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La responsabilidad de los médicos: Advertir a la opinión pública sobre la criminalidad del Estado y su encubrimiento
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Global Research, julio 12, 2021

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En mi opinión, como médico experimentado, nunca hubo (y todavía no hay) ninguna justificación médica para las medidas extremas tomadas en todo el mundo en nombre de un solo coronavirus sin complicaciones (que nunca fue nuevo como se afirma).

La supuesta pandemia supuestamente siempre fue un problema médico. Los médicos están capacitados (o deberían estarlo) para resolver problemas médicos.

Se necesitan muchos años de intensa formación y experiencia para producir médicos competentes. El hecho de que los médicos hayan sido apartados del asunto (y de que, vergonzosamente, se hayan dejado de lado) para resolver un problema médico, le dice todo lo que necesita saber sobre lo que ha sucedido.

La práctica adecuada de la Medicina fue deliberadamente corrompida por políticos y pseudocientíficos y el caos, la confusión y el miedo resultantes generados (con la ayuda maliciosa de los psicólogos del comportamiento) es un resultado directo de eso.

Ahora, la opinión pública es incapaz de distinguir entre buenos científicos y malos científicos.

¡Confían en políticos de los que alguna vez desconfiaron!

Las únicas personas capaces de liderar (y capacitadas para sacar) a la opinión pública de su síndrome de Estocolmo, disonancia cognitiva, trastorno de estrés postraumático, depresión severa (elija) como resultado de más de un año de tortura psicológica severa a través de la propaganda del miedo y “arbitrariedad” (la creación deliberada de confusión con mensajes contradictorios, etc.) son médicos honestos.

La opinión pública está desesperada por obtener una pista creíble de este caos pseudo médico obvio. La opinión pública creerá en los médicos a quienes percibe como honestos y seguirá su ejemplo.

Los médicos tienen el deber ético de proporcionarlo y, con mayor urgencia, los médicos deben detener el programa de vacunación dando la alarma sobre el gran número de muertes por las “vacunas” y el fraude / encubrimiento que tan obviamente constituye la ausencia de autopsias.

Una prueba de PCR positiva nunca se equiparó con un “caso” y las “muertes” se crearon de manera fraudulenta mediante la falsificación de certificados de defunción con el fin de aterrorizar a las poblaciones y hacerlas tomar una vacuna peligrosa basada en genes que no se había probado adecuadamente y que era ineficaz y que no necesitaban durante un período de tiempo bajo una supuesta emergencia que claramente no era una emergencia (Ioannidis).

Y recuerde siempre el fraude pandémico de la gripe porcina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2009. Según tengo entendido, ese episodio en particular de tonterías médicas fue detenido casi sin ayuda por un médico, el Dr. Wolfgang Wodarg , quien posteriormente forzó una investigación oficial en el Consejo de Europa que debidamente encontró a la OMS culpable de fraude ¡Y todos se olvidaron!

Ante la flagrante ausencia generalizada de las garantías y la transparencia habituales y el nivel extremo de coacción, creo que los médicos deben inferir (de las mejores cifras que tenemos a nuestra disposición) que el asesinato en masa por parte del Estado y su encubrimiento está teniendo lugar en todo el mundo y que continuará.

En circunstancias tan tensas, los médicos tenemos el deber profesional y ético de advertir a la opinión pública con urgencia de la criminalidad por parte del Estado que está en curso.

La responsabilidad recae en el Estado para demostrar que estamos equivocados.

No podrán hacer eso porque han encubierto con intención criminal los asesinatos en masa ocultando y destruyendo sistemáticamente pruebas de asesinatos en escala masiva.

Llega un momento en que el gran volumen de declaraciones exculpatorias falsas indica la intención de cometer un delito.

Hay mucho más que decir, estos son mis primeros pensamientos, un tanto apresurados.

***

Dr. C. Stephen Frost

Dr. C. Stephen Frost: Destacado médico activista por los Derechos Humanos y en contra de la Guerra. Del Norte de Gales. Fundador de Doctors for Covid Ethics. Investigador asociado del Centro de  Investigación sobre Globalización (Global Research).

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