Colombia – El conservatismo subió a Petro
Al pensar en mi hijo Santiago, cómo ocultar la emoción por el triunfo de Gustavo Petro en Colombia… y, más allá, por el futuro de todos sus hijos que durante más de 200 años han soportado la violencia, la exclusión, la marginalidad, la injusticia, la intolerancia, del conservatismo.
El mismo que ha llevado al poder al líder del Pacto Histórico, como el primer presidente ‘de izquierda’, y a Francia Márquez, por primera vez una mujer afrodescendiente y de su ingente lucha como lideresa social, vicepresidenta. Hay que decirlo con todas las letras en mayúscula y, a la vez, explicar esa ambigüedad: EL CONSERVATISMO SUBIÓ A PETRO Y A FRANCIA. Primero, porque el pueblo se cansó de sus desafueros y, segundo, porque ante tal presión histórica no quedaba otra salida. Además, porque RH, su contrincante, no es más que un usurpador de la política, ‘constructor’, pero pirata, defraudador, delincuente y corrupto, con 19 procesos penales encima y más de 200 demandas ante instancias legales.
El 20 junio 1979 murió mi padre, Luis Jorge Muñoz Quintero, más conocido por sus amigos como El Gato. El 19.jun.2022, pasados 212 años desde la llamada ‘independencia’ frente al yugo español, por primera vez en Colombia (ya no más Fosa Común, quizás, porque espero empiece a recuperar su imagen para la vida y ojalá nunca más para la muerte) llega al Poder una pareja de rebeldes con causa (como el cineasta que ya citaré): Gustavo Petro, como presidente, por primera vez un representante de la ‘izquierda’ (hasta donde con él resiste el término pues no es marxista, socialista ni comunista, más bien un ‘social/demócrata’) y Francia Márquez, como vicepresidente, primera mujer negra en hacerlo y quien ha ejercido oficios poco dignos según los indignos, a lo que responde con dignidad/solvencia e hidalguía: sin rencor alguno. Solo piensa en algo tan hondo/metafísico, nada cosmético, sino esencial: vivir sabroso o sin miedo, en libertad, y, cómo no, hasta que la dignidad se haga costumbre.
Ahora, a través de mi padre, le escribo a su nieto, es decir, a mi adorado hijo Santiago, para compartirles, a todos los lectores, mi alegría, mi regocijo, quizás no mi felicidad, porque al decir de Chéjov no existe la felicidad sino el deseo de ser feliz, en todo caso, el ánimo exultante porque el pueblo ha expresado, con decisión, su rechazo a una clase política maloliente, podrida, corrupta. Podría decirse que a Petro y a Márquez los ha subido el conservatismo, sin dejar de citar, por contraste, a los millones de jóvenes, mujeres y mayores que expresaron su rechazo al continuismo narco/para/dictatorial para que el país vaya por donde debe ir: por la senda del auténtico cambio. No el de la apariencia, el que les sirve por igual a empresarios, políticos y medios masivos. Sino el cambio concreto, el que no finge ni busca seducir a nadie, ni se compra ni se vende, en fin, el que opera en beneficio de la mayoría excluida, maltratada, marginada, de la escala de movilidad y ascenso social, sin sesgo alguno.
Y los ha subido el conservatismo con todas sus cagadas históricas, sus metidas de pata, sus manos y narices untadas de cocaína, para beneplácito de los gringos y sus bancos, los que hasta ahora han designado quién sube y quién baja del poder en cualquier país del mundo, ayudados hoy por el sistema Lawfare, hijo torcido del Sistema, con sus jueces y medios masivos corruptos, como ocurrió en Brasil con Lula da Silva y Dilma Rousseff. Ambos acusados, siendo inocentes, por toda clase de delitos inventados por Sérgio Moro, el cipayo/lacayo entrenado diez años por la CIA para cumplir su cometido. Hoy, por fortuna, no hay en Colombia sino avisos de cambio, mejores vientos, buenos augurios, como el del arco iris sobre el Capitolio Nacional, apenas un día después de la llegada de Petro y Márquez como presidente y vicepresidenta de Colombia, o sea, el 20.jun.2022, en horas de la mañana.
El mismo día, pero de 1979, en que partió mi padre y que coincide con el de 2016 en que publiqué un ensayo sobre el genio rebelde de John Huston. Un genio nunca libre por poseer carácter, lo que le imprime a su obra una impronta de arte rebelde frente al statu quo y a su vida una condición de ser libre aun en medio del aparente fracaso o de lo que él consideraba la filosofía del fracaso del triunfo… que jamás fue el suyo. Pese al mal tino de tantos críticos que creyeron haberlo conocido íntima y profundamente: los que olvidan que nadie conoce a nadie, nunca lo suficiente. Mucho menos a los artistas y en particular a un gran artista. Por todo ello, a John Huston no hay otra cosa que hacer que recordarlo. Como hoy se festeja la llegada al poder del genio rebelde de Gustavo Petro, artista por otros medios. Tampoco libre por tener carácter y enfrentarse desde joven a un Statu Quo corrupto, para luego, desde hace 32 años, atreverse a cambiar al monstruo desde adentro con su óptica y su labor incansables.
