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¿Wall Street se encarga de financiar la lucha contra el neoliberalismo?
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Global Research, febrero 11, 2019
20-01-2019
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Hoy leí un interesante artículo sobre México y cómo los economistas neoliberales a través de la aplicación de una “poderosa medicina del Fondo Monetario Internacional (FMI)” contribuyeron a “provocar estragos” entre los pobres del mundo al tiempo que “protegían a las élites financieras”.

Luego, llegué al final del artículo publicado por Alternet:

“Este artículo fue producido por Globetrotter, un proyecto de The Independent Media Institute”.

The Independent Media Institute, una fundación de beneficencia exenta del pago impuestos apoyada por George Soros, un magnate multimillonario de Wall Street, un gestor de fondos de cobertura que participa en la especulación en los mercados de materias primas (‘commodities’) y de divisas.

The Independent Media Institue se describe así mismo como:

“Basado en Internet, noticias y hechos, el boletín representa una perspectiva indiscutiblemente de izquierda y anticapitalista, que sirve como un portavoz para los temas antiglobalización y antinorteamericanos”.

Globetrotter es un proyecto del IMC que (de acuerdo con el IMC):

“Examina las luchas por la independencia, la dignidad y la democracia en el mundo en desarrollo, desde los modelos económicos hasta la guerra y el imperialismo”.

No hace falta decir que quedé perplejo: ¿Wall Street está financiando la lucha contra el neoliberalismo?

Una crítica de la agenda macroeconómica del FMI para América Latina está financiada por una fundación propiedad de uno de los financieros más importantes de Wall Street.

Leí el artículo una vez más: el artículo en realidad no apunta contra la élite financiera de Wall Street involucrada en desestabilizar la economía mexicana. Se enfoca principalmente en los fracasos de la burocracia del FMI, sin reconocer que la burocracia del FMI actúa siempre en representación de Wall Street.

Si bien el autor acusa a la misión del FMI en México de asumirse como salvadora, “El personal del FMI recomendó una política que terminó profundizando los graves problemas de pobreza y desigualdad en México”.

Sin embargo, uno se queda con la impresión de que todo es un gran fracaso de gestión, que bien puede rectificarse cambiando la receta del FMI y capacitando a los funcionarios para que conozcan las realidades de los países en desarrollo:

Alguien debería alentar al FMI a que deje de enviar equipos de personal a países como México. Cada uno de sus informes es idéntico al anterior. Y nada parece ser aprendido por estos equipos. Hace años, un economista de alto rango del FMI me dijo que cuando llegó a un país de Asia central no sabía nada sobre ese país, no pudo ver nada de eso cuando estuvo allí y prácticamente no sabía nada al momento de hacer la revisión del Artículo IV.

Lo único que hizo en el país fue sentarse en una habitación con aire acondicionado, escuchar los informes que le dieron los funcionarios de un atribulado Ministerio de Finanzas y, luego, hacer un informe basado en la misma receta antigua del FMI: realizar recortes, socavar el bienestar, escalar la privatización y asegurarse de que los bancos estén contentos, etc. (Alternet, énfasis añadido)

“Asegúrate de que los bancos estén contentos”. Sí, ese es el objetivo principal. Y la receta estándar es funcional a sus intereses.

El FMI está controlado por Wall Street y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Y tiene vínculos informales con el Pentágono. Se interconecta generalmente con los “tanques de pensamiento” (‘think tanks’) de Washington. Es parte de lo que se llama el “Consenso de Washington” (‘Washington Consensus’), el conjunto de medidas económicas letales que se imponen a los países en desarrollo endeudados.

“Financiamiento de la disidencia”

Wall Street financia a numerosas organizaciones y movimientos sociales (que dicen luchar contra el neoliberalismo), incluido el Foro Social Mundial (FSM). ¿Cómo se logra una “disidencia a la medida”?

Básicamente, mediante el “financiamiento de la disidencia”, es decir, mediante la canalización de recursos financieros desde aquellos que son la causa de los movimientos de protesta hacia aquellos que están involucrados en la organización de los movimientos de protesta.

