Breves notas estratégicas, ante la matanza y la barbarie en Colombia
Más de 50 años de guerra revolucionaria en Colombia necesariamente han constituido de conjunto, una valiosa experiencia para las luchas de resistencia del pueblo colombiano. No obstante, en la actual coyuntura histórica, es necesario plantearse algunas otras estrategias de lucha.
A más de un mes del Paro Nacional en Colombia, es hora de evaluar la lucha y la resistencia, y es hora de sentarse a discutir que sigue. Los compañeros/as que liderizan la resistencia, juntamente con los aliados, deben encauzar la beligerancia, hacia nuevos horizontes. Lo señalamos ya que hemos visto como las fuerzas represivas del sì régimen de Iván Duque, han recrudecido las matanzas, las desapariciones, correr de sangre especialmente de los jovenes.
Creemos que es hora, de dejar de estar mostrando en las redes y canales de comunicacion, las matanzas terribles, ya que es hacerles el juego a los represores, al maximizar y propiciar el psico-terror.
Creemos que es hora, de olvidar-tumbar los puntos de resistencia o prácticas de resistencia urbanas, entendidas como el conjunto de movimientos que efectúa un grupo de personas en protesta sobre algo que les incomoda. Al principio fue y es un arma de lucha, pero no se puede mantener por siempre.
Los represores le “sacan punta” a la Guerra de Posiciones (consiste en un conflicto en el cual los participantes buscan ir ganando posiciones (fortalezas, ciudades, pueblos, colinas, sectores, barrios, otros) estratégicas al enemigo una tras otra hasta obtener la victoria en el conflicto); y a la Represión Selectiva (persecucion a los sectores más vulnerables, pobres, tanto en los procedimientos policiales y en el manejo de protestas sociales), como lo hemos constatado en el caso colombiano.
Es hora de retomar el paro nacional (nadie trabaja), para debilitar el aparato productivo del Estado déspota, y las concentraciones masivas (multitudinarias), ya que, para los agresores, es más difícil actuar como lo vienen haciendo, donde hay una masa humana muy grande.
Creemos que hay que hacer un trabajo político-ideológico con esa gran cantidad de hombres y mujeres, sobre todo con la juventud, para mantener la lucha de clases.
Creemos que hay que ir perfilando la lucha hacia las elecciones en Colombia 2022, plantearla como una lucha electoral. Organizar al pueblo para ganar sin ninguna duda y votar masivamente en las mismas. Buscar la forma de no solo ganar las presidenciales, sino el Congreso Nacional.
Creemos que los partidos de izquierda deben mantener la Unidad, y trascender hacia el apoyo de los movimientos sociales. A su vez, los partidos deben nuclearse en un polo revolucionario.
Es decir, buscar juntamente con el pueblo, una alianza, una amplia mayoría de fuerzas sociales, que puedan resistir la arremetida burguesa, en un posible y cierto triunfo del pueblo organizado.
Un posible candidato del pueblo, pudiera ser Gustavo Petro, quien valientemente se ha enfrentado a aquella burguesía apátrida colombiana. Deseamos plasmar algunas posiciones del candidato, sumándonos a Alberto Pinzón Sánchez, médico, antropólogo y ensayista colombiano: La primera es que ha logrado congregar alrededor suyo, un haz de voluntades políticas dispares alrededor de un programa claramente de Unidad Popular.
Y asi mismo, haber llegado por la vía democrática, debatiendo públicamente, denunciando y enfrentando a la histórica Oligarquía Trasnacionalizada de Colombia, dominante desde hace más de 200 años y que por primera vez en la historia nacional la “histórica polarización sectaria”, inducida siempre desde la cúpula del Poder, se haya trasformado y diferenciado en una clara oposición.
Otra posibilidad es que los llamados movimientos verdes, se pongan de acuerdo en un candidato unitario y de izquierda, para lanzarlo como posibilidad y no hacerle el juego a la derecha, cosa que no estamos seguros hagan.
En general muy sucintamente, además de respetuosamente, estas deben ser las Estrategias a seguir por el pueblo en resistencia colombiano, para frenar la ola de matanzas, e ir hacia estadios más de organización y lucha verdaderamente revolucionarias. Por supuesto, nos atrevemos a delinear estas estrategias, estando conscientes que la realidad colombiana es muy compleja, con múltiples aristas y pecando de ser inexactos y quizas descontextualizado, ya que no estamos en Colombia y no sabemos la realidad interna.
En síntesis, como señalan algunos analisis, el pueblo revolucionario insurgente colombiano, requiere la unidad de las luchas del campo con las de la ciudad, de la acción política con la movilización popular, requiere redefinir la acción armada para politizarla más claramente, creer más en las luchas electorales, como camino hacia la consolidación del poder popular e ir hacia una verdadera lucha de clases.
José A. Amesty R.
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