Idéntica labor incansable que lo llevó a enfrentarse, ya como senador, a las huestes del uribato, del genocidio supremo causado por su ‘líder’ Varito, como lo bautizó el narco Fabio Ochoa, para destapar la olla pútrida del paramilitarismo y, por ahí derecho, de sus vínculos con el narcotráfico, con el crimen organizado, es decir, legal pero clandestino. Contra lo que ahora tendrá que luchar en compañía de la vicepresidenta Francia, digna mujer afro que, con sobradas razones, habla de los ‘nadie[s]’, a los que se les desconoce su humanidad, a los que no se les reconocen sus derechos, los que se han parado para cambiar la historia y ocupar la política; de ahí el grafiti: ‘Los hijos del pueblo pusimos presidente’. La misma que ha dicho: ‘Soy una mujer afrodescendiente a la que desde niña impusieron el miedo a reconocernos como mujeres y como afros, a la que le enseñaron a sentir vergüenza de su color de piel, de su cabello y de su historia’. (1) Y fue ninguneada, pero se sobrepuso con su voluntad de poder.
En tal sentido, no deja de ser diciente ni curioso que, al tiempo, se conozca la renuncia de J. C. Pinzón a la embajada en Washington, capital mundial del patriarcado y de la misoginia, como de la guerra es el Pentágono; así como las declaraciones del secretario de Estado gringo, Anthony Blinken. Mientras Pinzón hace caso omiso de las elecciones en Colombia que dieron vencedor al dúo Petro/Márquez, y llama la atención que su renuncia se da para un día antes de posesionarse aquéllos, el 7.ago.2022, Blinken felicita al pueblo colombiano por ‘ejercer su derecho al voto y reafirmar la fortaleza de su democracia’. Lo cual es gracioso pues si el poder real es económico, no tiene sentido hablar de democracia, Saramago dixit. La Blinken/estocada de (mal) humor no podía faltar, dados los business que median y el horror que esconden sin rubor/temor alguno: ‘Esperamos continuar nuestra sólida asociación con el presidente electo y construir un hemisferio más democrático y equitativo’. (2) ¿Será?
‘¿Y cómo lo van a hacer, Mr. Blinken, ¿a punta de guerras?’, preguntó la galería. El Mr. se hizo el Crazy, clamó al cielo por ayuda y, más temprano que tarde, aterrizó en la embajada. Solo se espera que en adelante haga declaraciones más sensatas, si se considera que el país más camorrero del mundo es EEUU, el único que le impone sanciones económicas y comerciales al resto del mundo, pero jamás recibe ni acepta una, el que dispone de un exclusivo código, para transacciones bancarias internacionales, el Swift, qué ironía si se sabe que Jonathan Swift, el autor irlandés de Los viajes de Gulliver, es rey del humor por la ironía. Y en Blinken solo hay humor negro por racismo, xenofobia, intolerancia. A todo esto, tendrán que enfrentarse Petro y Márquez, sin garantías de nada y con la resistencia de la ‘oposición’ en el Congreso, además de los medios prepago, cuyo afán de desaparecer la verdad va en directa relación al interés yanqui por Colombia, su reducto natural para el tráfico de cocaína.
Nada causa más miedo, a quienes detentan los privilegios, que la verdad. Nada asusta más, a los (malos) ‘eternos’ dirigentes, que el cambio. Si EEUU fuera un país amigo de la verdad, hacía rato se hubieran acabado las guerras y, mucho antes, las invasiones. Si el cambio no fuera más que un arma política para engañar incautos, así como la mejor de las formas para seguir en lo mismo, jamás un esperpento político, un remedo de ser humano, como Robolfo Herr-nández, hubiera podido ser candidato a la presidencia (en ese entonces de Fosa Común) ni lo hubieran acompañado en su empresa criminal ‘personajes’ como Varito, Fico, ‘El Tibio’ Fajardo. Haberse atrevido a tanto, solo se explica por los oscuros intereses de la caverna gringa y de sus lacayos en suelo amerindio, así como por la continuidad del prurito cocainero y su frenesí. Igual que por el saqueo de los recursos naturales y las reservas de biodiversidad de las que tanto se ufanan los malandros dirigentes criollos, pero que solo se llevan los EEUU.
