Estados Unidos y Cuba: Almas canijas
La píldora suministrada por la administración Biden no apunta a los males mayores del bloqueo: nos deja con nuestras finanzas internacionales casi paralizadas, no nos permite exportar ni importar lo que necesitamos desde el mayor y más cercano mercado del mundo, nos deja intacto el calificativo cínico de patrocinadores del terrorismo con toda su carga sancionadora…
Pero es un tímido paso en la dirección correcta; si lo anunciado se cumpliera…
No deja resquicio para mover las cuentas del país, ni la industria o el comercio mayorista; más puede dar algún respiro a las familias que reciben remesas, quitar algunos embrollos a los cubanos residentes en Estados Unidos que quieran viajar a ver a sus parientes o enviarles algún dinero y abrir algunas ventanas interesadas para el sector privado en el país (intenciones reales aparte).
Pero cualquier cosa que no signifique más estrangulamiento, saña, coerción, cerco contra Cuba y su pueblo es inaceptable para la maquinaria política anticubana, los propagandistas del odio, los vividores de la palabra vil afincados en Miami.
En el delirium tremens han llamado «neocomunista» al presidente Biden, le han acusado de ser «cómplice de la dictadura» y en el mejor ataque de bilis han recitado que «las concesiones unilaterales del presidente Biden son una traición a la causa de la libertad de Cuba».
Es el mismo odio obtuso que se fue en la noche del viernes hasta Pembroke Pines para intentar impedir, infructuosamente, un concierto de Los Van Van y Habana D´Primera, por apoyar la «dictadura cubana». El mismo que el sábado, en las afueras del Versailles, se afanaba en pasarle aplanadora a unos discos de la italiana Laura Pusini mientras blandían un cartel que rezaba ‘Laura Pausini, castrista, comunista, amiga de Díaz-Canel’.
Todo mezclado; todo podrido. «El odio canijo ladra, y no obra. Sólo el amor construye», sentenció José Martí. Puede llamarse ese odio Balart, Rubio, Maria Elvira, Saavedra, Otaola o parecidos. ¿Queremos eso para Cuba?
Más hay quienes plantan cara en Miami a estas almas canijas o vienen hasta La Habana en Puentes de Amor hacia los suyos.
«Por el amor se ve. Con el amor se ve. El amor es quien ve. Espíritu sin amor, no puede ver», sentenció el Apóstol. Por eso el amor sigue siendo nuestro camino y nuestra utopía.
Randy Alonso Falcón
Randy Alonso Falcón: Periodista cubano, Director del portal web Cubadebate, el sitio Fidel Soldado de las Ideas y del programa de la Televisión Cubana «Mesa Redonda». Dirigió otras publicaciones cubanas como Somos Jóvenes, Alma Mater y Juventud Técnica. Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez en TV en 2018. Ha ganado diversos premios en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio. Correo: [email protected] En Twitter: @RandyAlonsoFalc.
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