A pesar de los llamados a la sensatez y en medio de los avances del Ejército sirio en todo el país, los terroristas liderados por el otrora Frente Al Nusra distribuyen y ubican en áreas de la provincia de Idleb cohetes con gases tóxicos.

Tales áreas son colindantes con el norte de Hama y el oeste de Alepo, cuya ciudad cabecera- a menos de 80 kilómetros- fue atacada recientemente con proyectiles de gas cloro que lesionaron a 107 personas.

La situación es realmente complicada, precisaron analistas, porque abarcan la región contemplada en el acuerdo de zona desmilitarizada acordada por Rusia, Turquía y la aceptación de Siria pero nunca respetada por los extremistas.

Independientemente de las pugnas internas, dirimidas a tiros, secuestros y detenciones, el exAl Nusra fue el encargado de entregar el armamento a otros grupos coaligados como los llamados Guardianes de la Religión y el Partido del Turkestán.

También recibieron ese equipamiento los denominados Ejército del Caúcaso y de Al Izza, los cuales en las últimas horas y luego de algunas pugnas con Al Nusra, decidieron colaborar y propiciar acciones conjuntas.

En Idleb, 320 kilómetros al norte de Damasco, se concentran según estimados, unos 50 mil terroristas de las mencionadas organizaciones, los cuales debieron al menos, entregar las armas pesadas y acogerse a negociar, según lo acordado.

El acuerdo de zona desmilitarizada, que además preveía el patrullaje conjunto de la Policía Militar rusa, tampoco se ha concretado y se continúan detectando violaciones de alto al fuego de manera continúa.

Para las más diversas fuentes, estas acciones sabotean cualquier tipo de negociaciójn prevista y quedan al margen de las que se efectúan a partir de Sochi, Astaná o Ginebra, destinadas a poner límites la guerra impuesta a Siria.

Pedro García Hernández