Sin duda, el conservatismo subió a Petro/Márquez si se piensa en la culpa, el arrepentimiento y la patraseada de alguien como Ernesto Samper, quien tiene el dudoso ‘honor’ de haber estado en la nómina del Banco de los Trabajadores, de los Rodríguez Orejuela, de ser protagonista del reality show ‘Proceso 8.000’, de permitir dudar con certeza sobre quién es el victimario de la ‘Monita Retrechera’, la misma que se atrevió a enviarle unas joyas a Jacqueline Strouss y ésta las rechazó de forma rotunda. Episodio que luego el expresidente despachó en modo folclor diciendo que debió deshacerse de ella porque se puso ‘muy intensa’. Hoy muchos piensan que el término ‘deshacerse’, fue incluso puesto en práctica. El conservatismo los subió si se piensa en que el crimen del líder godo, y no es pleonasmo, Álvaro Gómez H. fue ejecutado por los sectores más retardatarios del país y en ellos se incluye a militares y altos políticos rojos y azules: sus distintas banderas son del mismo tono.
En conclusión, el conservatismo subió a Petro y a Márquez por la persecución unilateral a la guerrilla, por el deliberado descuido al no actuar igual con los paramilitares, por el descaro al escenificar la Operación Jaque y tantas otras en desmedro del pueblo colombiano, por las decenas de masacres ocurridas de 2016 a hoy, por la traición al Plebiscito del NO y a los mal llamados ‘Acuerdos de Paz’, meros ceses parciales de guerra, por la represión sobre los paros del 9S de 2020 (3) y del 28A del 21 (4), por las decenas de muertos y desparecidos con motivo del asalto policial al Éxito de Calypso en Cali, por los alevosos ataques a las Primeras Líneas en el Valle por cuenta de Duque, Molano y Zapateiro, por los incesantes asesinatos de líderes comunales, campesinos, mujeres, maestros y maestras, periodistas de ambos sexos, en fin, por la imparable, hasta ahora, ola de crímenes oficiales-clandestinos. Ojalá toda esta vergonzosa página de la historia criolla sea aclarada por este Gobierno, el de Gustavo Petro.
Nada más necesario. Nada más justo. Nada más equitativo. Sobre todo, con los jóvenes hoy hundidos en la niebla del desconcierto, la incertidumbre, la alienación virtual. Pero, también desideologizados vía medios masivos, sin norte emocional, con abismos mentales causados por desigualdad, desempleo, falta de acceso a la educación pública, gratuita y de calidad. E incluso asaltados por los préstamos del ICETEX, las deudas con los bancos, las excusas oficiales sobre ‘deudas’ contraídas dizque por el COVID-19, virus/negocio o plandemia, pero no pandemia sino epidemia vuelta pan/plan/demia. Todo ello debido no a causas naturales, sino artificiales producidas por los dueños del mundo, banqueros, ‘filántropos’, políticos, miembros de ese lumpen-oligarquía de la nobleza sin nobleza, de la aristocracia sin areté: ‘virtud’ aristotélica que incluye rasgos como magnanimidad, templanza, justicia y eje de la educación griega (la paideia, de ahí el libro de Werner Jaeger) (5), propuesto por Isócrates para que los jóvenes griegos se hicieran mejores ciudadanos. Para que luego fueran estadistas.
Pero, no esos estadistas del fascismo que fraguaron el fraude en las elecciones del 29.may y luego en las del 19.jun.2022. Como quien busca refrendar el de 1970 cuando a Rojas Pinilla lo suplantó Pastrana B. o desea repetir el de 2018 cuando Duque ‘venció’ en franco ardid, no en franca lid, a Petro. Para fortuna del pueblo, el juego (casi) eterno de la Registraduría no operó esta vez, quizás en virtud del reclamo previo del PH para que dicho ente permitiera auditar, a lo que se sumó el otro innombrable y su ‘Liga’, para garantizar votaciones ajustadas a la realidad y no sin ajustes ni con rebotes por el software. En síntesis, el conservatismo subió a Petro y Márquez a causa de sus propios males y, claro, por los daños causados al país durante dos siglos en que repartió el botín burocrático con el liberalismo: partidos que hoy están más desdibujados que el ‘ingeñero Robolfo’, luego de tratar de puta a la virgen y así echarse cuchillo al meterse con el Vaticano, las mujeres y, de paso, las trabajadoras sexuales.
Si bien hoy es muy difícil determinar quién es de derecha o de izquierda o si lo es de verdad, lo menos que cabe esperar del gobierno Petro es que cumpla con parte de su rosario de promesas y ya su objetivo estaría logrado. Huelga decir que aunque no sea de izquierda ni socialista ni comunista, lo más deseable es que mantenga la soberanía, que ponga énfasis en la justicia social, que si lo desea piense en la eficacia de su plan de Gobierno y en repartir la riqueza a la mayoría, no a unos pocos, sin verse alienado por la derecha recalcitrante que durante más de dos siglos apretó al pueblo, lo reprimió hasta la saciedad y lo eliminó poco a poco hasta convertir al país en un océano de sangre, que aún no para de derramarse sin control alguno y con todas las garantías de aumentar su caudal. Pero que, ojalá pronto, haga un corte radical a partir de la unión social, no tanto ‘sindical’, y de un pacto histórico justo y decidido.
