Bolivia y Colombia buscan nuevos horizontes dentro de la red BRICS+

Los beneficios geoeconómicos de la adhesión de Bolivia y Colombia a los BRICS+ son muchos, ya que conduciría a un aumento del comercio, la inversión y el intercambio de conocimientos dentro del bloque, al tiempo que fomentaría la innovación y el crecimiento.

El marco de los BRICS+, con su enfoque inclusivo, representa un cambio significativo en las relaciones económicas internacionales, en particular para el Sur Global. El reciente interés de Bolivia y Colombia en unirse a los BRICS+ es indicativo de la búsqueda activa de América Latina de una estrategia de integración multipolar. Esto se alinea con los objetivos más amplios de los BRICS, que buscan proporcionar alternativas a las estructuras económicas tradicionales dominadas por Occidente y crear un panorama económico global más equitativo con la cooperación Sur-Sur, ofreciendo nuevas vías para la modernización económica y la colaboración entre las economías emergentes.

La integración de Bolivia y Colombia en el marco de los BRICS+ significa una aceleración del panorama geoeconómico de América Latina y el Caribe (ALC), marcando un momento crucial en la integración multipolar de la región, similar a la ascensión de Brasil a los BRICS a principios de la década de 2000. El concepto de cooperación sur-sur de la red BRICS+, articulado por primera vez por China en 2017, tiene como objetivo crear una red sólida entre las economías emergentes, trascendiendo las fronteras geopolíticas tradicionales y fomentando un diálogo económico global más inclusivo.

BRICS+: Red(es) geoeconómica(s) personalizable(s) 

Yaroslav Lissovolik, economista ruso y experto en relaciones internacionales afiliado al grupo BRICS+ Analytics, fue entrevistado en 2022 por Asia Times y dijo lo siguiente sobre la iniciativa:

“BRICS+ es un concepto innovador que abre innumerables posibilidades para buscar la cooperación entre BRICS y sus socios del Sur Global. No se trata de la expansión de la membresía de los BRICS en sí, sino que el concepto está dirigido a construir múltiples marcos para realizar el trabajo entre las economías de los BRICS y los diversos círculos de amigos/socios.

Una vía que ya se está implementando es la ampliación del número de miembros del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), de hecho, los proyectos de conectividad, desarrollo verde, etc. están disponibles para una mayor variedad de países del Sur Global. Otra vía posible es la creación de una plataforma de agregación para los acuerdos regionales en los que los países BRICS son miembros.

Esta plataforma puede ser aumentada o reforzada por una plataforma para las instituciones regionales de desarrollo (bancos regionales de desarrollo y acuerdos regionales de financiación), en la que los países BRICS son miembros. […] El elemento de flexibilidad adicional en una plataforma de este tipo sería el carácter plurilateral de dichas plataformas de cooperación BRICS+, dejando abierta la posibilidad de acuerdos bilaterales y plurilaterales para complementar la red central de alianzas regionales formada por los países BRICS y sus respectivos vecinos regionales”.

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A partir de la visión de Lissovolik, podemos entender cómo el potencial de BRICS+ radica en su capacidad para servir como conducto para alianzas regionales y bilaterales entre continentes, reuniendo diversos bloques económicos junto con las economías BRICS. Colombia y Bolivia, ambas naciones sudamericanas, participan activamente en varios bloques y acuerdos comerciales regionales que influyen significativamente en sus panoramas económicos. El enfoque de “integración de integraciones” propuesto por el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, resume esta visión, sugiriendo un modelo estratificado y multifacético de cooperación internacional.

