A 50 años del asesinato de René Schneider, general constitucionalista de Chile
El asesinato del general chileno René Schneider, fallecido el 25 de octubre de 1970 tras haber sufrido un atentado tres días antes, es digno de recordarse, tanto por su posición en la protección del proceso constitucional de su país, como por las circunstancias en las que ocurrió su asesinato.
Fue un militar prodemocrático que afirmó que el rol de las Fuerzas Armadas debe ser apolítico. Durante una reunión con el Estado Mayor el 23 de julio de 1970, Schneider dijo lo siguiente:
Las Fuerzas Armadas no deben ser una catapulta hacia el poder político ni una alternativa a ese poder. Existen para garantizar el funcionamiento regular del sistema político y su uso para cualquier otro propósito que no sea la defensa constituye alta traición.
Schneider había hecho esta poderosa declaración en un momento en el que había agitación al interior del Ejército chileno para impedir la asunción de Salvador Allende, político de influencia marxista, como presidente electo de Chile. Se le llegó a conocer como la «Doctrina Schneider».
Su asesinato, a manos de una facción de derecha del Ejército encabezada por el general Roberto Viaux, un oficial retirado que había organizado un motín a causa de los salarios y las condiciones laborales de los soldados; la acción fue auspiciada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con el beneplácito de Henry Kissinger, asesor de seguridad nacional durante la presidencia de Nixon.
La “Doctrina Schneider” sería desafiada y finalmente destruida el 11 de septiembre de 1973, cuando un violento golpe militar derrocó al presidente Allende y llevó al poder una dictadura militar dirigida por el general Augusto Pinochet. El 30 de marzo de 2004 el asesinato de Schneider fue objeto de una denuncia judicial presentada contra Kissinger en Estados Unidos. Pero la acción fue desestimada y finalmente llegó a su fin en 2006.
La amenaza del surgimiento de gobiernos que podrían ser percibidos como antiestadounidenses en América Latina obsesionó a Washington durante décadas desde antes de la enunciación de la Doctrina Schneider. La Doctrina Monroe, a través de la cual Estados Unidos delimitó su “esfera de influencia” en Occidente, se aplicó no solo a las antiguas potencias europeas, sino también frente a la emergente URSS. El plan denunciado por la Junta Socialista de confiscar riquezas mientras operaba una forma de gobierno soviético causó mucha aprensión en Washington cuando se estableció la Junta de Gobierno de Chile en junio de 1932.
Las intervenciones estadounidenses en América Latina fueron persistentes y en la era de la Guerra Fría, Allende, quien siguió una política de nacionalización y se describió a sí mismo como un «enemigo implacable del imperialismo yanqui» provocó la ira de Estados Unidos, país que finalmente contribuyó a su derrocamiento.
Aunque la era de la Junta Militar aparentemente quedó en un pasado lejano, la relevancia de la Doctrina Schneider está vigente. Al golpe militar que derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya en 2009, siguió el rol fundamental que jugó el Ejército boliviano para asegurar la renuncia y el exilio del presidente Evo Morales, o como cuando el presidente Jair Bolsonaro puso sobre la mesa la posibilidad de una intervención militar en Brasil para proteger su poder.
Adeyinka Makinde
Adeyinka Makinde: Escritora residente en Londres, Inglaterra. Escribe regularmente en su blog persona, donde este artículo se publicó originalmente.
Artículo original en inglés:
50 Years Ago: The Assassination of René Schneider, Chile’s Constitutionalist General, publicado el 26 de octubre de 2020.
Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación Sobre globalización (Global Research).
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