Voy a comenzar este artículo recomendando el libro de Cristina Martín Jiménez, periodista de investigación, titulado Los amos del mundo al acecho que yo he llamado titiriteros, porque generan cuentos de Walt Disney y no realidades.
La gente adulta e inteligente ya no les cree más. Ella escribe, según consta en su resumen, que en las reuniones secretas de Bilderberg se decide el destino del mundo. Si no tienes el honor de ser invitado simplemente no existes, no eres nadie. El objetivo del Club es acabar con nuestras libertades personales y manipularnos mediante un único gobierno mundial establecido en la ONU. ¿Cómo es posible que Google, Nokia, Coca-Cola o el FMI puedan cambiar nuestras vidas? En este libro políticamente incorrecto, Cristina Martín Jiménez desvela las últimas mentiras fabricadas por los «bilderberges» para mantener a la población atemorizada y, como consecuencia, controlada.
Con raíces en 1948, con el movimiento europeísta y el Congreso de La Haya, se crea el Club Bilderberg, en 1954, con el pretexto de de unir a los países y asegurar la paz, pero que resultó ser una estructura de poder que ha dominado y planificado, durante 60 años no sólo guerras que estamos viendo, sino lo que se ha dado en llamar la revolución de la tercera guerra mundial que hoy padecemos todos. Pero el hecho inicial es que esta organización ultrasecreta pone en conexión a todos los poderosos que ya estaban en el mundo, pero que no querían disminuir su poder, sino universalizarlo. Así se crean la ONU, el Banco Mundial Internacional y otras malas yerbas.
Para ello estudian la ciencia del comportamiento humano, que ya era carrera iniciada en la Escuela de Chicago, para dominar los medios de comunicación mundiales mediante sobornos financieros, con lo que van cercenando al verdadero periodismo independiente y aquellos que no se someten son asesinados, como vemos hoy mismo en Colombia, en EEUU y otros lugares. La comunicación se hace global o se unifica mediante la mentira, escrita, oral, televisiva y el cine incluido. Ocurren muchas cosas, pero se miente sobre ellas o se ocultan, según la conveniencia de los amos del mundo. Para lograrlo se requiere el dominio de la ciencia de la comunicación.
El Sr Rockefeller, financia todo lo necesario, tanto el arte, las universidades, la educación, los medios y a las empresas poderosas. Los del Club Bilderberg son los consejeros de la industria, los remedios, los alimentos, del agro, de la exageración de los efectos del cambio climático, de la conspiración de intereses (bancos, guerras, producción, vacunas, aborto, feminismo, reducción de la población mundial y cuanta teoría les surta el efecto deseado) El pueblo sin atributos, de Wendy Brown, es otro libro que recomiendo para que todos podamos darnos cuenta de que nuestros gobiernos son esclavos del Nuevo Orden mundial, sin que puedan evitarlo salvo que gocen de la protección de otras potencias y que forman apenas una decena de países libres y sin deuda externa.
El FMI tiene que someter y esclavizar a la humanidad para apoderarse del territorio y sus riquezas, sacando provecho a un personal menos costoso y especializado. Este poder no es público, sino secreto e invisible. Es un teatro donde sólo se ven los gobernantes títeres. El Vaticano es parte de ese poder. La prueba es que Alberto Fernández, acompañado por gente confiable de los amos del mundo, como Martín Guzmán, elogiado por Stiglitz, del partido demócrata de EEUU.
Todo habla de que no habrá disminución en la deuda del FMI y pagaremos todo sin mirar a quién, sin distingos, absolutamente todos. Algo injusto que se repite y repite hasta que acaben con todos nosotros. Quiero pensar que resistiremos a eso y a lo que se viene. Ya no somos tontos, ya sabemos cómo vienen las mentiras unas tras otras. Primero fue mentira lo de Obama, que sería como un caballo de Troya, pero su poder no llegó a las expectativas. Sabemos que se mete miedo al mundo con pandemias, otras mentiras con buenos resultados. Fueron muchas las pestes que trajeron para asustarnos, la gripe A, el Ébola, ahora un virus que surge de comer murciélagos en China, pero otros dicen que fue creado en los laboratorios de EEUU. Ya no saben qué decir para aterrorizar al mundo, que ya no cree nada. El cambio climático creado por el hombre, pero lo que se pretende es unificar religiones, detrás de la madre tierra. El nuevo dios global, como religión.
España llega tarde al Club, porque con Franco no había injerencia extranjera, sino país soberano. Una vez liberados de él, la quieren dividir o desmembrarla como partes de una patria. Alemania y Francia, los países Bajos, una Unión Europea muy rara y dominada por quien la creó, con un euro también creado para servir a las finanzas de los amos del mundo.
Amazon, Google, Microsoft, tratando de dominar el espacio y explotar su mineralización, se cuenta que conocen y tratan con extraterrestes. El mundo idiotizado por los chats de los artefactos electrónicos y celulares resulta violento, con perros que pasean por veredas por una correa sostenida por sus dueños, mientras se ignora a los niños que duermen en las calles. Personas con hijos abúlicos, porque el celular no les brinda calor sentimental.
Todo es conectarse a un aparato, no hay sentimientos en este mundo. Seguiremos o no, señores Alberto Fernández y elegidos por Ud. El pueblo no espera, ni se engaña. Tiene poco tiempo para seguir tolerando la barbarie de los amos del mundo.
La droga, la violencia, el alcohol y la adrenalina, muy pronto convertirán el país, en un infierno. Recapaciten señores, yo los voté… pero no soy ciega… ni sorda… ni muda… ni me planchan el cerebro con celulares ni con los medios globales de difusión mentida o silenciada. Por otra parte, el Club Bilderberg ha perdido a Rockefeller, y se ha quedado sin líderes. Kissinger está por caer y Obama es un fracaso, no puede formar líderes jóvenes, el breixit británico les ha caído muy mal. Esperemos que el poder secreto continúe cayendo.
Todos los presidentes de EEUU han sido puestos por Bilderberg, que ha gobernado para la élite, salvo Kennedy y Donald Trump, a quien el pueblo votó y respalda. Es posible que caiga el poder de este Club perverso e inhumano, porque los líderes no se fabrican, lo son o no. Hillary Clinton fue un fracaso y Obama resultó un lobo con piel de cordero. Ojalá esto sea el final del poder mundial. No toleraremos pagar la deuda completa nuevamente. Alberto, sólo piénselo.
Norma Estela Ferreyra
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