Los terroristas del ISIS, ¿Hacia la conquista de Europa?

A través de una declaración muy fuerte, el presidente estadounidense, Donald Trump, hace pocos días solicitó a sus socios europeos recibir a los terroristas del ISIS de nacionalidad europea que actualmente se encuentran detenidos como presos de guerra por parte de las tropas de la coalición en Siria, muchos de estos junto con sus familias. La invitación de Trump fue contundente “tienen que recibirlos, son vuestros”.

De hecho, Trump ha invitado los gobiernos europeos a “recibir a sus mercenarios” (“Foreign Fighters”), ya que estos terroristas fueron apoyados y financiados por los gobiernos europeos con el objetivo de derrocar al gobierno del presidente constitucional Bashar Al-Assad. En este sentido, cabe mencionar las llamadas de apoyo del ex ministro de Relaciones Exteriores del gobierno del presidente Hollande, Laurent Fabius y otro ministro belga.

Por lo tanto, parece normal que Trump solicite a sus aliados de la OTAN al hacer que los ciudadanos, regresen a sus casas, detenidos durante las operaciones de guerra que se dieron en las regiones de Siria bajo control de la coalición, para que sean juzgados en sus países de origen o para reintegrarlos en la sociedad, esto aun no se sabe. Esta petición fue recibida con una fuerte oposición por parte de aquellos países europeos que tienen miedo de sus propias opiniones publicas, al enterarse de que el dinero que todos los años los contribuyentes entregaron a sus propios Estados sea utilizado – en realidad – para financiar terroristas y para derrocar gobiernos legítimos y por ultimo, hasta para hacerlos volver a una llamada “vida normal” dentro de las sociedades europeas.

Europa en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sin autonomía frente a Estados Unidos

El crecimiento de los movimientos populistas de carácter ultranacionalista en el continente europeo hizo difícil hasta para los gobiernos más neoliberales como Alemania lograr sus objetivos, algo que Estados Unidos conoce muy bien y que quiere utilizar para sus intereses nacionales.

A pesar de toda la retórica sobre los así mal llamados “derechos humanos”, Estados Unidos y sus socios de la OTAN podrían eliminar las sospechas de terrorismo o, de lo contrario, dejarlos detenidos para siempre en una cárcel subterránea, pero Trump quiere lanzar esta “bomba” a Europa y que los gobiernos de Berlín, París, Londres, Bruselas y Roma resuelvan esta cuestión.

Esto permitiría a Trump limpiarse la imagen publica y retomar sus “credenciales democráticas” ofreciendo a los terroristas una “tremenda oportunidad” para el futuro, dejando sus destinos en las manos de los gobiernos europeos. Como alternativa, Trump amenaza vía Twitter sobre la posibilidad de que estas personas puedan ser entregadas por parte de las autoridades militares para que “vuelvan en Europa”, junto con sus cargas de odio y fanatismo, volviéndose así un peligro para la seguridad interna de la Union Europea. Una espada de Damocles que no solo va contra la seguridad interna de los países europeos, si no también contra el euro como moneda y por ende, a favor del dólar.

Sobre esta cuestión la Unión Europea se encuentra frente a una decisión sin precedentes, aceptar la petición de Washington y, como siempre, doblarse ante el águila fascista del Norte, tomando en carga estos elementos, con todos los problemas que estos provocarían; o de lo contrario, permitir que Estados Unidos libere a los mercenarios, arriesgándose de que al regresar a sus países de origen puedan organizar ataques terroristas.

Ahora, si queremos decir toda la verdad, ninguno tiene las manos limpias de sangre, Estados Unidos como también los países miembros de la OTAN, son culpables del doble juego en Siria, al haber apoyado por muchos años a los terroristas y al haber ocultado la verdadera esencia de éstos al entregarle el status de “rebelde” o de “oposición moderada”, cuando éstos se manchaban de los más graves crímenes de lesa humanidad contra la población siria.

Finalmente, se trata – geopolíticamente hablando – de un escenario muy grave para la UE y en favor de Estados Unidos. Trump manipula la cuestión como forma de venganza para utilizarla en el juego de presión y de amenazas que Estados Unidos conduce contra sus aliados europeos. El presidente estadounidense entiende la terrible reputación que tiene su país en el exterior, por lo tanto, no le importan para nada las personas que lo han acusado cínicamente de permitir a los terroristas regresar a Europa.

El presidente norteamericano siempre puede decir que Estados Unidos no tienen el control total sobre sus aliados y no son capaces de enviar tropas para monitorear para siempre sus estructuras de detención. Básicamente, Estados Unidos dice que estos terroristas ya no son su problema y tampoco su responsabilidad, y que la UE puede tomarlos en custodia en forma responsable o, si no, éstos encontraran -de cualquier forma- la manera de regresar a sus países de origen.

El presidente estadounidense , Donald Trump, quiere la desintegración del Viejo continente

Estados Unidos, están trabajando de manera oculta para favorecer la difusión del sentimiento populista, ultranacionalista y fascista contra los gobiernos europeos, unos cuantos meses antes de las elecciones europeas que, por cierto, se darán en mayo de este año, con el objetivo de llevar la contra al gobierno alemán.

La administración Trump trabaja por un cambio hacia la extrema derecha en Europa, a una deriva revanchista e irredentista que lleve al poder movimientos y organizaciones políticos y militares de la extrema derecha en la región eurasiática; sobre la experiencia de las guerra en los Balcanes en la década de 1990 del siglo pasado, Estados Unidos quiere desintegrar la Union Europea y derrumbar el euro en la guerra con el dólar y la hegemonía en aquel continente. Pero la pregunta es: ¿Los países miembros de la UE y en particular Alemania, habrán aprendido la lección de la primera y segunda guerra mundial, qué harán al respecto?

Europa se encuentra en una fase de definiciones y debe tomar una decisión política de tremenda relevancia geopolítica, adecuarse al orden mundial que persigue Washington o si quiere seguir un camino diferente, tendrá que construir nuevas alianzas estratégicas en la región mediterránea y eurasiática, tomando en cuenta los grandes cambios que se están dando en los equilibrios mundiales.

Alessandro Pagani

Alessandro Pagani: Historiador y escritor; maestro en historia contemporanea; diplomado en “historia de México” por la Universidad Autónoma de México y en “Geopolítica y defensa latinoamericana” por la Universidad de Buenos Aires. Es analista en temas de geopolítica y política internacional del Centro de Investigación sobre la Globalización (Global Research), actualmente esta cursando un doctorado en Teoría Critica en 17, Instituto de Estudios Crítico.

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