Los sindicatos de todo el mundo boicotean el suministro de armas a Israel

Poco después del inicio de la guerra contra Gaza los sindicatos palestinos pidieron a sus colegas de todo el mundo que boicotearan el suministro de armas a Israel. En muchos países se está haciendo caso a ese llamamiento. La lista de países crece cada día.

Cuando Israel desató su implacable guerra de venganza contra la población de Gaza, los sindicatos palestinos pidieron a sus colegas de todo el mundo que boicotearan el suministro de armas a Israel:

«Mientras Israel intensifica su campaña militar, nosotros, como sindicatos palestinos, hacemos un llamamiento a nuestros colegas internacionales y a todas las personas de conciencia para que pongan fin a toda forma de complicidad con los crímenes de Israel. Pedimos con la máxima urgencia que se ponga fin al comercio de armas con Israel, así como a toda financiación e investigación militar. Ha llegado el momento de actuar: hay vidas palestinas en juego».

Los sindicatos belgas fueron los primeros en dar ejemplo. En un comunicado de prensa conjunto pidieron que se detuvieran los envíos de armas destinados a Israel. Se niegan a contribuir a la matanza de víctimas inocentes y piden un alto el fuego inmediato:

«Los distintos sindicatos activos en el sector de la asistencia en tierra pedimos a nuestros afiliados que dejen de atender vuelos que envíen material militar a Palestina/Israel, tal y como había acuerdos y normas claras al principio del conflicto con Rusia y Ucrania.»

Muchos países siguen el ejemplo belga. La lista crece cada día.

En Estados Unidos una parte del sindicato de la industria automovilística (UAW), que actualmente libra una dura batalla para conseguir aumentos salariales, pide que se boicotee a Israel:

«Vemos con horror cómo Estados Unidos envía tropas para ayudar en una invasión terrestre israelí de Gaza. Lamentamos la pérdida de vidas civiles. Rechazamos categóricamente el apoyo de Estados Unidos al régimen asesino israelí en su genocidio en curso contra los palestinos, que ha matado a más de 7.000 personas y herido a 16.000 en ataques aéreos desde el 7 de octubre, y ha cortado el suministro de agua, alimentos y electricidad a la población de Gaza.

Pedimos a la UAW que apoye y aplique el boicot, la desinversión y las sanciones (BDS)».

En Barcelona los estibadores decidieron no permitir el envío de materiales al conflicto de Gaza. Lo hacen con el «único propósito de proteger a la población civil, independientemente del territorio. Ninguna razón justifica el sacrificio de civiles».

Los estibadores consideran una «obligación» colectiva defender «con uñas y dientes» la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Critican el hecho de que muchos países parecen haber olvidado que firmaron esa Declaración. Señalan que esos derechos humanos «se violan actualmente en Ucrania, Israel y los territorios palestinos».

Los estibadores piden un alto el fuego inmediato y soluciones pacíficas a los diversos conflictos.

El Consejo Sindical Central de la India (AICCTU), que representa a más de 600.000 trabajadores, hace un llamamiento a los sindicatos para que boicoteen el suministro de armas a Israel:

«Apoyamos plenamente el llamamiento de los sindicatos palestinos para que todos los trabajadores del mundo y sus sindicatos se unan y boicoteen la producción o carga de armas y equipos militares destinados a Israel y su brutal guerra».

En Brasil la CUT, la mayor federación sindical que representa a más de 7,4 millones de trabajadores, adoptó una resolución en la que se compromete a apoyar plenamente a los palestinos.

El Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE), el mayor del país con 75.000 afiliados, ha aprobado una resolución en solidaridad con el pueblo palestino, que incluye un llamamiento al gobierno para que «ponga fin a la venta de armas a Israel».

En Japón el sindicato ferroviario de la ciudad de Chiba (un millón de habitantes) atiende el llamamiento de los sindicatos palestinos. El gobierno japonés tiene previsto proporcionar, entre otras cosas, armas y ayuda financiera a Israel. El sindicato ferroviario quiere impedirlo: «Apoyamos de todo corazón la feroz lucha del pueblo palestino y lucharemos con todas nuestras fuerzas para derrocar al gobierno de Kishida».

En Colombia el sindicato de mineros quiere que se suspenda el suministro de todos los minerales y combustibles a Israel:

«Como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, estos acontecimientos ‘no cayeron del cielo’. El pueblo palestino lleva 56 años sometido a una ocupación asfixiante, ha visto su tierra constantemente engullida por asentamientos y asolada por la violencia.

Su economía se ha visto asfixiada, su población desplazada y sus hogares destruidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se desvanecen.

La respuesta del gobierno israelí ha sido calificada por el presidente Gustavo Petro de situación similar a la vivida en los campos de concentración nazis. Es un genocidio. Ante esta barbarie, nuestro presidente llamó ayer a consultas al embajador de Colombia en Israel.

Apoyamos plenamente estas decisiones y animamos al Gobierno a suspender el envío de carbón colombiano y de todos los metales y minerales a Israel como medida de presión para un alto el fuego inmediato, una exigencia de la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos, las iglesias y a la que nos sumamos como organización sindical.

¡Alto el fuego ahora!».

El Sindicato de Ingenieros y Metalúrgicos del Reino Unido e Irlanda del Norte (UTAW-CWU) se une al llamamiento de los sindicatos palestinos para que el movimiento obrero internacional ponga fin a toda complicidad y emprenda acciones concretas contra el suministro de armas a Israel.

En Génova (Italia) los estibadores están invitados por el Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios (Calp), que ha creado una red internacional para obstaculizar los «barcos de la muerte», a impedir la exportación de armas a Israel, como ya hicieron en el pasado con el material destinado al martirio de Arabia Saudí en Yemen.

En Polonia la mayor confederación de sindicatos (OPZZ) pide el fin de la cooperación militar con Israel.

Marc Vandepitte

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