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Hace ya dieciséis años, el Ejército de los Estados Unidos en asociación con los colonizadores ingleses, invadió nuestro país bajo el pretexto de “Guerra contra el Terror” y el desmantelamiento de los talibanes y de Al-Qaeda. Los invasores derribaron y aniquilaron a los talibanes en unas semanas, pero en su lugar instalaron las hienas yihadistas, empapadas con la sangre de miles de personas.
Los ocupantes de EEUU y sus socios de la OTAN mataron a miles de afganos inocentes durante las operaciones de sus Fuerzas Armadas, bombardeos con B-52 y ataques con drones. En su último informe, el Trbunal Penal Internacional reveló los chocantes métodos de tortura física y psicológica utilizados por el personal militar de EEUU contra civiles afganos, en prisiones secretas de la CIA. Pero este informe no fue capaz de chocar la conciencia de las autoridades afganas ni de intelectuales que exponen a las cabezas en la televisión como “expertos” y “analistas políticos”, la mayoría de ellos vendidos – los traidores no se atreven a oponerse a los maestros.
La guerra de dieciséis años de Estados Unidos en Afganistán que Noam Chomsky, respetable pensador norteamericano, calificó de “crimen más horrible de los últimos años”, transformó nuestro país devastado por la guerra en algo completamente dependiente del imperialismo. Los elementos y grupos más corruptos y anti-nacionales están en el poder hoy.
Recientemente, John Sopko de SIGAR [Special Inspector General for Afghanistan Reconstruction], declaró: “Gastamos millones de dólares para restaurar la oficina de un ministro, para convertirlo en un palacio… [Los líderes del gobierno afgano deben] procesar a comandantes corruptos dentro de las Fuerzas de Defensa Nacional y de Seguridad Afganas (ANDSF)…”.
Karzai, y ahora Ghani, levantaron el tema de la lucha contra la corrupción para engañar a las personas, mientras que sus acciones, en el mejor de los casos, se limitaron a detener a algunos oficiales de bajo rango, mientras todo el aparato de los ministerios y del Parlamento están ocupados por reyes de la corrupción que gozan del apoyo incondicional de EEUU. Más recientemente, el escándalo de corrupción que involucra al orador del Parlamento y bien conocido Gulbuddini, Abdul Rauf Ibrahimi, salió a la luz.
Los jefes del gobierno de títeres mafiosos de Afganistán y sus lacayos intelectuales, están muy contentos con el anuncio de la “nueva estrategia” de Donald Trump, ya que prolongará sus vidas amenazantes. Pero la verdad es que esta “nueva” estrategia no es realmente nueva, es la continuación de las políticas agresivas de EEUU, que hundirá aún más nuestro país en la ocupación y las rivalidades sangrientas de las potencias mundiales.
El aumento del número de tropas de EEUU en Afganistán no es para garantizar la seguridad del país o aniquilar las creaciones de EEUU, el Talibán y el Estado Islamita, sino para mostrar su poder a sus rivales, Rusia, China e Irán. si pocas semanas desde que la estrategia fue anunciada, y decenas de civiles fueron muertos en los bombardeos ciegos del Ejército criminal de EEUU en varias partes de Afganistán.
Estados Unidos intentará financiar sus nuevos costos de guerra saqueando los minerales de Afganistán, como Trump mencionó en una reunión con Ghani, y el presidente traidor aceptó la demanda inmediatamente.
Las personas que están hinchando para que EEUU “presionen” a Pakistán, se olvidan de que el gobierno inmundo y el Ejército de Pakistán ha promovido el terrorismo, ha entrenado y exportado el más sanguinario y reaccionario grupo a nuestro país en las últimas décadas, de acuerdo con las órdenes y los dólares de la Casa Blanca.
Los Estados Unidos también estaban bien informados sobre el papel de Pakistán en la capacitación de los talibanes en más de dieciséis años, y aún dio miles de millones de dólares en forma de ayuda y equipamientos militares para el país porque al lado de su gobierno de títeres en Kabul, Occidente necesitaba sus creaciones del Talibán para justificar la presencia de sus Fuerzas Armadas, y legalizar su guerra en Afganistán. Trump, básicamente, intentó arrastrar a Pakistán y la India a una guerra en Afganistán, y advirtió a Pakistán sobre sus crecientes relaciones con Rusia y China, en lugar de, en realidad, presionarlo para impedir la educación de los talibanes.
Criminales como Atta, Salahuddin Rabbani, Mohaqeq, Dostum, Latif Pedram, Amrullah Saleh, Zia Massoud, Qanooni y otros, que tienen la traición en la sangre, están despreciando la representación de las etnias no pashtunes, como “descentralización de poder”, para juntar fuerzas con sus hermanos más traidores, Ghani, Gulbuddin, Hanif Atmar, Masoom Stanikzai y otros, por su parte en el poder. Los conflictos tribales, lingüísticos y sectarios han sido fundamentales para los planes imperialistas de Estados Unidos en Afganistán, para que Estados Unidos pueda impedir la unidad y la movilización de nuestro pueblo, hundiéndolos en este pantano y realizando sus planes oscuros en Afganistán y en la región, enfrentarse a dificultades.
Queridos compatriotas,
Expulsar a los ocupantes extranjeros hacia la independencia es el primer paso para derrotar a los talibanes, el Estado Islamita y sus partidarios intelectuales. Sólo cortando las manos de invasores extranjeros, sus marionetas se volverá huérfanas, y la lucha de nuestro pueblo y de los defensores de la justicia y de la democracia para derribar a esos traidores y criminales serán más fáciles.
En caso contrario, la presencia de EEUU en nuestro país resultará en terrorismo, tráfico de drogas, corrupción, inseguridad y pobreza, un lugar permanente aquí. Los portavoces y las máquinas de propaganda de Occidente intentan ocultar la dolorosa realidad de Afganistán y las políticas malignas de EEUU, pero la verdad es que la historia demuestra que ninguna nación ha alcanzado prosperidad ni ha progresado bajo una fuerza criminal extranjera, y su gobierno de títeres.
Nuestro pueblo no puede escapar de este desastre y miseria, a menos que tenga el destino en sus propias manos bajo el liderazgo de una fuerza progresista.
Rawa
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