El asunto Skripal es un engaño. Si Rusia no tiene la culpa, ¿Qué sigue?

Región:
Tema:

Nota del Editor: Este artículo publicado por primera vez en inglés el 5 de abril de 2018.

Hasta ahora está claro que el asunto Skripal resultó un engaño que ha tenido grandes repercusiones, entre otras, la interrupción de las relaciones diplomáticas con Moscú.

Este era el objetivo político desde un principio. Pero qué sucede ahora.

El Gobierno británico ha reconocido que no hay evidencia alguna de que Rusia haya sido la responsable de esparcir el gas nervioso, sin embargo, sigue manteniendo la retórica de que “el Kremlin estaba detrás del ataque”.

“Cortinas de humo”: El problema no es el gas nervioso

El asunto clave, sin embargo, no es el gas nervioso ni qué país lo esparció. Basta con leer la investigación de Scotland Yard que refuta categóricamente la historia oficial. Al mismo tiempo, hay razones para cuestionar la validez del informe antiterrorista de Scotland Yard.

De acuerdo con los oficiales de contraterrorismo y Scotland Yard, Peter Skripal y su hija fueron envenenados en su casa en Salisbury producto de un “escuadrón de asalto ruso que puso veneno en la puerta principal de Skripal”. Según Scotland Yard, “la mayor concentración del gas nervioso” se descubrió en la puerta principal de Skripal. “Se cree que el detective, Nick Bailey, que también fue hospitalizado, se enfermó después de ir a la casa” (The Telegraph, 28 de marzo de 2018)

Telegraph, 28 de marzo de 2018

Las declaraciones previas de Scotland Yard, así como la cobertura de los medios de comunicación son contradictorias.

Skripal no pudo haber sido envenenado por un gas nervioso peligroso en su casa bajo ninguna circunstancia.

¿Por qué?

Porque el gas nervioso es mortal y habría actuado inmediatamente y, por lo tanto, Skripal no habría podido irse de su casa (a bordo de su BMW o de lo que sea) al centro comercial donde luego lo encontraron (sentado en un banco) para llevarlo al hospital junto con su hija Yulia.

“…los expertos apuntan que tales gases pueden matar personas en pocos minutos. Simplemente Skripal no habría tenido tiempo de caminar hasta un restaurante o un centro comercial, donde finalmente lo hallaron”.

Véase el artículo incisivo de Bassid al Khalili: U.K. is Lying: If Skripal was Poisoned at His Home, The Agent Used against Him Cannot be Nerve Gas, Global Research 4 de abril de 2018)

Si Skripal y su hija hubieran sido envenenados por un gas nervioso (en su casa), lo habrían encontrado [muerto] en su casa y no en un banco dentro de un centro comercial. Esto en sí mismo desmiente la información oficial.

Sugiere además que la declaración de Porton Down en el sentido de que “Rusia no fue la responsable del gas nervioso” es una “pista falsa” (totalmente irrelevante) ¿Por qué? Porque la evidencia confirma de manera contundente que Skripal y su hija no fueron envenenados por un gas nervioso en su casa.

Es evidente -y no ha sido objeto de cobertura mediática- que el informe antiterrorista de Scotland Yard sobre el “escuadrón de asalto ruso” no solamente es falso, sino que echa por la borda toda la narrativa “oficial” del Gobierno británico, que también es falsa. Una mentira desmiente a otra mentira.

No hay que olvidar que este último y falso informe contraterrorista de Scotland Yard fue precedido por una serie de declaraciones “de la autoridad” (policía del Reino Unido) (analizadas y compiladas por Stephen Lendman):

En primer lugar, se alegó que el padre y la hija de Skripal fueron envenenados por un agente nervioso de categoría militar mientras almorzaban en un restaurante de Salisbury.

La narrativa cambió cuando se señaló que Yulia transportó de forma involuntaria el agente nervioso que había sido colocado en su equipaje en su vuelo de Moscú a Londres.

La historia luego se trasladó al BMW de Skripal, la toxina mortal embarrada en su manija,…

Luego vino la afirmación de que el agente nervioso en forma de aerosol probablemente les había afectado mediante el sistema de ventilación del automóvil.

La última versión oficial afirma que el supuesto agente nervioso fue embarrado en la puerta de la casa de Skripal.

Si cualquiera de las premisas anteriores fuera válida, los Skripal, los Bailey y las otras 38 personas que estuvieron expuestas a la misma toxina, estarían muertas, y seguramente también muchas otras.

Sin embargo, un mes después, nadie murió. Bailey se recuperó lo suficiente como para ser dado de alta de la hospitalización. El médico de Yulia dijo que ella logró mejorar de manera notable. Días antes, se informó que la condición de Sergey era estable.

