¿Es la pequeña burguesía la clase social que hará la paz en Colombia?

Varios hechos políticos de trascendental importancia han ocurrido en Colombia en las últimas semanas, que por mostrar procesos sociopolíticos más profundos,  han sido tratados por la gran prensa o los analistas y comentaristas adictos al régimen, sólo en sus detalles aparentes, superficiales y pintorescos vende-periódicos, con el fin de impedir a los lectores desentrañar los elementos contradictorios que subyacen en dichos procesos y que se pueda plantear una comprensión contextualizada y crítica de todo ello.

Me refiero 1  a la visita del Presidente Petro a los EEUU. 2  A la sorpresa viva del aparecimiento en los llanos del Yarí del Estado Mayor Central de la Farc-EP coordinado por Néstor Gregorio Vera ( satanizado como Iván Mordisco y dado por muerto por el régimen dominante) y al aparecimiento del frente  guerrillero Romaña en las llamadas “goteras de Bogotá”. 3 Al avance del proceso de paz con el ELN.  4 Al proceso de restablecimiento de las relaciones históricas entre los Pueblos colombiano y venezolano. ¿Cuáles son esos procesos  y cuáles las contradicciones que los mueven? Veamos:

1-La visita del presidente Petro a los EEUU, según la valoración más seria que hasta ahora ha hecho el régimen a través del diario El Tiempo en su editorial del 23.04.2023, que subestimando el publicitado despliegue del presidente colombiano en EEUU se centra en señalar, primero, “las claras sincronías en la lucha contra el cambio climático y en la promoción y defensa de los derechos humanos”; para luego, centrarse en los resultados concretos de las reuniones privadas, dejando traslucir la poca credibilidad a futuro que da la clase dominante a esta reunión y a la poca diplomacia del canciller Leyva; poniendo de manifiesto el “panorama confuso de la relación de Colombia con el principal aliado y socio comercial del país” (la piedra angular de la región del presidente Biden), e insistiendo en seguir poniendo sobre la agenda gubernamental, la prioridad de la agenda “estadounidense” y  al presidente colombiano, como a cualquier tradicional subordinado, “bajo un compás de espera dependiente de lo que suceda en los próximos meses”:

(Cito la parte del editorial) “La guerra contra las drogas, con un  preocupante aumento récord de las hectáreas sembradas en coca y la drástica caída de las cifras de erradicación. Otro ítem importante, el retorno de la democracia en Venezuela donde difieren los enfoques. Así mismo llamaron la  atención las palabras de Juan González, asesor de Biden para América Latina, en exclusiva a este diario,  sobre la eventualidad de que Washington designe un enviado especial para acompañar los diálogos de paz del gobierno Petro..…que apunta a la necesidad, varias veces planteada en estas mismas líneas, de  que la Paz Total cuente con un marco claro junto con unas reglas, unas instancias y unos mecanismos de verificación. Conviene entender que en este mensaje se sintetiza parte de lo ocurrido esta semana en Washington y es que la buena voluntad de la Casa Blanca se traduce en un compás de espera, pero todo dependerá de lo que pase en los próximos meses…” Aún no se sabe si el Presidente Petro es consciente que está bajo compás de espera del gobierno de los EEUU, durante los próximos meses de gobierno.

2- La salida de debajo de las piedras de los más de 10.000 llamados hijos de Manuel Marulanda, en las sabanas rojizas  del Yarí, Caquetá, ( aunque el comisionado Danilo Rueda dijo en una sesión del Parlamento que eran 20. 000. El Tiempo 20 abril /23) hecho sociopolítico  bastante bien relatada por la periodista del diario El Espectador, Gloria Castrillón en sus varias crónicas, que no hay duda se deben leer para tener una visión más contextualizada, https://www.elespectador.com/autores/Gloria%20Castrill%C3%B3n/ , deja ver varias contradicciones: Una, la contradicción entre el llamado “problema agrario colombiano” bastante bien estudiado, incluso actualmente super diagnosticado  y, su fusión con primer escalón de la complejísima cadena del narcotráfico global, que forma parte de la agenda gubernamental de los EEUU con su larga, costosa e inútil  “War on Drugs”. El editorial arriba comentado, nos lo atestigua.

Otra, que el famoso  secretariado vertical de las Farc-EP que pactó con el gobierno de JM Santos en 2016 en la Habana, conformado en lo fundamental por miembros de la pequeña burguesía pueblerina del complejo Urbano-Rural colombiano, ha sido totalmente reemplazado por una organización colegiada autóctona, netamente campesina, indígena y morena, en su  totalidad trabajadores. Es decir que, el proceso del llamado “postconflicto de JM Santos”, ha servido para poner otra clase dirigente en la organización guerrillera que se reclama como verdadera Farc-EP. Y poner en duda, todas nuestras elucubraciones (me autocritíco) sobre el llamado “conflicto reciclado”. No hay tal reciclamiento. Es un proceso muy propio y profundo, clandestino y por lo tanto muy difícil por el número de vidas que ha cobrado, que ha pasado desapercibido para muchos analistas, que querámoslo o no se remonta al mismo conflicto histórico social y armado no resuelto, origen de esa organización guerrillera, ampliado y profundizado. Ahí están como una realidad lacerante que nos vuelve a recordar donde estamos después de tantos engaños y perfidias oficiales, dineros derrochados en armamentismo contrainsurgente y en muertes inútiles. Están ahí con sus muchas comunidades de base, su partido comunista clandestino y su nueva versión de milicianos de sombrero marrón, dispuestos a encontrar una paz con justicia social, democracia verdadera y soberanía patria, dentro del proyecto gubernamental actual de la Paz Total; pero esta vez, para hacer lo que las organizaciones de sus bases les digan. Es una realidad imposible de desconocer por el gobierno, por el bloque de poder dominante, y por la comunidad global.

3- ¿Podrá entonces, el proceso de paz que adelanta la actual gobernanza del presidente Petro con el ELN, desconocer también esta tan contradictoria realidad en sus diálogos avanzados y acuerdos; así como dejar sin consideración las recomendaciones del asesor del presidente Biden Juan González, dadas de manera “exclusiva” al editorialista del diario El Tiempo, arriba citado?

4- Por último, con relación al otro “ítem”, el de la democracia en Venezuela, donde como dice el editorialista “difieren los enfoques” entre el Presidente Petro y el gobierno Biden ¿es acaso la contradicción entre el gobierno de Venezuela y el gobierno de los EEUU, una contradicción idéntica para el Pueblo Colombiano, como lo intentó imponer, por todos los medios, el cebado presidente Iván Duque durante sus 4 años de hambre miseria y guerra contrainsurgente?

Alberto Pinzón Sánchez

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