Estados Unidos logró que Brasil boicotee la CELAC: le ofreció entrar a la OCDE

El Gobierno de Brasil ha decidido este martes ignorar las peticiones de México y ha confirmado que no colaborará con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), integrada por 33 países de la región y sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá.

Estados Unidos ha apelado a distintas formas para apuntalar su estrategia de desmontar los mecanismos de la integración latinoamericana y caribeña: golpes de estado, estabilización de países, bloqueos y sanciones, créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), financiamiento a gobiernos de derecha para el supuesto combate al narcotráfico y al terrorismo que, en definitiva, significa recursos para la represión a los movimientos sociales y silenciamiento de los estallidos populares.

Esta vez Estados Unidos le ofreció al gobierno ultraderechista brasileño el ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), porque “el gobierno brasileño está trabajando para alinear sus políticas económicas con los estándares de la OCDE”, indicó la embajada estadounidense en Brasilia.

El canciller brasileño, Ernesto Araújo. Indicó que este hecho “comprueba una vez más que estamos construyendo una relación sólida con Estados Unidos, capaz de generar resultados a corto, mediano y largo plazo, en beneficio de la transformación de Brasil en la gran nación que siempre quisimos ser”.

Jair Bolsonaro profundiza la desintegración regional

Por su parte, el presidente Jair Bolsonaro indicó que las ventajas para Brasil de un eventual ingreso a la OCDE, son muchas, “equivale a que el país entre en la primera división; veníamos trabajando en esto desde hace meses”, dijo.

El apoyo de Estados Unidos para el ingreso de Brasil a la OCDE no es definitivo, porque deben votar los demás países miembros (en total son 36 integrantes), pero sí decisivo por su importancia.

En octubre la posición de la Casa Blanca era otra, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, envió una misiva a la organización en la que manifestaba su respaldo a Argentina y Rumania, dejando a Brasil afuera, lo que generó reclamos desde Brasilia. Pero el respaldo no era para Argentina, sino para otro de los socios-cómplices de EU, el gobierno de Mauricio Macri, quien fue desalojado del poder por un aplastante triunfo del progresista Alberto Fernández.

El pedido de los países grandes del Mercosur para ingresar a la OCDE fue impulsada por los anteriores gobiernos, en ambos casos. En Brasil, la iniciativa fue de Michel Temer y Bolsonaro la colocó en un lugar prioritario en materia de política exterior y economía. Alberto Fernández ya había señalado en enero de 2019 que “A la Argentina ser parte de la OCDE no le sirve para nada, pero le cuesta la destrucción de industrias enteras”.

El desdén a México

México, quien ha asumido este año la presidencia de la institución, se ha puesto en contacto con Brasil para que replantease su postura, después de que el año pasado dejara de participar por los “pocos efectos prácticos” de la alianza regional, coincidiendo con la dirección de la, por entonces, Bolivia de Evo Morales.

“En respuesta a la invitación de México, el Gobierno brasileño ha comunicado a la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana que Brasil no participará de los eventos relacionados con la instauración de la nueva Presidencia de la CELAC”, comunicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil.

Todo apunta a que se trata del antagonismo ideológico entre el gobierno de Brasilia y el de algunos de sus vecinos lo que ha provocado que Jair Bolsonaro haya dado la orden de salir del organismo, pues tal y como ha señalado el canciller brasileño Ernesto Araújo, existe un supuesto “horizonte comunista” que busca “estrangular” a Brasil.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por la unidad de América Latina y el Caribe

La presencia de Cuba y Venezuela en la CELAC son, han señalado los medios locales, una de las principales razones por las que Brasil ha optado por quedarse fuera, aunque oficialmente han explicado que debido “al actual contexto de crisis regional”, la CELAC “no cuenta con todas las condiciones para actuar”.

Además de reconocer la presidencia virtual de Juan Guaidó, el gobierno de Bolsonaro ha tenido una de las posturas más agresivas contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.

No se trata de la primera vez que el Gobierno de extrema derecha de Bolsonaro decide abandonar organismos regionales. En abril de 2019, alegando que se trataba de una creación del finado presidente de Venezuela Hugo Chávez para ejercer el poder de la izquierda en la región, Brasil anunció que abandonaba la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

Juraima Almeida

Juraima Almeida: Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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