Argentina – Extrañas palomas de la derecha porteña
Los medios de comunicación hegemónicos y sus principales editorialistas, tanto gráficos como televisivos y radiales, fabricaron un nuevo y creativo simbolismo para tipificar a los principales referentes políticos del macrismo: algunos serían halcones y otros y otras palomas.
Estas expresiones literarias se sustentan en definiciones «científicas» provenientes de las nuevas fuentes de conocimientos e interpretación de las necesidades, deseos y ánimo de las masas: los focus group. De allí surge que lo conveniente es reforzar el perfil de líderes «moderados y dialoguistas” y presentarse como políticos de “centro”.
Los medios de comunicación hegemónicos y sus principales editorialistas, tanto gráficos como televisivos y radiales, fabricaron un nuevo y creativo simbolismo para tipificar a los principales referentes políticos del macrismo: algunos serían halcones y otros y otras palomas. Estas expresiones literarias se sustentan en definiciones «científicas» provenientes de las nuevas fuentes de conocimientos e interpretación de las necesidades, deseos y ánimo de las masas: los focus group. De allí surge que lo conveniente es reforzar el perfil de líderes «moderados y dialoguistas” y presentarse como políticos de “centro”.
Veamos entonces las conductas políticas de Horacio Rodríguez Larreta a fin de apreciar si se compadecen con la condición de «palomo», que le asignan los poderes mediáticos.
En los últimos días pudimos observar la imposibilidad del jefe de Gobierno para sostener su pretendido dialogismo. Si bien ante los grandes empresarios en el coloquio de IDEA el jefe de Gobierno porteño se mostró hiper dialoguista y decidido a terminar con la grieta y buscar consensos sólo pasaron unos pocos días para que se presente ante los medios, con el rostro adusto y cercano a la crispación, cerrando toda posibilidad de acuerdo y diálogo democrático poselectoral, entre las dos fuerzas políticas más importantes. El hombre pasó sin solución de continuidad de la «moderación antigrieta» a la inflexibilidad en la que se ubica su fuerza política de claro derechismo, inclusive cada vez más extremo.
Sin embargo, uno de los rasgos de la derecha porteña autoproclamada integrante del sector de las “palomas», es su política de enajenación de tierra pública a favor de los grandes capitalistas del negocio de la construcción. Esta línea continuadora y consecuente con la elaborada por Mauricio Macri, ya ha «logrado» privatizar 500 hectáreas del suelo de nuestra Ciudad de Buenos Aires, lo cual fue generando que nuestros barrios vayan siendo virtualmente ocupados por centenares de edificios, por infinitas toneladas de cemento, quitándonos espacios verdes, de luz, sol y aire.
Lo más trascendente de los últimos tiempos en esta materia es el intento de construcción de las torres de Costa Salguero y ahora de las nuevas torres de lujo que pretende llevar a cabo la más grande constructora del país: IRSA, en la Costanera Sur con el acuerdo e impulso para su negocio del jefe de Gobierno porteño. Lo notable e inesperado para los palomos es la vigorosa reacción de la ciudadanía a este fenomenal negocio, que generaría un daño irreparable a la calidad de vida del pueblo porteño. Desde el masivo pronunciamiento en las audiencias públicas, hasta la movilización directa de la barriada, como es el caso de las vecinas y vecinos de Villa Ortúzar quienes defienden su identidad histórica, su patrimonio cultural, la fisonomía de casas bajas; todo lo cual implica preservar la vida en común en un ámbito colectivo, social y cultural, como son nuestros barrios.
Y lo más reciente: a sólo tres días de las PASO, en una clara afirmación de que cuando se trata del negocio inmobiliario, «ni el músculo duerme, ni la ambición descansa», el macri-larretismo «moderado» aprobó en primera lectura en la legislatura una parte del proyecto para la construcción de nuevas torres en ocho barrios porteños. Una vez más los convenios aprobados son excepciones a las normas de edificación, con el único fin de que los privados potencien su negocio de cementización en la Ciudad.
También dijo presente la «paloma reina», María Eugenia Vidal. Luego de su expulsión de la Provincia de Buenos Aires por el voto popular en 2019, se presenta en nuestra ciudad «explicando» que la deuda externa con el FMI de 45000 millones de dólares tomada por su gobierno, se debe resolver contrayendo más deuda. Y siguiendo con sus posturas «moderadas y dialoguistas», acusa al Gobierno Nacional de que «te quieren pobre, burro y sometido»; un ejemplo flagrante de agresividad y desprecio. Además, sorprendentemente, pone el acento en la educación, cuando, entre las gestiones de Macri y Larreta el presupuesto en nuestra ciudad fue muchas veces subejecutado por falta de vocación y cayó en 10 puntos, colocándose entre los más bajos del país. Al mismo tiempo que se redujo el salario docente en un 29,9% en términos reales.
En la misma línea colombófila juramentó no subir los impuestos luego de que su jefe, Larreta, dispuso un tarifazo en plena pandemia: subió las tarifas de subtes, taxis, multas, parquímetros, Verificación Técnica Vehicular, peajes, creó un nuevo impuesto a los consumos con tarjetas de crédito. No faltó nada. Quizás lo que quiere decir es que jamás creará impuestos a la minoría de «super millonarios» de nuestra ciudad.
En suma, no hay ni «palomas» ni halcones». Los matices siempre existen en la sociedad y en la política, en este caso lo determinante es la ideología única y común, y los intereses económicos y culturales que representan. Siempre hubo y habrá diferencias entre las fracciones del poder, de allí surgen sus matices los cuales deben ser registrados, pero en este caso, son más desacuerdos insustanciales. En su esencia representan y defienden lo mismo: una ideología de derecha, con tendencias a posiciones extremas de ultraderecha, y que en nuestro país expresa el antiperonismo cerril, ahora redescubrieron el anticomunismo, clasismos racistas, xenofobias, rechazo a la diversidad sexual, a los pobres y a los extranjeros. No tardarán en sumar odios religiosos.
Todas y todos son la expresión de una derecha ideológicamente primitiva, que los medios concentrados decodifican para venderlo a la sociedad.
Lo nuestro es la defensa de una auténtica democracia, llena de participación en los distintos estamentos de la sociedad, en las instituciones populares, estudiantiles, científicas, sindicales, políticas, etcétera. Y en las calles y plazas del país. O sea, una democracia llena de pueblo, que ponga su norte en avanzar hacia la igualdad y sostenga la idea de la solidaridad. Sólo así podremos enarbolar la idea de Libertad.
Juan Carlos Junio
Juan Carlos Junio: Secretario general del Partido Solidario.Director del Centro Cultural de la Cooperación «Floreal Gorini».
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