La importancia de las protestas

“Nunca dudes que un pequeño grupo pueda cambiar el mundo. Verdaderamente eso es lo único que lo ha logrado” palabras de la famosa antropóloga estadounidense Margaret Mead. De hecho ha sido así, en sus inicios las protestas o paros masivos han comenzado por un pequeño grupo.

Muestra de ello fueron 5 mujeres en Bolivia a fines del 1977. Corría la dictadura militar del General Hugo Banzer Suárez, Domitila Barrios Chungara junto a 4 mujeres mineras iniciaron una huelga de hambre. Se le unieron los sacerdotes Luis Espinal y Xavier Albó, en poco tiempo 1500 personas y en los próximos meses se multiplicaron por miles. Al régimen militar no le quedó otra opción salvo claudicar en favor de la democracia. Lograron doblegar la dictadura y comenzar una verdadera democracia.

Las protestas grandes o pequeñas rompen con la rutina de la automatización que nos imporne el capitalismo. Empuja contra la subordinación. Envía mensajes poderosos a los de “arriba” como decirles que votar en elecciones presidenciales no es suficiente, sino que la democracia se hace también en la calle, en los barrios y en las ciudades. Denuncian las injusticias y hacen llamados colectivos a la conciencia, educa, orienta y llama la atención sobre un problema, puede cambiar la toma de decisiones de los gobernantes y empresarios como fueron los intentos de los proyectos de un gaseoducto e incinerador en Puerto Rico.

Las protestas pueden ayudar a minimizar el miedo debido a que los manifestantes se sienten apoyados mutuamente, no se sienten solas. Las acciones de grupo y solidarias por una causa justa nos pueden hacer concientes de que no somos islas, sino parte de un todo que nos une con nuestros semejantes, con la naturaleza y la humanidad. También cuando se optienen logros o cambios podemos experimentar que unidos somos más fuertes.

A veces se logran cambios parciales pero a la vez son pasos significativos que deben considerarse desde el punto de vista histórico. Las masivas protestas del movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa) en EE.UU contra la brutalidad policiaca ha modificado las políticas de las fuerzas del “orden”, aunque todavía falta mucho por hacer porque el capitalismo es por su propia naturaleza racista. Otro paso significativo de las protestas pacíficas fué la “Primavera Arabe” en el 2011 en el Medio Oriente estremeció, sin ninguna violencia de los protestantes, los cimientos de los dictadores.

La clase dominante por medio de la prensa corporativa tiende a descalificar con comentarios sarcásticos y menos preciando las protestas cuando son pequeñas pero cuando crecen tiemblan. Otros dicen que son una pérdida de tiempo, que son violentas pero la historía universal demuestra lo contrario como los ejemplos antes mencionados, tambien pueden ver nuestro artículo donde mostramos muchas protestas mundiales exitosas y no-violentas: “El poder de las protestas”.

Para los que no participan en protestas puede que les preocupe la violencia. La violencia puede venir de unos sectores de los manifestantes así como de opositores o de las mismas autoridades. Incluso hay infiltrados enviados por el gobierno o empresarios opuestos a las manifestaciones. Personalmente hemos participado en muchas protestas pequeñas y masivas desde comienzos de los años 80 y la mayoría no ha desembocado en violencia. Lo que si hemos observado que muy frecuentemente la represión viene de parte de los gobernantes por medio del ejército o la policía. El año pasado participamos en una manifestación pacífica en Ramallah, Palestina, en contra de la visita de Donald Trump y sin ningun motivo y provocación el ejército israelí nos atacó con gases lacrimógenos y balas de goma.

Cuando ocurrió el colapso financiera mundial del 2008 que tuvo su epicentro en EE.UU y afectó a muchos paises entre ellos Islandia, el pueblo protestando por todos los medios pacíficos llevó a la justicia a los banqueros y políticos corruptos. El pueblo fué mas lejos, el Fondo Monetario Internacional le ofreció préstamos para rescatar el país de la crisis, pero tuvo que negociar en igualdad de condiciones con los islandeses. Hoy Islandia es una de las economías más estables.

En suma, las protestas organizadas y pacíficas son importantes porque pueden cambiar las pseudodemocracias como en el caso de Bolivia, ejercen presión y pueden cambiar decisiones de las autoridades políticas y financieras, eliminar legislaciones racistas, homofóbicas, el prejuicio de clase, educan, llaman la atención colectiva sobre un problema que afecte a una comunidad o país. Como dicen: “¡En la unidad está la fuerza!”.

Roberto Torres Collazo

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