En agosto pasado, el candidato opositor Alberto Fernández y su compañera de fórmula, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, derrotaron al presidente Mauricio Macri con un 47.22% frente a un 32.36% de la votación.
Fue un triunfo holgado que, sin embargo, necesitó de una segunda vuelta electoral. El candidato de centro-derecha, Roberto Lavagna, quedó en tercer lugar con una votación de un 8.39 por ciento.
En las elecciones del domingo, la fórmula Fernández-Kirchner triunfó definitivamente con apoyo de un 48% frente a un 40% de Macri, por encima del umbral del 45% para poder declarar la victoria en una competencia de dos partidos, con un 96% de los votos contados hasta el lunes.
Los argentinos rechazaron la dureza neoliberal de Macri, un presidente al servicio de los intereses del capital financiero nacional e internacional a costa del bienestar general, y que hundió al país en un caos económico desde que asumió el cargo en diciembre de 2015.
La tasa de desempleo excede el nivel oficial de 10.6% registrado durante el segundo trimestre. El desempleo juvenil supera el 25 por ciento. El subempleo afecta a la mayoría de los argentinos que trabajan.
Según Trading Economics, la inflación anualizada de 2019 supera un 53% con datos actualizados hasta septiembre, y probablemente supere un 55% para fines de año.
La dureza neoliberal de Macri se intensificó después de obtener 57,000 millones de dólares de financiamiento por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio de 2018, la mayor cantidad jamás obtenida por el “prestamista de última instancia” de todos los países, una entidad con la que ningún líder político responsable debería comprometerse.
Es conocido que los préstamos predatorios del FMI vienen acompañados de condiciones inaceptables, exigiendo la privatización de empresas estatales, despidos masivos, desregulación, profundos recortes en el gasto social, congelaciones o recortes salariales, y políticas favorables para las empresas, marginación de los sindicatos y severas medidas represivas contra los pueblos en resistencia.
El FMI despeja el camino para que los banqueros y otros depredadores corporativos despojen a los países mineros de sus riquezas y recursos materiales, pasándolos de manos públicas a privadas, aplastando los valores democráticos, hundiendo a las naciones en remansos distópicos, destruyendo la clase media y convirtiendo a la gente de a pie en siervos que ganan salarios miserables.
Según se informa, el presidente electo Fernández discutirá la reestructuración de la aplastante deuda argentina con los acreedores, en gran parte odiosa, especialmente el dinero prestado por FMI, con lo cual, se abre la posibilidad de aliviar una pesada carga en hombros del pueblo.
La economía argentina está al borde del colapso. Los tiempos apremian y se requieren medidas contundentes para combatir la crisis.
El alivio de la deuda es clave, el país se encuentra en recesión profunda, la pobreza y el desempleo aumentan, millones de personas comunes que sufren del gobierno neoliberal desprecian sus derechos y bienestar.
Un comentarista señaló “que como en la novela de El asesinato en el Orient Express de Agatha Christie, casi todos (en el gobierno de Macri, los inversionistas y el FMI) participaron en la debacle económica y financiera de Argentina”.
La recuperación económica depende de sacarse de encima la abrumadora carga de la deuda externa del país.
El lunes, Telesur informó que el presidente electo Fernández
“Llegó al palacio presidencial en Buenos Aires … para una reunión con el titular del poder ejecutivo Mauricio Macri, donde se espera que los dos discutan una transición del poder potencialmente complicada mientras los mercados financieros observan de cerca”.
El 10 de diciembre, Fernández asumirá el cargo de presidente, un cambio de poder potencialmente importante en el futuro si la dureza neoliberal se mitiga o abandona, y se instaura un modo de gobernar al servicio de todos.
Los resultados electorales del domingo rechazaron las reglas del juego de Macri, exigieron un cambio de ruta, ahora Fernández debe cumplir.
En la sede del partido, agradeció a sus partidarios y dijo: “Vamos a ser la Argentina que merecemos porque no es cierto que estemos condenados a esta Argentina (en crisis)”, y agregó:
“Vamos a entrar al mundo con dignidad. ¡El gobierno está de vuelta en manos del pueblo!
El pueblo juzgará si se cumple lo prometido.
Stephen Lendman
Stephen Lendman: Investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research), es también corresponsal en Chicago.
Artículo original en inglés:
Neoliberal Macri Regime Trounced in Argentinian Elections, publicado el 29 de octubre de 2019.
Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research).
Comentario sobre artículos de Globalización en nuestra página de Facebook
Conviértase en miembro de Globalización