La política en Estados Unidos: Saquen a los payasos porque el circo está en la ciudad

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No se moleste, ya están aquí, actuando en la pista central debajo de la carpa propiedad y operada por The Umbrella People.

Trump, Biden, Pence, Harris y los payasos a su servicio, Pompeo, Michelle Obama, et al., actúan a diario bajo la protección sombría de un paraguas. Para The Umbrella People dirigen un circo de tres pistas, y aunque sus payasos salen de pequeños autos por separado y, actuando como enemigos, arrojándose chorros de agua para deleite del público, provocando risas estridentes y generando seria atención, todo es parte de un mismo programa, trabajan para los mismos jefes.

Lamentablemente, mucha gente piensa que este circo representa el mundo real y que los payasos no son proxenetas aliados que sirven a los intereses de sus amos, cuando en realidad son enemigos.

Los Umbrella People son los magnates que poseen los estudios para ofrecer show; algunos los llaman el “gobierno secreto”, el “Estado profundo” o la élite del poder. Llevan un negocio ilegal de protección, así que me gusta usar un término que ponga de relieve su método para asegurarse de que la luz del sol de la verdad nunca llegue a quienes se resguardan bajo el paraguas. Producen y dirigen el circo diario que es el “espectáculo americano” (‘American Spectacle’), la película que pretende entretener y distraer a la opinión pública de un  espectáculo paralelo que se desarrolla fuera de la carpa, el lugar donde millones de personas vulnerables son abusadas y asesinadas.

Y aunque el espectáculo secundario es el verdadero evento principal, son pocos los que prestan atención, ya que sus ojos están fijos en la pista central donde se enfocan las luces.

El escritor francés, Guy Debord, lo llamó la “sociedad del espectáculo”.

Desde hace muchos meses, todas las miradas se han volteado hacia el programa de propaganda de la COVID-19 con Fauci y Gates, y sus portavoces de los principales medios de comunicación corporativos, quienes asustan a la audiencia inconsciente y la vuelven sumisa. Así, la transformación del “Gran Reinicio Global”, liderado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), Wall Street, el Fondo Monetario Internacional, et al., pueden avanzar sin problemas.

Los corazones se llenan de emoción al ver al amante de la guerra, Joe Biden, salir como Lázaro desde la tumba para anunciar su elección de un compañero de fórmula vicepresidencial enmascarado que hará eco de sus pronunciamientos.

Y la estrella de la carpa, el presentador de la telerrealidad Trump, delicadamente peinado, alrededor de quien gira el espectáculo, provoca respuestas de indignación mientras interpreta el papel de cómico malvado.

Tal cual Punch y Judy.

Joe Biden es presentado por los medios de comunicación corporativos como un político “pacifista” y “archienemigo” del presidente Donald Trump

Mientras tanto, los principales medios de comunicación corporativos advierten sobre hitos virales oscuros, advertencias electorales y tormentas que se avecinan. El mundo tal como lo conocemos está llegando a su fin, nos recuerdan a diario.

El último meme contiene una pizca de verdad, ya que no solo el mundo tal como lo conocemos puede estar llegando a su fin, sino el mundo mismo, incluida la vida humana, ya que los payasos comienzan un holocausto nuclear mientras todos se divierten.

Mientras tanto, el circo avanza, lejos y fuera de la mente, pasan cosas:

Con más de 400 bases militares equipadas con armas nucleares que rodean a China, el ejército de Estados Unidos apuntala su cerco y el gigante asiático entra en un “Estado de sitio”.

Estados Unidos realiza ejercicios militares con el Carrier Strike Group (CSG 5) de Ronald Reagan en el disputado Mar de China Meridional. Estas “operaciones de defensa aérea marítima” de Estados Unidos cerca de China continental son parte de una estrategia orientada a aumentar los ejercicios militares estadounidenses en el área.

El secretario de Defensa norteamericano, Esper, anuncia que Estados Unidos está retirando tropas de Alemania, pero las acerca a la frontera rusa para que sirva como un elemento de disuasión más eficaz contra Moscú.

Rusia dice que considerará cualquier misil balístico dirigido a su territorio como un ataque nuclear y responderá de la misma manera, con armas nucleares.

Aunque Estados Unidos no está formalmente en guerra con ningún país africano, un nuevo informe revela que Estados Unidos tiene fuerzas especiales operando en 22 países de este Continente, 29 bases y 6,000 soldados, con un enorme centro de drones en Níger cuya construcción costó más de 100 millones de dólares y se espera que alcance costos operativos de más de 280,000 millones para el año 2024.

Estados Unidos continúa su asalto a Siria, además de sus operaciones militares directas, mediante el despliegue de representantes kurdos en el noreste de Siria para proteger los campos petroleros que están robando al gobierno de Siria, un plan tramado desde hace mucho tiempo. Estados Unidos dice que su estrategia consiste en hacer que ISIS no logre acceder a un valioso flujo de ingresos. El mismo ISIS que usaron para atacar al gobierno sirio en una guerra de agresión.

Un nuevo documento expone el plan de Estados Unidos para derrocar al gobierno socialista de Nicaragua a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), una organización tradicional de cambio de régimen estadounidense y fachada de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

Mientras tanto, en Bielorrusia, un lugar que la mayoría de los estadounidenses no pueden localizar en un mapa, hay otra “revolución” de colores en marcha.

Continuando su guerra contra Irán y Venezuela por otros medios, la administración Trump se apodera de los petroleros iraníes que transportan combustible a la nación latinoamericana.

“Algo pasará con Venezuela. Eso es todo lo que puedo decirte. Algo estará pasando con Venezuela”, dijo Trump en una entrevista con Telemundo en julio pasado.

