El recién estrenado presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en un encuentro en el Palacio de Versalles calificado de ”franco y directo”, que parece abrir un nuevo momento en las relaciones bilaterales.
El visitante fue acogido con toda hospitalidad en Francia en un ambiente muy diferente a lo ocurrido hace algunos meses, cuando Putin tenía prevista una visita a París y el entonces mandatario, François Hollande, rechazó recibirlo alegando las ‘numerosas discrepancias’ en temas como el conflicto en Siria.
Tal actitud de Hollande, calificada por políticos y analistas de una gran torpeza diplomática, constituyó uno de los momentos más tensos en los vínculos, que de hecho no marcharon con buen paso durante todo el quinquenio de gobierno del político socialista.
Sin embargo, los sucesos de las últimas semanas apuntan a un posible cambio de rumbo: tras la elección de Macron como presidente el 7 de mayo, Putin lo felicitó y se declaró dispuesto a trabajar de manera conjunta y constructiva en asuntos bilaterales, regionales y globales.
La respuesta de París fue rápida y el nuevo mandatario invitó al ruso a asistir a una exposición en Versalles sobre la visita de Pedro el Grande a Francia en el año 1717, una muestra que marca los 300 años de relaciones diplomáticas entre las dos naciones.
Putin se convirtió así en el primer jefe de Estado recibido por Macron tras asumir el poder (solo dos semanas después), un detalle considerado elocuente de una voluntad política de cambio.
Así quedó evidenciado cuando, en rueda de prensa, el mandatario francés afirmó que ‘sin diálogo con Rusia no se puede actuar sobre las cuestiones más importantes’.
Aunque admitió la existencia de desacuerdos, Macron sostuvo que la verdadera prioridad es ‘cómo construir de manera concreta una acción común, pues solo así lograremos avanzar’.
De su lado, Putin se declaró ‘convencido de que los intereses prioritarios de Francia y Rusia superan los puntos de fricción’.
En este sentido, abogó por centrarse en los intereses comunes y además invitó a su interlocutor a realizar una visita a Moscú.
En correspondencia con la intención de relanzar las relaciones, Macron anunció la creación de un foro franco-ruso dirigido a propiciar un intercambio más intenso a nivel de sociedad civil, así como establecer un diálogo constructivo para continuar y profundizar los lazos.
El mandatario francés abogó por continuar los proyectos comunes en ámbitos como la economía, la ciencia, la aeronáutica y el sector aeroespacial.
Mientras, Putin defendió la necesidad de incrementar las relaciones de los diversos actores sociales, y particularmente de los jóvenes, con el conocimiento mutuo de la lengua y la cultura como base.
Ante una pregunta sobre las sanciones que mantiene Occidente contra Moscú, el visitante señaló que carecen de sentido y abogó por que sean levantadas inmediatamente.
En el encuentro, que despertó una amplia atención mediática, los dos mandatarios abordaron además cuestiones importantes del contexto internacional como la situación en Ucrania, la guerra en Siria y la lucha contra el terrorismo.
Respecto a Ucrania, ambos mostraron el acuerdo en realizar lo más pronto posible una reunión del llamado formato o cuarteto de Normandía (Francia, Rusia, Alemania y Ucrania), con el fin de propiciar una desescalada del conflicto.
En cuanto a Siria, consideraron una prioridad la lucha encaminada a derrocar las organizaciones terroristas, para lo cual coincidieron en la voluntad de unir fuerzas.
En este tema, Macron señaló que para Francia existe una línea roja referida ‘al uso de las armas químicas por quien quiera que sea’ (sin acusar a nadie en concreto), lo cual ‘será objeto de una respuesta inmediata’.
Por su parte, Putin ratificó la postura de su país frente al tema, según la cual ‘no podemos luchar contra la amenaza terrorista destruyendo el Estado’ en Siria.
Luisa María González
Comentario sobre artículos de Globalización en nuestra página de Facebook
Conviértase en miembro de Globalización