Cuba: Una cita definitoria

Abril será un mes de simbolismos y  acontecimientos en Cuba. La nación recordará el aniversario 60 de la primera gran derrota que sufriera el imperialismo yanqui en América Latina, cuando sus tropas mercenarias fueron derrotadas en las arenas de Playa Girón.

Pero será también el momento para la celebración del 8vo. Congreso del Partido Comunista, la fuerza política dirigente de la sociedad cubana. El Buró Político de la organización partidista acaba de ratificar que el evento se desarrollará del 16 al 19 de abril, aun en medio de la acción tenaz que desarrolla el país contra el rebrote de COVID-19.

La batalla económica volverá a centrar buena parte de los debates del máximo encuentro de los comunistas cubanos. Los anteriores dos congresos (2011 y 2016) fueron escenarios claves para adoptar decisiones transformadoras en la conducción económica del país: Se definieron lineamientos económicos y sociales que abrían espacios al trabajo privado y cooperativo, daban mayor autonomía a la empresa estatal, potenciaban la apertura a la inversión extranjera, ampliaban la gestión no estatal de la tierra y se mantenían las esencias de justicia social del proyecto, eliminando igualitarismos innecesarios y gratuidades y subsidios lesivos al desarrollo económico .

A la vez se definieron los sectores estratégicos del país en la Estrategia de Desarrollo hasta el 2030 y se fundamentaron las bases conceptuales del modelo de Desarrollo Socialista del país.

Una parte de esos ambiciosos propósitos se ha venido implementando y perfeccionando en esta década transcurrida, aunque a veces con errores que ha habido que rectificar o con demoras excesivas, más allá de la prudencia necesaria.

No se puede desconocer, que tales transformaciones han tenido el hándicap maldito de la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, arreciado en los últimos cuatro años por la saliente administración de Donald Trump.

También se ha tenido que batallar contra esquemas mentales obsoletos o esquemáticos en las instituciones, las empresas y parte de las cadenas de mando, encargadas de aplicar los cambios y transformaciones.

En el 2020, en medio del desafío sanitario y con una economía golpeada por los efectos de la pandemia y de la crisis internacional, la dirección del país dio pasos para acelerar la implementación de decisiones de los Congresos que no habían sido aplicadas o estaban a medias. Entre ellas el complejo paso del inicio del proceso de unificación monetaria y cambiaria en el país, que deja circulando solamente el peso cubano en la economía interna, conduce a una amplia reforma salarial, de la seguridad y la asistencia social, y también de los precios, y que elimina una parte de los subsidios y gratuidades aún presentes en las mercancías y servicios que se brindan a la población. Se pasa de la filosofía de subsidiar productos y servicios para todos a subsidiar a las personas o familias necesitadas.

Se adoptaron además decenas de medidas que dan mayor autonomía y posibilidades a las empresas estatales socialistas, sostén principal de la economía nacional, a la vez que se acaban de ampliar las posibilidades para ejercer el trabajo por cuenta propia.

El 8vo. Congreso deberá valorar con realismo el camino ya andado, señalar aciertos y errores, trazar el rumbo de los próximos 5 años y seguir mirando hacia el 2030.

La cita deberá debatir también los desafíos políticos, ideológicos y comunicacionales que enfrenta la Revolución Cubana, signados por la situación económica y por un nuevo período de “poder blando” y “diplomacia pública” en el cercano imperio. Variados intentos de “Revolución de colores” para derrocar a la Revolución se ensayan por estos días.

Atención se brindará al fortalecimiento de las estructuras y el accionar del Partido, así como al rejuvenecimiento de su militancia; elemento sustantivo para garantizar la continuidad del proceso revolucionario.

Al magno evento de los comunistas cubanos corresponderá además la alta misión de elegir la nueva dirección del Partido. La generación histórica de la Revolución dará paso a generaciones intermedias en la conducción política del país; algo que desde hace tres años se ha concretado en la dirección del Estado y el Gobierno.

Quedan dos meses para el Congreso. Cuba lucha contra no pocos desafíos y demonios simultáneamente. Un Partido Comunista fortalecido será una garantía para enfrentarlos con acierto.

Randy Alonso Falcón

Randy Alonso Falcón: Periodista cubano, Director del portal web Cubadebate y del programa de la Televisión Cubana “Mesa Redonda”. Cursa el Doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad de La Habana. Correo: [email protected] En Twitter: @RandyAlonsoFalc.

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