El lanzamiento de la bomba no nuclear más poderosa de los Estados Unidos sobre Afganistán es la lúgubre confirmación de que el nuevo presidente de aquel país, Donald Trump, se rindió ante el Partido de la Guerra que domina, también, a Gran Bretaña, Francia, Alemania y otras potencias menores, como España e Italia.

Se trata de un hecho muy peligroso para el mundo, pues vuelve a estar bajo la amenaza de una guerra nuclear.

Todo indica que el Partido de la Guerra (o sea, el complejo militar, industrial, financiero y mediático que domina a Occidente) puso de rodillas a Trump, a cambio de mantenerlo como títere en el poder.

Tras el ataque a Siria ordenado por Donald Trump, los riesgos de un conflicto nuclear entre grandes potencias son mayores que nunca

Las señales de lo anterior son absolutamente convincentes. Repasémoslas:

1. El despido del consejero de Seguridad Nacional, general Michael Flynn, quien era partidario de la liquidación del terrorismo islámico, sin provocar una guerra mundial.
2. La marginación de Stephen Bannon como principal asesor de Trump en la Casa Blanca. El sistema de noticias del gobierno estadounidense, La Voz de América, publicó (13 de abril de 2017) que (Bannon) “parece estar quedando aislado tras semanas de luchas internas entre él y los allegados a Jared Kushner, el yerno del presidente”[1].
3. El cambio de postura con respecto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Durante su campaña electoral, Trump la había calificado de obsoleta. Sin embargo, tras recibir al secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, dijo simplemente lo siguiente: “Me quejé de eso hace mucho tiempo, y ellos hicieron cambios, y ahora sí luchan contra el terrorismo”. Luego, Trump agregó: “Dije que era obsoleta. Ahora ya no es obsoleta.”
4. La propuesta de resolución hecha por Washington ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (que fue vetada por Rusia), en el sentido de que la Fuerza Aérea de Siria quedara bajo el mando de la ONU, en la persona de Jeffrey Feltman, ex empleado de la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton.
5. El ataque contra una base aérea de Siria, efectuado el jueves 6 de abril de este 2017, bajo el pretexto de que desde esas instalaciones despegó el avión que lanzó un agente químico contra la población civil de la ciudad de Al Shayrat.
6. La utilización de la bomba no nuclear más poderosa de los Estados Unidos, la GBU-43, de 10 toneladas de peso, sobre el distrito de Achin, provincia de Nangarhar, en Afganistán donde, según la Casa Blanca, hay una red de túneles utilizados por el Emirato Islámico.
7. El distanciamiento entre Washington y Moscú. Trump dijo (12 de abril de 2017) que no tiene una buena relación con Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, había advertido -un día antes- que su nación está dispuesta a soportar el papel de enemigo común.

Todo este complejo escenario no contempla la movilización estadounidense en las proximidades de Corea del Norte.

El Partido de la Guerra y sus amos, están servidos; la paz mundial, peligra.

Jorge Santa Cruz

Jorge Santa Cruz: Periodista mexicano.

Notas:

[1] La Voz de América: El papel de Bannon parece incierto. Recuperado el 13 de abril de 2017: http://www.voanoticias.com/a/bannon-futuro-estratega-trump-kushner-lucha-interna/3808370.html