En ese escenario, por más desesperada que sea su actitud, Bolsonaro se acoge a la perspectiva de reproducir la actitud de Trump, como forma de responder a una situación cada vez más difícil para los líderes de la extrema derecha. Puede que Bolsonaro asuma que su futuro es disputar su continuidad política más allá del 2022, al igual que su amigo Trump; en ese caso no le quedaría más alternativa, en caso de se alargue su pérdida de prestigio, que un futuro similar al del derrotado presidente norteamericano.

Eric Nepomuceno