Cuando ya parecía que se habían quedado sin pretextos para no aceptar su derrota en las elecciones presidenciales de Ecuador, la oposición pretende instaurar hoy una nueva farsa: el fraude informático.

En la primera vuelta de comicios, el pasado 19 de febrero, intentaron, infructuosamente, demeritar el proceso, totalmente transparente y democrático, con el argumento de fallecidos en el padrón electoral y ruptura de la cadena de custodia del material destinado a los sufragios.

Como castillo de naipes se cayeron todas sus mentiras, ante los datos ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral, que luego del escrutinio, decretó balotaje, pues el candidato ganador, Lenín Moreno, consiguió 39,36 por ciento de los votos, sin llegar al mínimo de 40 requerido por ley.

La segunda ronda, efectuada el domingo 2 de abril, ratificó la victoria de Moreno y el Movimiento Alianza PAIS, con 51,16 por ciento de seguidores, frente al 48,84 obtenido por Guillermo Lasso y su coalición CREO-SUMA, resultado que tampoco pudieron aceptar los opositores.

Ahora, la teoría para desconocer el triunfo de la revolución ciudadana es introducir el fantasma del fraude informático, que el presidente del CNE; Juan Pablo Pozo, aclaró: es falso, una infamia e imposible.

El nuevo montaje pretende hacer creer que en las actas se cambiaron los votos y sufragios que les favorecían, los pusieron a nombre del expresidente y representante de Alianza PAIS.

‘Si hay un fraude, ha sido moral, por tanta infamia y tanta mentira’, aseguró el titular del máximo órgano electoral, quien ratificó la imparcialidad del ente, cuyo principal objetivo es hacer respetar la voluntad del pueblo en las urnas.

Según sus precisiones, no hubo discrepancias entre actas observadas y datos oficiales subidos en la página web del CNE, donde la ciudadanía podía verificar el escrutinio en tiempo real, y los observadores reportaron que al cierre había delegados de las dos organizaciones políticas en pugna en las mesas de votación, a quienes se entregó una copia del acta.

No obstante, Pozo llamó a los denunciantes a presentar las actas que se cambiaron informáticamente, pues para eso cuentan con tres recursos, la objeción, impugnación y apelación.

En su criterio, la derecha solo busca generar estado de opinión y no acudir a la institucionalidad.

Mientras, será necesario esperar las tres fases restantes, en las que se presentan y resuelven las respectivas reclamaciones, para declarar los resultados finales oficiales, aunque la tendencia es irreversible.

CREO-SUMA tendrá entonces la posibilidad de validar su teoría, al presentar las actas con cambios de voto de un binomio a otro, como sostiene, y para eso cuenta con el respaldo de Alianza PAIS, que públicamente anunció su adhesión a las impugnaciones de la derecha, para revisar mil 795 actas.

‘Solicitamos al CNE que esa revisión se efectúe de manera inmediata, en lugar público y con presencia de los medios de comunicación nacionales e internacionales y delegados de los dos movimientos, para demostrar una vez más que mintieron al país, defraudaron la fe pública, generaron violencia e intentaron sembrar el caos en Ecuador, afirmó José Serrano, ganador de uno de los curules en la Asamblea Nacional.

Por su parte, la secretaria ejecutiva de Alianza PAIS, Doris Soliz, advirtió que una vez se confirme la mentira y la voluntad popular manifestada a favor de Moreno, exigirán con firmeza judicializar las acciones de quienes cometieron el delito de atentar a la fe pública y a Guillermo Lasso presentar disculpas públicas ante el pueblo.

La imposibilidad de cualquier tipo de fraude fue ratificada además por las Misiones de Observación Internacional, que con 269 delegados desplegados en todo el territorio nacional, corroboraron la participación de miembros de los dos partidos en las mesas de votación en todas las etapas de las justas.

La verdad saldrá a luz, y como dice Juan Pablo Pozo, la historia sabrá poner las cosas en su lugar y deslindar responsabilidades.

Sinay Céspedes Moreno