Bombshell Report: Yulia Skripal Says Her Father is “All Right”

Por Stephen Lendman, publicado el 5 de abril de 2018

Rusia no fue la fuente del agente nervioso: La declaración de Porton Down. Boris Johnson y el Ministerio de Relaciones Exteriores

El Ministerio de Relaciones Exteriores de su Majestad se encuentra en crisis como resultado de la declaración de Porton Down de que Rusia no era la fuente del gas nervioso.

¿La justificación de expulsar a los diplomáticos rusos de varios países de la Unión Europea perdió su validez? No hay pruebas de que el gas nervioso fuera de Rusia.

¿Boris Johnson será obligado a renunciar?

“Rusia tiene la culpa”, señaló Theresa May, sin la menor evidencia. Las acusaciones infundadas del Gobierno del Reino Unido llevaron a la expulsión de diplomáticos rusos por parte de 20 países (18 países de la Unión Europea, más Canadá y Estados Unidos). y Moscú ha respondido expulsando a diplomáticos occidentales.

Ahora que el engaño ha quedado al descubierto. ¿Qué sigue?

Se le ha solicitado a Boris Johnson una explicación.

¿Habrá agitación política en varios países europeos? ¿Se normalizarán las relaciones diplomáticas tras estas revelaciones? Es poco probable, a menos que haya una reacción fuerte de parte de los Gobiernos de la Unión Europea que fueron engañados por el Reino Unido deliberadamente.

Captura de pantalla RT

Por el momento, tanto el Gobierno del Reino Unido como los medios de comunicación están en fase de negación. La última declaración de la oficina de Theresa May enfatiza que “[el Gobierno del Reino Unido] sabe que, durante la última década, Rusia ha investigado formas de administrar agentes neurotóxicos probablemente para asesinar…” (citado por The Washington Post, 4 de abril de 2018)

Los medios de comunicación aplican un doble estándar a la hora de cubrir asuntos de gran relevancia. Por ejemplo, el caso Skripal Novichock versus la masacre de Gaza:

Un doble agente ruso enfermo y su hija recuperándose en el hospital, culparon a Vladímir Putin

versus

14 palestinos inocentes asesinados y más de 750 heridos

La “masacre de Gaza” no es noticia de primera plana. No aparece en los tabloides. “Israel no tiene la culpa”.

Estos asesinatos, sin embargo, fueron ordenados por el Gobierno de Netanyahu.

¿No deberían estos 20 países occidentales contemplar también la expulsión de los diplomáticos de Israel?

Michel Chossudovsky

Michel Chossudovsky: Profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, es fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research). Sus escritos se han publicado en más de 20 idiomas, es un activista antiglobalización y antibélico. Ha actuado como profesor visitante en organizaciones académicas en Europa del Este, América Latina y el Sudeste asiático, además de asesor de gobiernos en países en desarrollo y consultor de organizaciones internacionales como el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ha sido galardonado con la Medalla de Oro de la República de Serbia por sus escritos sobre la guerra de agresión de la OTAN contra Yugoslavia (2014).

Artículo original en inglés:

The Skripal Affair is a Hoax. If Russia is “No Longer to Blame”, What Next?, publicado el 5 de abril de 2018.

Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).

Comentario sobre artículos de Globalización en nuestra página de Facebook
Conviértase en miembro de Globalización

Artículos de:

Sobre el Autor

Michel Chossudovsky is an award-winning author, Professor of Economics (emeritus) at the University of Ottawa, Founder and Director of the Centre for Research on Globalization (CRG), Montreal, Editor of Global Research.  He has taught as visiting professor in Western Europe, Southeast Asia, the Pacific and Latin America. He has served as economic adviser to governments of developing countries and has acted as a consultant for several international organizations. He is the author of eleven books including The Globalization of Poverty and The New World Order (2003), America’s “War on Terrorism” (2005), The Global Economic Crisis, The Great Depression of the Twenty-first Century (2009) (Editor), Towards a World War III Scenario: The Dangers of Nuclear War (2011), The Globalization of War, America's Long War against Humanity (2015). He is a contributor to the Encyclopaedia Britannica.  His writings have been published in more than twenty languages. In 2014, he was awarded the Gold Medal for Merit of the Republic of Serbia for his writings on NATO's war of aggression against Yugoslavia. He can be reached at [email protected]

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article. The Center of Research on Globalization grants permission to cross-post original Global Research articles on community internet sites as long as the text & title are not modified. The source and the author's copyright must be displayed. For publication of Global Research articles in print or other forms including commercial internet sites, contact: [email protected]

www.globalresearch.ca contains copyrighted material the use of which has not always been specifically authorized by the copyright owner. We are making such material available to our readers under the provisions of "fair use" in an effort to advance a better understanding of political, economic and social issues. The material on this site is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving it for research and educational purposes. If you wish to use copyrighted material for purposes other than "fair use" you must request permission from the copyright owner.

For media inquiries: [email protected]