La recién finalizada visita a Francia del presidente chino, Xi Jinping, mostró la voluntad común de estrechar los lazos, y trascendió el espacio bilateral para alcanzar los ámbitos europeo e internacional.

De domingo a martes el mandatario asiático permaneció en territorio galo y cumplió una intensa agenda que incluyó varios encuentros con el presidente anfitrión, Emmanuel Macron.

Tras compartir una cena privada el domingo en la localidad costera de Beaulieu-sur-Mer, Macron recibió el lunes a Xi con una ceremonia oficial en el Arco de Triunfo, para luego sostener una reunión de trabajo en el Palacio del Elíseo.

Al término de la sesión, las partes firmaron numerosos acuerdos comerciales, entre los que sobresalió un encargo de 300 aviones Airbus por un valor estimado de 30 mil millones de euros.

‘La conclusión de un gran contrato para Airbus es un avance importante y una excelente señal (…) de la fuerza de nuestros intercambios’, destacó el jefe de Estado anfitrión en conferencia de prensa conjunta.

Según los detalles, el pacto rubricado a través de la compañía China Aviation Supplies Holding Company incluye 290 aviones Airbus A320 (de mediano alcance) y 10 Airbus A350 (de larga distancia).

El Palacio del Elíseo informó además que se suscribieron tratos en diversos sectores como el nuclear, el naval, el ambiental, la energía, la investigación espacial y el artístico.

En la rueda de prensa, los dos mandatarios resaltaron los acuerdos firmados como la muestra de la voluntad de seguir estrechando los nexos bilaterales.

De su lado, Macron publicó en su cuenta de la red social Twitter que la estancia aquí de Xi permitiría ‘reforzar nuestra asociación estratégica y afirmar el rol de Francia, Europa y China por un multilateralismo más fuerte’.

La última jornada de la estancia estuvo dedicada precisamente a los temas europeos e internacionales, con una reunión entre los presidentes chino y francés, la canciller federal alemana, Angela Merkel; y el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Al finalizar la cita, los cuatro abogaron por estrechar los lazos entre Beijing y la Unión Europea (UE), y defendieron la importancia de ello por su trascendencia global en la consolidación del multilateralismo.

El mandatario anfitrión indicó que en la reunión fueron identificados cuatro puntos principales de convergencia, y el primero se refiere a realizar un verdadero trabajo conjunto para construir un multilateralismo fuerte que contribuya a la paz y seguridad internacionales.

En segundo lugar, mencionó la unión de fuerzas para responder a la urgencia climática, y en tercero subrayó la necesidad que de la asociación entre la UE y China sea ejemplo de una cooperación basada la construcción de ‘una confianza estratégica entre nosotros’, lo que incluye nuevas formas de competencia leal.

Por último, realzó la necesidad de reforzar el diálogo para una visión común del futuro del multilateralismo, a través de las iniciativas impulsadas por ambas partes.

De su lado, Xi consideró que China y la UE avanzan juntas a pesar de la existencia de algunos desacuerdos, y llamó a construir sus nexos anclados en la confianza y la competición positiva.

En cuanto a temas internacionales, resaltó la importancia de adoptar un concepto de gobernanza mundial definido a partir de la consulta, la cooperación y la búsqueda del beneficio para todos.

En la rueda de prensa también intervinieron Merkel y Juncker, quienes defendieron la búsqueda del equilibrio en las relaciones entre las partes, así como la necesidad ‘de hacer muchas cosas juntos, por nosotros mismos y por el mundo’, tal como señaló el dirigente europeo.

Luisa María González