Colombia es miembro de varios acuerdos comerciales, incluida la Alianza del Pacífico, un bloque comercial latinoamericano establecido para fomentar una integración más profunda entre sus miembros, que también incluye a Chile, México y Perú. Esta alianza no solo es una plataforma para la cooperación económica, sino que también sirve como enlace estratégico con los mercados de Asia-Pacífico. Además, Colombia tiene acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, que son fundamentales para su dinámica comercial, ya que le brindan acceso a grandes mercados de consumo y promueven la inversión extranjera. La nación también forma parte de la Comunidad Andina (CAN), que promueve la integración regional entre Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia, con el objetivo de facilitar un mercado común y un sistema jurídico armonizado dentro de la región andina.

Bolivia, por su parte, comparte con Colombia la pertenencia a la Comunidad Andina, lo que ha contribuido a reducir las barreras comerciales y a fomentar la cooperación económica entre sus miembros. Bolivia también es miembro asociado del MERCOSUR, un bloque comercial sudamericano que incluye a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Como miembro asociado, Bolivia goza de ciertos beneficios comerciales, como las reducciones arancelarias, aunque no está sujeta al sistema del Arancel Externo Común que se aplica a los miembros plenos. El estatus de Bolivia dentro del MERCOSUR está a punto de cambiar, ya que está en proceso de convertirse en miembro pleno, lo que integraría aún más su economía con la de las naciones sudamericanas más grandes.

Diferencias entre BRICS y BRICS+

Al participar en acuerdos comerciales sur-sur dentro de una red BRICS+, estos países pueden aprovechar situaciones de beneficio mutuo que fomentan el crecimiento y el desarrollo mutuos. Las inversiones de BRICS+ pueden ser particularmente transformadoras, ya que proporcionan el capital para una infraestructura a gran escala que cambia las reglas del juego y que, de otro modo, podría estar fuera de su alcance. Además, el acceso a préstamos de instituciones multipolares afiliadas a los BRICS+ permite flexibilidad financiera sin las estrictas obligaciones a las que se enfrentan los miembros principales de los BRICS. Esta colaboración económica estratégica no solo refuerza las economías individuales de Colombia y Bolivia, sino que también tiene un propósito geopolítico más amplio. A medida que estas naciones aumenten su estatura geoeconómica y su riqueza a través de los BRICS+, desarrollarán una perspectiva favorable hacia la arquitectura geoeconómica de los BRICS, lo que podría conducir a un bloque más consolidado e influyente en el escenario mundial.

Estos países sudamericanos pueden aprovechar una gran cantidad de beneficios económicos sin las pesadas responsabilidades que asumen las naciones del núcleo BRICS. Las responsabilidades de los Estados BRICS son onerosas obligaciones económicas y financieras entre sí y con las instituciones multipolares centrales que deben financiar y mantener. Si Colombia y Bolivia tuvieran que asumir este tipo de responsabilidad desde el principio, seguramente invadirían la capacidad de estos estados, y de cualquier estado en desarrollo del sur global, para crecer geoeconómicamente. Por lo tanto, esta es la lógica inteligente de BRICS+, al abrir una red desde la cual pueden intercambiar y desarrollarse, estos estados obtendrían acceso a la mayoría de los beneficios sin muchas molestias.

Al incorporar a los países de América Latina y el Caribe en este marco, BRICS+ está aprovechando eficazmente la integración regional como catalizador para una integración global más amplia y mejora en gran medida la resiliencia económica y la influencia diplomática de sus miembros. Los beneficios de la adhesión de Bolivia y Colombia a los BRICS+ son múltiples, desde el punto de vista geoeconómico, y conducirán a un aumento del comercio, la inversión y el intercambio de conocimientos dentro del bloque, fomentando la innovación, el desarrollo sostenible y la riqueza de sus ciudadanos. Una integración fluida de estos dos países en el marco de los BRICS+ marcará un momento crucial en la región, similar a la ascensión de Brasil a los BRICS.

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Miguel Santos García es un escritor y analista político puertorriqueño que escribe principalmente sobre la geopolítica de los conflictos neocoloniales y las guerras híbridas en el marco de la Cuarta Revolución Industrial, la actual Nueva Guerra Fría y la transición mundial hacia la multipolaridad.

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