AMLO juega con fuego geopolítico

En entrevista con Carmen Aristegui, Francisco José Quiroga Fernández, subsecretario de Minería del gobierno de López Obrador anunció el viernes pasado que será la empresa china Ganfeng Lithium quien explote los yacimientos de litio encontrados en el fronterizo estado de Sonora.

Curiosamente, el depósito se ubica en Bacadéhuachi, la misma región donde se registró el ataque a la familia LeBarón semanas atrás; y ha sido catalogado como el mayor desarrollo de ese mineral del mundo.

En caso de que esa decisión se confirme, el gobierno de la 4T estaría cometiendo un pecado capital mayúsculo, de ésos que sí pesan.

El primer aspecto del pecado es mantener la misma línea que se ha seguido durante décadas y se profundizó durante la era neoliberal en el rubro minero: entregar los yacimientos a privados a cambio de tasas impositivas, sin importar cuán altas sean éstas. En la modernidad, los países que tienen recursos considerados estratégicos los guardan para sí explotándolos a través de empresas estatales, no dándolos a privados nacionales o extranjeros. La Bolivia de Evo marcó la pauta con la creación de Yacimientos de Litio Bolivianos.

El segundo aspecto y de mucha mayor trascendencia es la asociación con China. En varias ocasiones del pasado reciente, la administración Trump se esforzó por demostrar que está de vuelta en el continente y luchará por mantener a raya a los chinos. Nuevamente el caso boliviano es el ejemplo más crudo de esa feroz pelea por los recursos estratégicos del hemisferio.

Teniendo ese telón de fondo, la 4T se ha aventurado a meter a los chinos en plena frontera con Estados Unidos, ignorando completamente las señales que enviaron al norte del Bravo tras el caso LeBaron.

No dudo que quienes convencieron al presidente López Obrador de dar a los chinos el acceso al litio mexicano hayan fundamentado las regalías y condiciones que están dispuestos a pagar. Desde el punto de vista mercantil seguro que son la mejor opción. Sin embargo, justo ése es el pecado: que los tomadores de decisión al más alto nivel no poseen cultura geopolítica y sólo se fijan en los pesos y centavos.

Esos pecados capitales cuestan y mucho. Veremos cuánto pagará la 4T por jugar con fuego geopolítico.

Edgar A. Valenzuela

Edgar A. Valenzuela: Politólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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