decenas de miles de jóvenes que arribaron a la edad electoral en los últimos tres años.

El principal rival de Johnson, el laborista Jeremy Corbyn, apelará, por su parte, a ese sector descontento con los vaivenes de la política doméstica, pero sobre todo a los que se sienten afectados por los recortes y la austeridad estatal impuesto por el gobierno conservador.

Estas elecciones representan una oportunidad única para que esta generación transforme nuestro país, y recupere los intereses del pueblo, aseguró Corbyn, quien prometió hacer la campaña electoral más ambiciosa y radical en la historia del Reino Unido.

Entre los cambios que propone están la renacionalización del servicio ferroviario, un incremento del salario mínimo a 10 libras esterlinas la hora, un nuevo sistema nacional de Educación, y una ‘revolución verde’, además de impedir que las compañías asentadas en los llamados paraísos fiscales accedan a los contratos del Estado. Respecto al Brexit, un eventual gobierno laborista buscaría negociar otro pacto con la UE, que entre cosas mantendría al Reino Unido dentro de la unión aduanera y el mercado único europeo, al tiempo que garantizaría la protección de los derechos de los trabajadores a ambos lados del canal de La Mancha.

En todo caso, asegura Corbyn, el acuerdo sería sometido a la aprobación de los británicos en un nuevo referendo que incluiría además la opción de permanecer dentro de la alianza.

Aunque con menos oportunidades de llegar al poder, el Partido Liberal Demócrata adelantó que centrará su campaña en el 41,1 por ciento que votó en contra de la ruptura con la UE.

Estas elecciones decidirán el futuro de nuestro país para las próximas generaciones, y constituyen nuestra mejor oportunidad de elegir un gobierno que detenga el Brexit, aseguró su líder, Jo Swinson.

El Partido Nacional Escocés también se lanzó al ruedo electoral, con la determinación de impedir la salida de Escocia del espacio europeo, y poner fin a la década de austeridad impuesta por los gobiernos conservadores, la cual, afirman, a afectado en particular a ese territorio.

Según el vocero de los nacionalistas escoceses en la Cámara de los Comunes, Ian Blackford, esa organización tampoco abandonará sus sueños independentistas.

El populista Nigel Farage, quien fundó el Partido del Brexit a raíz del referendo de 2016, aspira a capitalizar el descontento de los ‘leavers’ más radicales con el tratado de retirada firmado por Johnson con sus pares europeos.

Por fin se rompió el bloqueo, ahora el Brexit tiene una oportunidad para vencer, afirmó Farage en Twitter, después que la Cámara de los Comunes votó a favor del adelanto de las elecciones.

El Reino Unido debió abandonar la UE el 31 de marzo pasado, pero la negativa del Parlamento a apoyar el tratado de retirada firmado por May obligó a retrasar la salida, primero para abril, y luego para el 31 de octubre.

La nueva fecha del controvertido divorcio quedó fijada ahora para el 31 de enero de 2020.

Nestor Marin