La cooptación no se limita a comprar favores de los políticos. La élite económica, que controla las principales fundaciones, también supervisa el financiamiento de numerosas organizaciones no gubernamentales (ONG’s) y organizaciones de la sociedad civil, que han participado históricamente en los movimientos de protesta en contra del orden económico y social establecido.

Los programas de muchas ONG’s y movimientos populares dependen en buena medida del financiamiento tanto de fundaciones públicas como privadas, incluidas las fundaciones Ford, Rockefeller y McCarthy, entre otras.

El movimiento en contra de la globalización se opone a Wall Street y los gigantes petroleros de Texas controlados por Rockefeller, et al. Sin embargo, las fundaciones y organizaciones de beneficencia de Rockefeller et al. se encargan de financiar “generosamente” redes anticapitalistas de corte progresista, así como ambientalistas (que se oponen a las grandes empresas petroleras), con vistas a monitorear y dar forma a sus diversas actividades. (Michel Chossudovsky, Manufacturing Dissent, Global Research, 2015)

El capitalismo global financia el anticapitalismo: Entre lo absurdo y lo contradictorio.

No puede haber un movimiento de masas relevante cuando la disidencia es “generosamente” financiada por los mismos intereses corporativos que son el blanco del movimiento de protesta. En palabras de McGeorge Bundy, presidente de la Fundación Ford (1966-1979), ” todo lo que hizo la Fundación [Ford] podría resumirse a ‘lograr que el mundo sea seguro para el capitalismo'”. (Ibídem)

Los “chalecos amarillos” de Francia

¿Intentarán las instituciones de la élite infiltrarse en los “chalecos amarillos”? Sin duda el aparato policial y de inteligencia de Francia ya tiene contemplada esta posibilidad.

Hasta el momento el movimiento está plenamente consciente de los peligros que conlleva la cooptación. No hay evidencia de que los “chalecos amarillos” hayan sido cooptados o financiados con fondos externos. Mientras que Soros ha apoyado las llamadas “revoluciones de color”, los “chalecos amarillos” han expresado su posición en relación con las “revoluciones falsas” financiadas por el establishment financiero.

En el caso de Francia, el movimiento “chalecos amarillos” cuenta con una estructura de base.

Los “chalecos amarillos” piden la retirada de Francia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Abordan las consecuencias del neoliberalismo mientras toman una postura firme en contra de la guerra. El movimiento no es manipulado por ONG’s o partidos políticos. En palabras de Diana Johnstone:

“El discurso a la Nación en la víspera del año nuevo pronunciado por el presidente Emmanuel Macron dejó perfectamente claro que después de un intento poco convincente de lanzar algunas migajas al movimiento de protesta de los “chalecos amarillos”, había tomado la decisión de adoptar una “línea dura”.

Macron es un antiguo miembro del equipo de Rothschild & Cie Banque:

Macron es la encarnación de este sistema. Fue elegido por la élite para llevar a cabo las medidas dictadas por “el Mercado”, implementadas por la Unión Europea. No puede darse por derrotado. Pero ahora que la gente está despierta y sabe lo que está pasando, tampoco dará marcha atrás (a las protestas).

A pesar de una lamentable degradación en su sistema educativo, los franceses de hoy son tan educados y sensatos como el pueblo de cualquier otra nación. Si son incapaces de ejercer la democracia, entonces la democracia es imposible.

Michel Chossudovsky

Michel Chossudovsky: Profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, es fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research). Sus escritos se han publicado en más de 20 idiomas, es un activista antiglobalización y antibélico. Ha actuado como profesor visitante en organizaciones académicas en Europa del Este, América Latina y el Sudeste asiático, además de asesor de gobiernos en países en desarrollo y consultor de organizaciones internacionales como el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la República de Serbia por sus escritos sobre la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia (2014).

Artículo original en inglés:

How Wall Street Finances the Battle against Neoliberalism?, publicado el 20 de enero de 2019.

Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article.