La 25ª Reunión Anual del Foro de Sao Paulo se está llevando a cabo del 25 al 28 de julio en Caracas, Venezuela. La primera reunión se celebró en 1990 en São Paulo, Brasil, con 48 organizaciones políticas y movimientos sociales liderados por Fidel Castro, del gobernante Partido Comunista de Cuba, y Lula Da Silva, del opositor Partido de los Trabajadores de Brasil.

Esa primera reunión parecía ser una reunión urgente de movimientos de izquierda que podrían proporcionar una evaluación de lo que fue un evento político importante con el colapso del bloque socialista en Europa. Este 25º Foro de Sao Paulo seguramente analizará las causas de algunos cambios políticos desde aproximadamente 2009 en América Latina y cómo detener los continuos ataques contra la Revolución Bolivariana, que hoy es el bastión del antiimperialismo, y así prevenir el colapso del proyecto socialista de hoy en Venezuela y América Latina.

Esta es una reunión de partidos políticos progresistas y de izquierda en el mundo que se reúnen regularmente para intercambiar experiencias y compartir ideas para fortalecer la lucha de los pueblos por la soberanía y la democracia, la justicia social, el desarrollo sostenible y la inclusión social.

El Foro de Sao Paulo nació con dos propósitos principales: por un lado, debatir sobre la situación mundial de los asuntos sociales después de la caída del muro de Berlín y las consecuencias del neoliberalismo en los países de América Latina y el Caribe; y, por otro lado, sentar las bases para la creación de una alianza de laboratorios de investigación de ideas y escuelas de pensamiento donde expertos y analistas pudieran ofrecer reflexiones y análisis intelectuales, y ayudar a desarrollar políticas sociales, económicas, políticas y estrategias militares para la región.

Desde que Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela en 1999, América Latina y el Caribe habían hecho grandes progresos en esta dirección. Tanto es así que la administración de los Estados Unidos se dio cuenta y procedió a atacar cada avance que se considerara contrario a los intereses de su hegemonía imperial. Por su propia declaración, el gobierno de los Estados Unidos ha puesto el ojo a Venezuela, Cuba y Nicaragua para un cambio de régimen.

Hoy, los objetivos específicos son continuar profundizando el debate, pero lo más importante es tratar de avanzar con propuestas para la unidad de acción en la lucha antiimperialista, y la promoción de intercambios en torno a problemas económicos, políticos, sociales y culturales que el movimiento de izquierda enfrenta en el continente.

Venezuela está dando el paso ejemplar de tal unidad.

El pasado 19 de julio, diez partidos políticos de la izquierda venezolana firmaron el “Manifiesto de Caracas por la Paz, la Soberanía y la Prosperidad de Nuestra América”, un documento de ocho páginas que sintetiza un enfoque de consenso de las organizaciones revolucionarias que será presentada por la delegación venezolana en el Foro de Sao Paulo. [1]

El coordinador político del comité preparatorio del evento, Julio Chávez, argumenta que el foro ofrecerá la oportunidad de trazar estrategias que permitirán cambiar la correlación de fuerzas en favor de los procesos progresistas en la región. Declaró: “Creemos que el foro será trascendental en la medida en que se supere lo declarativo y se afine un plan de lucha en el hemisferio”.

Julio Chávez, quien también es diputado en la Asamblea Nacional Constituyente, dijo: “A 25 años de la primera edición del Foro de São Paulo están en pugna dos visiones del mundo: el monroísmo, impulsado por Donald Trump, inspirado en la doctrina de dominación y del mundo unipolar gobernado por la hegemonía de los Estados Unidos; versus la doctrina bolivariana que plantea la construcción de un mundo pluripolar.”

También expresó, “Pese a las diferencias, la izquierda local está unida en torno al rol que juega Venezuela en esta transición entre la hegemonía unipolar y la construcción de la multipolaridad.”

Luego de un resumen del contexto geopolítico mundial y una revisión de Venezuela como el epicentro regional de la agresión estadounidense en el hemisferio occidental, el Manifiesto de Caracas advierte que el cambio de régimen en Venezuela es el objetivo más codiciado para reconstruir su hegemonía en el continente. “El asalto contra Venezuela es un ataque contra un proceso político basado en la diversidad de movimientos sociales y partidos políticos que de forma unitaria apuntalan la independencia y propugnan el socialismo.” Por lo tanto, “defender a Venezuela es defender a Nuestra América”. Del mismo modo, ” La victoria de la paz en Venezuela será el triunfo de la soberanía regional. ”

Para lograrlo, el Manifiesto de Caracas establece diez “objetivos estratégicos”. Los primeros cuatro objetivos son:

1. Impulsar una nueva correlación de fuerzas en el continente, capaz de conformar un bloque político que preserve los espacios de poder conquistados y derrote la política del imperialismo en América Latina y el Caribe.
2. Elaborar y poner en marcha un plan de lucha común a escala continental, articulado entre los partidos progresistas, revolucionarios y en general, de izquierda y los movimientos sociales, que tengan como eje las luchas reivindicativas, políticas y culturales de los pueblos, y la solidaridad con la Revolución Bolivariana y con todas las fuerzas en lucha a nivel continental y mundial, en la perspectiva de construir el Frente Antiimperialista Internacional.
3. Construir consenso en relación a la necesidad de preservar la paz en el continente, tal y como lo decidieron los jefes de Estado en la Cumbre de la CELAC realizada en La Habana (2014), el rechazo a su militarización y por ende, a la presencia de bases militares de la OTAN.
4. Promover el socialismo como la alternativa de los pueblos ante la crisis general del capitalismo.

Las propuestas concretas para el Foro incluyen: 1. Apoyar una iniciativa patrocinada por el Foro para organizar una Conferencia Internacional para promover el respeto por el derecho internacional y prevenir la imposición ilegal de medidas coercitivas unilaterales; y 2. Alentar el establecimiento de la Cátedra Permanente “Bolívar versus Monroe” como un espacio para el estudio e investigación de la realidad política de la región.

Sin duda, los partidos revolucionarios de Venezuela que suscriben el Manifiesto de Caracas asumen la responsabilidad más dura, no solo de la defensa diaria de la Revolución Bolivariana dentro de Venezuela, sino también prometiendo un compromiso con la “tarea de trabajar intensamente por la unidad de todas las fuerzas populares y patrióticas.”

Deseamos a todos los delegados en Caracas un exitoso Foro de Sao Paulo.

Nino Pagliccia

Notas:

[1] https://www.aporrea.org/actualidad/n344749.html