Print

Reconoce la Asamblea General de la ONU al gobierno constitucional de Maduro
By
Global Research, diciembre 07, 2021
estrategia.la
Url of this article:
https://www.globalizacion.ca/reconoce-la-asamblea-general-de-la-onu-al-gobierno-constitucional-de-maduro/

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoció el lunes al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro como representante legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, lo que fue calificado por el embajador Samuel Moncada como “una victoria del pueblo soberano contra las agresiones coloniales de Estados Unidos”.

En 2019 el esclavo colonial creado por Estados Unidos para saquear a Venezuela tuvo apoyo de 60 países. Hoy en la Asamblea General de la ONU sólo 16 de 193 países se negaron a reconocer al presidente Maduro, es la victoria del derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos, añadió.

Como era previsible, fue el alfil de la política estadounidense en Sudamérica, fue vocero de la política de Washington. La representación de Colombia, que habló en nombre de Australia, Brasil, Canadá, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Georgia, Guatemala, Honduras, Islas Marshall, Israel, Paraguay, Reino Unido y Corea del Sur, aclaró que a pesar de que la resolución fue aprobada, no debe interpretarse como un reconocimiento tácito de sus países a Maduro o sus representantes designados en esta asamblea .

La relección de Maduro en 2018 no fue reconocida por la oposición, siguiendo la polpitica de destitución o derrocamiento de Maduro dictada por Washington. En enero de 2019 el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente legítimo de Venezuela, y fue reconocido por Estados Unidos y decenas de sus países aliados y dependientes.

En ese entonces, más de 50 gobiernos expresaron su apoyo a Guaidó, quien no gobernaba a nadie pero obtuvo patente de corso para apoderarse de los recursos del estado venezolano en el exterior, mientras Caracas exigió respeto a la soberanía nacional, el derecho a la autodeterminación de los pueblos, a la integridad territorial y a la no injerencia en asuntos internos, así como a la obligación de no amenazar la paz y la seguridad de la nación.

El gobierno venezolano acusó a Estados Unidos de impulsar planes de desestabilización y estar detrás del denominado gobierno interino de Guaidó, a quien acusó del robo de las empresas del Estado en el exterior.

El canciller venezolano, Félix Plasencia, calificó el reconocimiento de la ONU como “una bofetada contra la injerencia y la agresión imperialista” y “un baño de realidad a quienes persisten en dar oxígeno a una fantasía política moribunda, con la intención de seguir beneficiándose de los activos robados al país”.

La corporación petrolera Citgo (filial de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA), con sede en Estados Unidos, las reservas de oro depositadas en el Banco de Inglaterra, y la empresa petroquímica Monómeros, con sede en Colombia, se cuentan entre los principales activos expoliados al Estado venezolano bajo la supuesta autoridad del gobierno interino.

Ahora que Nicolás Maduro ha sido reconocido por la ONU, ¿le devolverán las potencias a Venezuela los multimillonarios recursos que le saquearon en nombre del espurio Guaidó?, xe pregunta el diario mexicano La Jornada.

El guaidosismo se desinfla

El publicitado gobierno interino de Juan Guaidó, la estructura institucional paralela que creó Estados Unidos para tratar de derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro en Venezuela, continuó resquebrajándose, ahora desde dentro, tras el anuncio de Julio Borges, su “canciller”, de abandonar esa estrategia, que se ha convertido, dijo,  más en un problema que en una solución.

Es más, pidió la desaparición total del supuesto gobierno: “No hay ruta, no hay unidad y no hay estrategia”, dijo Borges durante el anuncio de su renuncia. Su retiro del equipo de Guaidó deja a la oposición más debilitada, tras la reciente derrota en las elecciones para gobernadores y alcaldes.

La estrategia ideada por Washington se debilita con la salida de Borges. Guaidó lleva tres años en el cargo simbólico de “presidente interino”, sin que desde hace dos se hayan producido avances y sus apetencias están puestas en las elecciones presidenciales de 2024, aunque para eso todavía queda mucho tiempo,  otros tres largos años.

Varias corriente opositoras cree que el tiempo de Guaidó se ha acabado y el antichavismo necesita recomponerse para presentar una alternativa sólida.

Obviamente, los objetivos del interinato made in USA no se han cumplido. Guaidó logró un inmenso respaldo internacional en 2019, que sumado a las protestas en el interior del país intentaron poner en jaque a Maduro, incluyendo tentativas de golpes de Estado e invasión de mercenarios. El chavismo, sin embargo, resistió.

Un aire financiero

Por otro lado, el gobierno de Venezuela contempla que los ingresos por exportaciones de crudo financiarán 61 por ciento del presupuesto nacional para 2022, en medio de las sanciones estadounidenses que afectan la comercialización de la estatal petrolera PDVSA. El flujo de ingresos de PDVSA ha estado golpeado por la caída de la producción debido a los años de desinversión, así como por el impacto de las sanciones contra la petrolera desde 2019.

Este año la industria ha aumentado su bombeo de crudo levemente con la ayuda de países aliados y ha logrado vender en el exterior más de 500 mil barriles por día, pese a las medidas de presión de Washington.

El proyecto de presupuesto 2022 estima que los ingresos petroleros para cubrir los gastos de salud, educación y salarios, serían equivalentes a unos ocho mil 200 millones de dólares, de acuerdo con el tipo de cambio que calcula el emisor venezolano; y con esos fondos cubriría 61 por ciento del gasto total.

Álvaro Verzi Rangel

Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la).

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article.