No hay ambigüedad sobre la vieja política Estados Unidos hacia la República Islámica desde su revolución de 1979. Trump, Pompeo, Bolton y sus subordinados son más hostiles hacia el país que cualquiera de sus predecesores. Sus acciones contra Irán hablan por sí mismas.
Se están esforzando por derrocar a su gobierno, a mi juicio, es poco probable que se lancen a una guerra debido a la oposición de la comunidad internacional, pero es posible siempre y cuando fracasen otras estrategias.
Anteriormente, Trump advirtió a los líderes de Irán y tuiteaba: “TIEMPO PARA EL CAMBIO”. Bolton dijo anteriormente que “la meta debería ser conseguir un cambio de régimen en Irán”; la guerra es su estrategia favorita.
Su nombramiento como asesor de seguridad nacional fue y sigue siendo una declaración de guerra virtual contra la República Islámica. Lo mismo ocurre con Pompeo.
Anteriormente, dijo que las sanciones más fuertes en la historia se mantendrán contra el país a menos que cumpla con las indignantes demandas estadounidenses que ningún liderazgo responsable aceptaría.
El Grupo de Acción de Irán (IAG, por sus siglas en inglés) del régimen de Trump, formado en agosto del año pasado, trata de derrocar a su gobierno, encabezado por el director de planificación de políticas del Departamento de Estado, Brian Hook, al servicio de la misma causa que Elliott Abrams contra Venezuela.
Los planes de larga data requieren que ambos países vuelvan a ser estados clientes de Estados Unidos, que pasaría a tomar el control de sus enormes reservas de energía.
Algo similar al Grupo de Acción de Irán está en juego contra Venezuela. Las tácticas incluyen sanciones con el objetivo de aplastar sus economías, querer socavar las relaciones económicas, financieras, comerciales y de otro tipo con otros países, junto con los esfuerzos para desestabilizarlas mediante la organización de disturbios internos: se trata de “revoluciones de color” y golpes de Estado a la vieja usanza.
Bolton le pidió al Pentágono que preparara planes para una guerra contra Irán y Venezuela, su estrategia favorita contra las naciones donde buscan llevar a cabo un cambio de régimen.
En el aniversario de la retirada ilegal de Trump del acuerdo nuclear con el Plan de Acción Conjunto y Completo (JCPOA, por sus siglas en inglés), Pompeo reveló la verdad que traía en su cabeza, diciendo que la acción apunta a “acabar con el comportamiento desestabilizador de Irán (inexistente) e impedir que Irán se hiciera de un arma nuclear” – aborrece, no busca, y quiere ser eliminado de cualquier parte.
El lunes, durante una visita con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en Tokio, Trump reveló los planes que trae en su cabeza en relación a Irán y señaló: “No estamos buscando un cambio de régimen”. Solo quiero dejarlo en claro”, y agregó que piensa “llegar a un acuerdo con” con Teherán.
Las autoridades gobernantes de la República Islámica descartan las conversaciones con Trump, el domingo, el ministro de Asuntos Políticos, Abbas Araqchi, dijo lo siguiente:
“La República Islámica de Irán está lista para establecer relaciones equilibradas y constructivas con todos los países de la región del Golfo Pérsico basadas en el respeto y los intereses mutuos”, y agregó:
Su gobierno rechaza las conversaciones directas o indirectas con los funcionarios del régimen de Trump. El mismo día, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Moussav, rechazó “las conversaciones directas o indirectas entre Irán y Estados Unidos”.
El presidente iraní, Hassan Rouhani, calificó de “puras mentiras” los informes sobre que Irán estaba tratando de negociar con los funcionarios del régimen de Trump, agregando:
“Las acciones que está tomando están destinadas a derrotar a la nación iraní”, queriendo que regrese a un estado de revolución anterior a 1979.
La semana pasada, Rouhani dijo que “favorece la negociación y la diplomacia, pero no lo aprueba en las circunstancias actuales”.
El sábado, durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo iraquí, Mohamed Ali Alhakim, en Bagdad, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán , Mohammad Javad Zarif, dijo que su gobierno ofreció firmar acuerdos de no agresión en otros países de la región del Golfo Pérsico, y agregó:
Estados Unidos está ilegalmente “intimidando a otros países para que cumplan con sus medidas unilaterales” en contra de Irán. Luego de reunirse el sábado con el presidente iraquí, Barham Salih, , dijo que la cooperación entre ambos países busca evitar una guerra en la región que podría poner en peligro la seguridad y la estabilidad de la zona.
Irán busca la paz, la estabilidad y la cooperación mutua con otras naciones, sus objetivos son opuestos a la forma en que se manejan Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Israel y sus socios imperiales.
Mientras los miembros de la línea dura del régimen de Trump continúen librando una guerra económica, financiera y de sanciones en contra de Irán, acompañada de una retórica hostil, el ruido de sables y la necesidad de socavar al JCPOA, las conversaciones con sus funcionarios son inútiles y no pueden conseguir nada.
Stephen Lendman
Stephen Lendman: Investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research), es también corresponsal en Chicago.
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Artículo original en inglés:
US Policy Toward Iran Is All About Regime Change, publicado el 27 de mayo de 2019.
Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).
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