Y, por supuesto, se deja que los palestinos sufran y mueran mientras apoya a Israel en sus políticas despóticas en el Medio Oriente.

La lista sigue y sigue mientras Estados Unidos bajo el gobierno de Trump continúa librando la guerra por múltiples medios a lo largo y ancho de todo el mundo. Pero sus seguidores lo ven como un presidente pacifista, porque estas guerras se llevan a cabo a través de sanciones económicas, operaciones especiales, drones, terceros países, etc.

Pero de vuelta a la pista central, los dos candidatos a payasos presidenciales mantienen entretenida a la audiencia mientras se disparan agua entre sí. Trump, que ahora preside todos los eventos que acabamos de enumerar, y Biden, que apoyó con entusiasmo las guerras estadounidenses contra Irak, Afganistán, Siria, Libia, etc.

Los seguidores de Obama y Biden, de igual manera, ven a sus ídolos como líderes pacifistas. Esto es aún más absurdo.

¿No te gusta la farsa?

Además de ser un ferviente defensor de la invasión de Irak en 2003 como senador, Biden, como vicepresidente de Obama durante ocho años, secundó y promovió todas las guerras de Obama envueltas en propaganda “humanitaria” para hacer a un lado el derecho internacional y mantener callados a sus partidarios liberales.

Desde Bush II, hubo una verdadera apuesta por la guerra que utilizó las grandes fuerzas militares de Estados Unidos para invadir Afganistán e Irak con falsas pretensiones, es decir, mentiras, Obama y su compinche Biden aprendieron a armar y financiar a miles de yihadistas islámicos, dirigidos por la CIA y las Fuerzas Especiales, para hacer el trabajo de manera más circunspecta. Expandieron y crecieron el Comando de África de los Estados Unidos (US AFRICOM) a lo largo de toda África. Avalaron un plan de actualización tecnológica de sus armas nucleares por 1 billón de dólares (que continúa bajo el gobierno de Trump). Desarmaron a sus seguidores que, en todo caso, querían mirar para otro lado. Fuera de la vista y de la mente, Obama y Biden continuaron la “guerra contra el terror” con drones, mercenarios privados, “revoluciones de color”, etc. Ellos hicieron la guerra contra 6, 7 -quién sabe cuántos- países.

George W. Bush, expresidente de Estados Unidos

Una excepción a las guerras secretas fue el asalto abiertamente salvaje de la administración Obama a Libia en 2011, bajo las mentiras de una legitimidad moral imperial. “Para salvarte, te destruiremos”, eso es lo que le hicieron a Libia, un país que todavía se encuentra en ruinas y caos. Su secretaria de Estado, igualmente sedienta de sangre, Hillary Clinton, “dejó salir al gato de la bolsa” cuando se mofó y aplaudió alegremente el brutal asesinato del líder libio Muammar Gaddafi con las palabras: “Vinimos, vimos y él murió” (Risas).

Después de que Libia fuera destruida con un saldo de montones de muertos en una guerra ilegal e inmoral financiada con 2,000 millones de dólares del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Joseph Biden se jactó de que Washington no había perdido “una sola vida” y que esa guerra era una “receta para lidiar con el mundo a medida que avanzamos”.

Biden fue el testaferro de Obama en Irak, la guerra por la que votó en 2003, y escribió un artículo de opinión en 2006 en el que exigía la balcanización del país en tres partes: una chiíta, una sunita y una kurda.

Cuando Obama lanzó 48 misiles de crucero y más de 10,000 toneladas de bombas sobre Siria en 2016, matando a más de 100 civiles, un tercio de ellos niños, el vicepresidente Biden se mantuvo orgulloso de haber apoyado la acción.

Cuando Estados Unidos lanzó el golpe sangriento en Ucrania en 2014, Biden, por supuesto, estaba de acuerdo.

Pero se nos dice que Trump y Biden son “archienemigos”. Uno quiere la guerra y el otro quiere la paz.

¿Cuántos estadounidenses votarán por estos payasos en noviembre? Son realmente testaferros de The Umbrella People, la gente del dinero que utiliza a la CIA y otras fuerzas encubiertas para llevar a cabo sus actividades de crimen organizado.

Como dijo C.S. Lewis en su prefacio a “Cartas del diablo a su sobrino” (‘The Screwtape Letters’):

El mal mayor no se comete ahora en esas sórdidas ‘guaridas del crimen’ que a Dickens le encantaba pintar…pero es concebido y ordenado (movido, secundado, llevado y acreditado) en oficinas limpias, alfombradas, calefaccionadas y bien iluminadas, por hombres tranquilos con cuellos blancos y uñas cortadas y mejillas bien afeitadas que no necesitan que alcen la voz.

En Estados Unidos hay una democracia “de fachada”

En las elecciones presidenciales de 2016, Hillary Clinton y Donald Trump recibieron 129 millones de votos de los 157 millones de votantes estadounidenses registrados, ansiosos de creer que este sistema está sustentado en la guerra imperial auspiciada por ambos partidos.

Quizás sea una valoración generosa. Quizás muchos de esos votantes creen en el “Destino manifiesto” de Estados Unidos de gobernar el mundo y hacer la guerra en nombre de Dios. Espero que no. Pero si es así, podemos anticipar una gran participación el próximo 3 de noviembre.

En cualquier caso, todo es un circo, pero estos payasos no son divertidos, son peligrosos.

“Pero, ¿Dónde están los payasos?

Rápido, saquen a los payasos.

No te molestes, ya están aquí ”

¿No te gusta la farsa?

Edward Curtin

Artículo original en inglés:

American Politics: Send in the Clowns for the Circus Is in Town, publicado el 19 de agosto de 2020.

Traducido por Ariel Noyola Rodríguez para el Centro de Investigación Sobre Globalización (Global Research).

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