Las compañías armamentistas y la guerra en Ucrania

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Detrás de la enorme cantidad de dinero que Estados Unidos y la Unión Europea han entregado a Ucrania para tratar de debilitar a Rusia tras la Operación Especial Militar lanzada por Moscú, se hallan las enormes ganancias que reciben las grandes compañías fabricantes de equipos y armamentos.

El diario estadounidense The Hill informó que la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania entre enero de 2022 y enero de este año alcanza la abrumadora suma de 77 500 millones de dólares.

Detalla la publicación que del monto total, 29 300 millones de dólares se destinaron a la asistencia militar directa para la compra de una gran diversidad de equipos militares, incluyendo tanques, drones, sistemas de defensa antiaérea, helicópteros y lanzamisiles.

Otros 45 000 millones de dólares se asignaron a los «fondos de emergencia» cuyo objetivo es «potenciar la seguridad general» de Ucrania. El resto para otros fines como entrenamiento de soldados y ayuda a la emigración.

Hace meses, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley que facilita acuerdos de préstamo y arrendamiento de equipos de defensa con Ucrania y otros países de Europa del Este, similar a una legislación implementada contra Hitler durante la II Guerra Mundial, lo cual facilita el camino para que más armas estadounidenses lleguen a la región.

Jessica Lewis subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos-Militares declaró recientemente que “al hacer que los países se alejen del armamento ruso tenemos una oportunidad que se da una vez en una generación”.

Armamentos estadounidenses llegan como sustitutos al territorio de los países europeos que están suministrando armas de la desaparecida Unión Soviéticas a Ucrania, como el despliegue de los sistemas de defensa aérea Patriot en lugar de los S-300 que Eslovaquia entregó a Kiev.

Mientras Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, calificó la asistencia militar de Washington, como “las armas que necesita” Ucrania para defenderse de Rusia y por tanto se le continuará entregando a ese país, más artillería, vehículos blindados, misiles antitanques y sistemas antiaéreos.

Asimismo, agregó, se le dará asistencia para llevar a cabo la guerra cibernética; más intercambio de inteligencia; apoyo en la producción de municiones; ayuda en la remoción de minas y otros explosivos, así como un mayor aumento de la presencia estadounidense en el flanco este de la OTAN.

Con el objetivo de no quedarse atrás en la carrera de Occidente para tratar de destruir a Rusia, la Unión Europea ha prestado a Ucrania en el último año, 54 900 millones de euros (58 000 millones de dólares) según el Instituto Kiel de Alemania.

Esos montos no incluyen las asistencias financieras prestadas por organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que desde febrero de 2022 han movilizado 25 600 millones de dólares para Kiev, de los cuales ya ha desembolsado más de 21 000 millones de dólares.

Datos oficiales confirman el involucramiento de la Unión Europea en ese conflicto: el Reino Unido proporcionó a Ucrania 120 vehículos patrulleros Mastiff fuertemente blindados. La República Checa, obuses, tanques y vehículos pesados de combate de infantería, incluidos 56 tanques ligeros originalmente de Alemania Oriental. Dinamarca y los Países Bajos enviaron armas antitanque. Finlandia, rifles, armas antitanque y equipo no revelado.

Estonia confirmó envió obuses D-30 remolcados de 122 mm y cientos de proyectiles, Alemania, tanques Leopard-1 de las bases de almacenamiento de la Bundeswehr, mientras Australia aprobó la entrega de 20 vehículos blindados.

En esta obsesión armamentista no resulta casual que las cinco primeras empresas productoras y abastecedoras de armas del mundo sean todas norteamericanas: Lockheed Martin, Raytheon, Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics.

La investigadora Samantha Nutt de la organización humanitaria War Chile, indica que existe una estrecha relación entre el gobierno y esas compañías pues son acuerdos negociados entre ellos que se complementan de diversas maneras pues tanto directa o indirectamente crean empleos, se obtienen impuestos que a la vez impulsan la economía.

La especialista Nutt asegura que existe un circuito bien fluido entre los altos cargos militares estadounidenses, su Congreso y los fabricantes de armas que resulta de beneficio mutuo, además hace que estos últimos mantengan una influencia en la política global.

La página Open Secrets reveló que, en los últimos 20 años, el Complejo Militar Industrial norteamericano y sus filiales gastaron más de 2 600 millones de dólares en grupos de presión políticos (lobby) y su meta es conseguir hasta la mitad del presupuesto del Pentágono que alcanza  los 858 000 millones de dólares en este 2023.

Sus esfuerzos han dado resultado, ya que han captado hasta la mitad de los 14 billones de dólares asignados al Departamento de Defensa durante ese tiempo. En 2020, por ejemplo, Lockheed Martin recibió 5 803 dólares en contratos por cada dólar que gastó en hacer lobby.

Así se desarrolla el negocio de la guerra en Ucrania donde los magnates empresariales, el Pentágono, el gobierno estadounidense y las compañías armamentistas continúan enriqueciéndose a expensas de la sangre y la vida de los pueblos.

Hedelberto López Blanch

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