El segundo Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional abre hoy en China con la premisa de impulsar el proyecto con solidez a partir de las experiencias ganadas desde su lanzamiento en 2013.
Hasta el sábado delegaciones de 150 países y 90 organizaciones globales intercambiarán puntos de vistas, expondrán vivencias y debatirán sobre los logros, desafíos y oportunidades de una iniciativa llamada a crear una comunidad con intereses, destino y responsabilidad compartidos bajo la estrategia de ganar-ganar.
La cita arrancará este jueves con 12 subforos dedicados a varios temas, incluido uno exclusivo con 800 empresarios, pero todos estarán enfocados en el desarrollo futuro del proyecto con alta calidad.
Intervendrán en esos eventos autoridades chinas, de las naciones y organismos invitados, además de académicos.
Mañana será la apertura oficial a cargo del presidente anfitrión, Xi Jinping, y luego encabezará una mesa redonda con los jefes de Estado o Gobierno de Rusia, Austria, Azerbaiyán, Belarús, Brunei, Cambodia, Chile, Chipre, República Checa, Djibouti, Egipto, Etiopía, Grecia y Hungría.
También estarán los de Indonesia, Italia, Kazajastán, Kenya, Kirguistán, Laos, Malasia, Mongolia, Mozambique, Myanmar, Nepal, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Portugal, Serbia, Singapur, Suiza, Tayikistán, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Uzbekistán y Vietnam.
Ese espacio debe arrojar el sábado una declaración conjunta que resumirá lo analizado y las acciones acordadas por los líderes a fin de garantizar la implementación exitosa de la iniciativa.
También se espera un informe con otros consensos que emerjan de las distintas actividades colaterales de la cita, la cual China define como su principal evento internacional del año.
Según explicó el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, durante los preparativos del encuentro el gigante asiático mantuvo estrecha comunicación y coordinación con los países asistentes, en sintonía con los principios de apertura, inclusión y consultas que distinguen el plan.
Auguró que el Foro patentizará el apoyo al multilateralismo y la economía abierta, la construcción de una red de asociaciones cimentada en la colaboración equitativa y nuevos mecanismos encaminados al progreso de los estados miembros de la Franja y la Ruta.
Algunas voces de Occidente en los últimos tiempos critican el proyecto al indicar que crea trampas de deuda, pero Beijing niega esos argumentos y enfatiza en que no impone ningún plan de cooperación, pues aquellos propuestos se aprueban de común acuerdo entre los participantes.
La Franja y la Ruta de la Seda se inspira en antiguos trayectos comerciales de China y persigue enlazarla a numerosas naciones mediante una gran plataforma de intercambios, infraestructuras modernas y políticas coordinadas que conlleve al crecimiento equilibrado del planeta.
Por tanto, se trata de construir una senda de paz, prosperidad, apertura, innovación y civilización con base en asociaciones que analicen y resuelvan cualquier diferencia en el diálogo, en vez de la confrontación.
Según la propuesta inicial, con una inversión escalonada de un billón de dólares el corredor va desde el gigante asiático hasta Rusia y Europa pasando por Asia Central, mientras que la Ruta marítima tiene el mismo punto de partida pero su destino final es África.
Sin embargo, la iniciativa sumó a Latinoamérica y al Caribe a través de un parque industrial en la sureña provincia de Guangdong y ubicado de forma estratégica dentro de la zona de libre comercio de Hengqin, cercana a las regiones administrativas especiales de Macao y Hong Kong.
La Franja y la Ruta augura ventajas para todas las partes, pretende eliminar trabas al comercio, la integración financiera y el reforzamiento de los lazos comerciales entre los territorios participantes.
Asimismo, debe impulsar en cierto grado la materialización de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas para 2030.
Yolaidy Martínez Ruíz
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