El futuro del Mercosur, en manos de Jair Bolsonaro y Mauricio Macri

La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil aumenta las posibilidades de que el Mercado Común del Sur (Mercosur) sufra transformaciones; la unión aduanera es un obstáculo. Al Igual que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, Bolsonaro busca que el bloque regional establezca acuerdos de libre comercio con países industrializados.

Todo parece indicar que pronto habrá cambios en el Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). El triunfo de Jair Bolsonaro en la elección presidencial de Brasil terminó por despejar el camino para realizar transformaciones en el bloque regional. El papel de Brasil y Argentina —las dos economías más grandes de América del Sur— será decisivo para echar abajo la unión aduanera y, con ello, dar paso a una zona de libre comercio.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pide concluir cuanto antes acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea

 El Mercosur constituye una ‘camisa de fuerza’ para las aspiraciones tanto de Jair Bolsonaro como del presidente de la República Argentina, Mauricio Macri, quien asumió la presidencia pro tempore del Mercosur durante la LIII Cumbre de Presidentes realizada en Montevideo (Uruguay). Ambos mandatarios consideran que sus países perdieron peso en el escenario internacional a lo largo de los últimos años.A su juicio, los ‘gobiernos progresistas’ impidieron la internacionalización de sus economías a través de políticas que respondieron más a una ideología condenada al ostracismo, que a principios de mercado. Para alcanzar el objetivo de posicionar a Brasil y Argentina en la primera línea de la economía mundial, los planes de Bolsonaro y Macri consisten en profundizar el grado de apertura de las economías de sus países a través de la firma de tratados de libre comercio con naciones industrializadas.

Macri se ha convertido en uno de los principales promotores de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea; las negociaciones, si bien han avanzado, no han podido dar por concluido el pacto comercial entre ambos bloques regionales. Y lo mismo sucede en el caso de Bolsonaro, el exgeneral brasileño ha dejado clara su intención de acercarse más a las potencias del Norte para volver a posicionar a su país entre las economías más dinámicas.

​Con Bolsonaro en la presidencia de Brasil, se espera un giro de la política exterior de Itamaraty mucho más sincronizada con los objetivos de Estados Unidos en el continente. De hecho, Steve Bannon, exasesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó a finales de octubre que Brasil estaba llamado a convertirse en un socio mucho más cercano a Washington: “Bolsonaro representa el camino de un capitalismo esclarecido”.

El Mercosur es un obstáculo para las ambiciones de Bolsonaro y Macri: toda vez que los intercambios comerciales operan bajo las reglas de una unión aduanera, sus miembros están impedidos para establecer acuerdos bilaterales de libre comercio con terceros países.

Los planes de ‘flexibilizar’ el Mercosur no son nuevos. El Gobierno de Uruguay, por ejemplo, ha insistido en establecer un acuerdo de libre comercio con China con el fin de incrementar sus exportaciones de materias primas (commodities). La oposición a esta iniciativa ha venido de parte de empresarios tanto de Argentina como Brasil, que temen que la firma de un acuerdo de libre comercio con el gigante asiático intensifique la desindustrialización de la región.

Pero desde el triunfo de Mauricio Macri en la segunda vuelta de la elección presidencial de Argentina, los llamados para hacer ajustes al Mercosur tomaron un nuevo impulso. Además de amagar a Venezuela con aplicar la ‘cláusula democrática’ del Mercosur y, con ello, suspender su participación, Macri alineó su discurso con la entonces mandataria de Chile, Michelle Bachelet, quien venía promoviendo la idea de tender un “puente de convergencia” entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico (conformada por Chile, Colombia, México y Perú).

El objetivo de los gobiernos de derecha del Cono Sur no es otro que “desideologizar” al Mercosur, es decir, sustituirlo por un “Mercosur económico”, lanzado bajo los principios del regionalismo abierto en la década de 1990. Acusan que el estancamiento en el proceso de integración del Mercosur obedece a que se ha convertido en un “ente político”. Sostienen que el bloque regional necesita establecer alianzas comerciales con los países del Norte a fin de recuperar el terreno perdido durante los últimos años.

Michelle Bachelet, una de las principales promotoras de hacer converger la Alianza del Pacífico y el Mercosur

Por otro lado, la Alianza del Pacífico se presenta a sí misma como un bloque de integración que funciona con pragmatismo económico. El grupo de cuatro países con gobiernos neoliberales —hasta antes de la victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 1 de julio en México— se jacta de impulsar políticas de integración regional orientadas hacia el incremento de la productividad y la competitividad internacional

​En definitiva, asistimos a uno de los momentos más críticos para la integración regional, la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil incrementa la posibilidad de realizar modificaciones al Mercosur. El exgeneral brasileño no está solo, cuenta con el apoyo de Mauricio Macri para lograr su cometido.

El primer encuentro entre ambos está agendado para mediados de enero del 2019, cuando ambos presidentes abordarán el proceso de integración del bloque regional de cuatro países. Está claro que no se discutirá sobre estrategias para fortalecer el Mercosur ante un panorama económico internacional adverso ni sobre cómo construir mecanismos de integración regional de carácter alternativo.

Ariel Noyola Rodríguez

Ariel Noyola Rodríguez: Economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Corresponsal del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research) en América Latina. Forma parte de varios Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). El Club de Periodistas de México lo ha galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Mejor Análisis Económico y Financiero.

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Sobre el Autor

Ariel Noyola Rodríguez is an economist graduated from the National Autonomous University of Mexico (UNAM). Involved in the Centre for Research on Globalization, Global Research, based in Canada. His reports on World Economy are published in the weekly magazine Contralínea and his opinion columns in the international news chain Russia Today. The Journalists Club of Mexico awarded him the National Journalism Prize in the category of Best Economic and Financial Analysis for his pieces issued in the Voltaire Network during 2015. He can be reached at [email protected]. Twitter: @noyola_ariel.

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