Estados Unidos recibe una derrota con el gasoducto Nord Stream 2
Hace unos días se anunció el inicio de un enorme sistema de gas en Asia, en Rusia y China. Ahora vemos que un proyecto mayor está próximo, y que abastecerá a una gran parte de Europa.
Como se podrá ver, este proyecto se convirtió en una tensión más entre Estados Unidos, Rusia y Alemania, especialmente, pues el proyecto Nord Stream 2 es un duro golpe para el mercado de gas estadunidense y la controversia involucra a los opositores europeos y por supuesto al país de Trump. Este gasoducto afecta, directamente, a su poder en energéticos.
Ahora es el gasoducto Nord Stream 2. El número uno
fue hace años. Los países participantes fueron Rusia, como asistente a las reuniones de la OPEP, aunque no es miembro formal, Alemania, Austria, Francia, Bélgica y Holanda. Esto rompió con la intención de Estados Unidos de aislar a Rusia, como intentó antes con China.
Ya vimos en mi artículo de hace dos semanas que existen señales de una instalación Rusia-China, y ahora lo vemos en Europa, en una segunda fase. Con el Nord Stream 2, Estados Unidos quedó a un lado y pierde mayor espacio en la geopolítica.
Uno de los ramales del gasoducto se utilizará para suministrar el combustible directamente al mercado interno turco y el otro para transportarlo hacia Europa a través de Turquía.
El gran proyecto gasífero ha sido promovido por Rusia y Alemania, sin embargo, según Alejandr Med-védev, vicepresidente de la corporación rusa Gazprom, serán las operadoras europeas las que continuarán con la construcción del gasoducto Turk Stream en el territorio de la Unión Europea, de acuerdo con la normativa de la Comisión Europea.
Pese a las sanciones que impone Estados Unidos cuando se trata de proyectos que este país acostumbra dominar, Rusia y la Unión Europea ya analizan los preparativos en el Ártico ruso. Se hacen cálculos, empezando por la cantidad de hidrocarburo que abastecerá al gasoducto desde Bovanenkovo, en la península de Yamal. El gasoducto se construirá a través de Ucrania, Nord Stream y Turk Stream.
El proyecto Turk Stream constará de dos ramales de tubería y cuya potencia será cercana a 31 mil 500 millones de metros cúbicos por año. La tubería cruzará bajo las aguas profundas del Mar Negro.
La empresa Gazprom ha planteado a Turquía la distribución del gas por una segunda red desde ese país. La segunda se tenderá hacia Europa a través de Bulgaria y Serbia o de Grecia e Italia.
El importante y gigante proyecto energético une a las ciudades Ust-Luga y Lubmin.
La controversia se ha manifestado ampliamente, sin embargo, se beneficiarán varios países de la Unión Europea, con un sistema de gas más seguro y barato. En conjunto, estas tuberías impulsadas por una alianza entre la gran empresa estatal rusa Gazprom y firmas de Alemania, Francia, Austria y los Países Bajos, seguirán prácticamente el mismo recorrido que el primer gasoducto, Nord Stream, construido en 2011.
“Para el gobierno de Angela Merkel el controvertido proyecto permitirá saciar la necesidad alemana de encontrar una fuente que la abastezca de este preciado, aunque contaminante hidrocarburo. La primera potencia económica del continente es también el país que más gas natural consume y el que más importa –44.84 por ciento proviene de Rusia–. En 2017 la producción de gas en Alemania cayó 8.3 por ciento, una tendencia que se da en menor medida en todo el territorio de la Unión Europea y que refuerza esa necesidad con la que sus partidarios justifican la creación del Nord Stream 2.”
Independientemente del abastecimiento del gas –que duplicará su potencia actual– el proyecto Nord Stream 2, no sólo cubrirá las necesidades de una cuarta parte de lademanda total del gas natural dela Unión Europa, con los más de 50 mil millones de metros cúbicos de gas natural al año. Aquí vemos un fenómeno político más profundo.
Las manifestaciones y protestas de algunos socios europeos y estadunidenses, ya no tienen fuerza, pues la etapa de dominio por parte de Estados Unidos sobre las naciones europeas después de la Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin.
El argumento en contra es sobre una supuesta ilegalidad en el proyecto Stream 2, pero el fondo de las inconformidades es la independencia energética que la Unión Europea está logrando con relación a Estados Unidos.
Después de la Segunda Guerra Mundial las petroleras y compañías abastecedoras de gas estadunidenses sometieron por muchos años a Europa. De tal forma que no sólo se protesta por el Nord Stream 2, sino por el significado económico y político que este proyecto tiene.
El hecho de que la Unión Europea, abiertamente, deje a Estados Unidos fuera de la jugada, es un claro mensaje de que las cosas están cambiando y de que el dominio de este país está llegando a su fin. Este es un paso más, de una independencia gradual necesaria. No depender más de Washington.
Antonio Gershenson
Comentario sobre artículos de Globalización en nuestra página de Facebook
Conviértase en miembro de Globalización