Guerra sucia en Lima: El que paga manda

Habrá que ver si la forzada renuncia del ya expresidente Pedro Pablo Kuczynski, acusado de corrupción, no altera los planes de Estados Unidos y de la derecha latinoamericana para convertir a la inminente Cumbre de las Américas del 13 y 14 de abril en un foro propicio para denostar, condenar y desestabilizar al gobierno de Venezuela.

Y es que en estos planes antivenezolanos Kuczynski jugaba un papel protagónico. De modo que, indudablemente, su ausencia restará fuerza al cónclave antichavista de Lima. Pero aún así no cabe esperar que la derecha latinoamericana y EEUU desistan de aprovechar la reunión para continuar sus esfuerzos en pos del derrocamiento de Nicolás Maduro.

Esos esfuerzos van muy adelantados. Ya están trabajando en ellos el U.S. State Department a través de la tenebrosa Freedom House, la que ha subcontratado a la organización ultraderechista Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad), a fin de tripular los llamados eventos paralelos, ya convocados, en los que participarán supuestas organizaciones de la sociedad civil que deberán cumplir el programa antivenezolano generosamente financiado con dinero estadounidense (algo más de un millón de dólares) que eroga la tristemente célebre National Endowment for Democracy (NED), que, como bien se sabe, es una organización fachada de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU.

Estos datos sobre el financiamiento de los eventos paralelos a la Cumbre no son por supuesto, un infundio. Se encuentran en la mismísima convocatoria de la Redlad disponible en internet: http://blog-redlad.blogspot.mx/2018/03/caminohacialacumbre2018-redlad.html.

Con ideología ultraderechista y dinero de EEUU no cabe esperar de esos “eventos de la sociedad civil” deliberaciones equilibradas y análisis imparciales sobre la situación política, social y económica de Venezuela. Lo esperable naturalmente es una nueva retahíla de calumnias, noticias falsas y mentiras, como elementos típicos de la guerra psicológica y la propaganda negra utilizadas desde hace 20 años contra Venezuela.

Con las jugosas asignaciones monetarias de la NED, la Redlad ha formulado un programa denominado “Participación de la Sociedad Civil en la Cumbre de las Américas (Pesca), proyecto creado en 2017, cuya tarea será coordinar el concierto antichavista ordenado y diseñado por Washington.

Ni Freedom House ni Redlad, desde luego, se reconocen como organizaciones mercenarias y ultraderechistas. Se presentan como entidades sin fines de lucro y activistas en pro de la democracia y el respeto a los derechos humanos.

Pero es bien sabido que Washington no regala su dinero. Que lo invierte en el fomento y la protección de sus intereses económicos y geoestratégicos alrededor del mundo. Y es igualmente bien sabido que el derrocamiento del gobierno venezolano está entre los mayores intereses económicos y geoestratégicos de EEUU en la hora actual.

No es fácil, desde luego, que el ciudadano común pueda discernir la verdadera naturaleza imperialista de Freedom House y Redlad bajo el ropaje engañoso de sus nombres y declaraciones públicas. Pero ayuda a desnudarlas conocer que su vida y actividad dependen del poderoso y rico mecenas llamado EEUU. Porque los retruécanos verbales y los ropajes engañosos no pueden ocultar a los ojos de los pueblos la verdad contenida en el clásico proverbio “el que paga manda”. Y si Washington paga, pues Washington manda.

Miguel Ángel Ferrer

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