Solo así podrá frustrarse la sentencia del brasileño Ariano Suassuna, cuya tácita advertencia, sin proponérselo, va para todos los que no saben de qué lado están o que sí saben, pero pueden complotar para confundir: “No concuerdo con la afirmación, hoy muy común, de que no existen más la izquierda ni la derecha. Creo que hasta quien dice esto, normalmente es de derecha… Quien es de izquierda, lucha para mantener la soberanía nacional y es socialista. Quien es de la derecha, es entreguista y capitalista. Quien, en su visión social, pone el énfasis en la justicia, es de izquierda. Quien la pone en la eficacia y en el lucro, es de derecha”. (Trad.: LCMS) (6) Si alguien puede servir para evitar escarceos por parte de Petro con el entreguismo, el capitalismo, la derecha, esa persona sería la mujer afro, la abogada justa, la ambientalista frentera y luchadora por décadas, Francia Márquez, ser humano sin igual y siempre dispuesto a la transformación humana y del mundo y al cambio político de verdad.
Cuando el 24.abr.2018 recibió el ‘Nobel del Medio Ambiente’, el Premio Goldman (7) Francia Márquez, dijo, entre otras cosas: ‘Soy parte de un proceso, de una historia de lucha y resistencia que empezó con mis ancestros traídos en condiciones de esclavitud. Soy parte de la lucha contra el racismo estructural. Soy parte de quienes luchan por seguir pariendo la libertad y la justicia. De quienes conservan la esperanza por un mejor vivir. De aquellas mujeres que usan el amor maternal para cuidar su territorio como espacio de vida. De quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, de los bosques y de los páramos’. Su talante lo ha mostrado desde el momento en que fue postulada como vicepresidenta del Gobierno por Gustavo Petro: una persona, una mujer, una lideresa que no es sumisa ni calla ante nada, que manifiesta su inconformidad ante la injusticia y que hurga en los intersticios del Sistema. Sistema patriarcal, machista, andro/falo/céntrico, dentro del cual está inscrito el propio PH.
Para que regresen los hombres con memoria al país de los hombres sin principios, hay que luchar por la vida de jóvenes, niños, mujeres, viejos, campesinos, negros e indios; recuperar la educación pública gratuita y de calidad; que el magisterio no se estanque sino que renueve el conocimiento y active las luchas sociales a través del diálogo y un pensum con historia, filosofía, libertad de culto, expresión y movimiento; exigir, no rogar, para que la violencia no siga consumándose a plena luz. En fin, que los carteles de Sinaloa, Jalisco y Los Zetas, ELN, disidencias FARC y el desgobierno, acaten la ley sobre tenencia, distribución y recuperación de tierras, vía Zidres, por expoliados/desplazados. Si se acepta el pensamiento diferente, debe tenerse la decencia de defender hasta la muerte la decisión de respetarlo, así como rescatar educación, arte y cultura, pero no esa cultura naranja oficial/clandestina. Para que así los tentáculos del lavado de activos y del dinero mafioso, no invadan hasta el último rincón de dichos rubros, vitales para el bienestar de Colombia: la que hoy regresa con Petro y Márquez, aupados por la inercia ultragoda que ahora tendrá que pagar su deuda histórica.
Luis Carlos Muñoz Sarmiento
Luis Carlos Muñoz Sarmiento: Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Colaborador de El Magazín de EE, 2012, y columnista, 23/mar/2018. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Siete ensayos sobre los imperialismos – Literatura y biopolítica, en coautoría con Luís E. Soares, fue publicado por la UFES, Vitória (Edufes, 2020). El libro El estatuto (contra)colonial de la Humanidad, producto del III Congreso Int. Literatura y Revolución, con su ensayo sobre Manuel Zapata Olivella y su novela Changó, el gran putas, fue lanzado por UFES, el 20/feb/2021. Autor, traductor y coautor, con Luis E. Soares, en el portal Rebelión, EE y Las2Orillas.
Notas, enlaces y bibliografía:
(3) https://rebelion.org/otra-fecha-de-luto-en-la-historia-nazional/
(4) https://rebelion.org/paro-nacional-28a-la-revancha-de-la-historia/
(5) JAEGER, Werner. Paideia: Los ideales de la cultura griega. FCE, Tomos I y II, PDF, 203 y 137 pp.
(6) https://www.facebook.com/photo/?fbid=1065231410197765&set=a.106279076093008
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