Chile-Bolivia, en el umbral de otra hora cero
Los cruces de sables se tornaron más incisivos en la misma medida en que se acerca el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que se pronunciará sobre una demanda de Bolivia contra Chile.
En cualquiera de los escenarios posibles de este lunes, tampoco los magistrados de la CIJ dejarán el camino expedito para una solución al viejo diferendo de la anhelada puerta soberana al océano Pacífico que reclama Bolivia a Chile.
Será, una vez más, el final de un proceso con una probable sugerencia del tribunal a los dos países de que se sienten a conversar y limen asperezas. Sin embargo, también deslizará dentro de los entuertos leguleyos comentarios abiertos a la interpretación.
Aunque llamó la atención la ausencia de un canciller chileno, por primera vez en muchos años de litigios en la CIJ, anunciada por el actual ministro de Exteriores, Roberto Ampuerto, de todas maneras habrá una suerte de cuartel general en el Palacio de La Moneda.
A las 10:00 de la mañana hora local, el presidente de la República, Sebastián Piñera, seguirá por televisión el dictamen de La Haya, acompañado por Ampuero, y los ministros Andrés Chadwick (Interior), Gonzalo Blumel (Presidencia) y Cecilia Pérez (Gobierno).
Además, están junto al mandatario los titulares del Senado, Carlos Montes, y de la Cámara de Diputados, Maya Fernández Allende, ambos socialistas, el máximo representante de la Corte Suprema, Haroldo Brito, y varios funcionarios y diplomáticos.
Se trata de un tema de Estado para Chile, por lo cual en las últimas semanas se hizo énfasis en una postura común y varias reuniones de Piñera (centroderecha) con políticos y exmandatarios de diversos colores políticos.
A diferencia del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien si se refirió al contencioso que mantiene su país con Chile en La Haya, Piñera prefirió pasar por alto el asunto en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Chile dejará al agente ante la CIJ, Claudio Grossman, que atienda a la prensa y emita sus comentarios en torno al fallo, aunque obviamente habrá repercusiones y el asunto será punto focal de las más altas figuras del país austral.
El fallo de la CIJ lo único que hará, a priori, es fijar una postura en torno a la demanda de Bolivia para obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar.
Varios juristas locales ven tres opciones posibles en La Haya, la primera decir que Chile está obligado a negociar con Bolivia de buena fe, lo cual sería un triunfo rotundo del país del altiplano.
La segunda apunta a que la CIJ diga que sería razonable y oportuno que Chile se sentara a dialogar con Bolivia; y la tercera que Bolivia no tiene ningún título jurídico para conminar a Chile a conversar.
Bolivia espera un pronunciamiento favorable para obligar a Chile a sentarse a negociar una salida soberana al océano Pacífico, que perdió hace más de un siglo y que fijó nuevos límites en el llamado Tratado de Paz de 1904.
Fausto Triana
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