Migrantes: Del 11 de septiembre al COVID-19

En lo que fue la tragedia del 11 de septiembre de 2001 (11-S) los trabajadores inmigrantes estuvieron ahí presentes. 20 años después, en medio de la pandemia del Covid-19, también han estado ahí, haciendo lo que mejor saben hacer que es trabajar. Por lo que podemos preguntarnos: ¿cuándo piensa el gobierno de Estados Unidos estar ahí para los inmigrantes?

Después del 11-S, las cosas cambiaron para el sistema político de los Estados Unidos. Cambió la relación entre la seguridad nacional y la forma en que el gobierno estadounidense percibe la inmigración. Bajo la consigna de la seguridad nacional, nació el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), el cual fue creado en el 2002. El 11-S fue también una excelente oportunidad para que los xenófobos etiquetaran a los inmigrantes como entes “peligrosos”. Y nacieron muchas de las políticas más punitivas en contra de los inmigrantes.

Los trabajadores que fueron esenciales para ayudar después de los daños que dejaron los ataques del 11 de septiembre de 2001, sí se usó de su ayuda pero nunca se les reconoció su importante labor. Muchos de estos trabajadores, incluso, con los años se enfermaron y otros tantos se fueron muriendo por las enfermedades que surgieron por trabajar, limpiando el desastre de los días siguientes al 11-S.

Lo cierto es que, con todo y tiempos de crisis, los inmigrantes nunca dejan de trabajar. Nomás basta con echar un vistazo a México, cuyas remesas que envían los migrantes mexicanos han establecido récords en plena pandemia de Covid-19.

Con la pandemia del Covid-19, a los trabajadores esenciales también se les usa, pero no se les reconoce la enorme labor que realizan. Los inmigrantes, sin siquiera darse cuenta, han contribuido a que la pandemia sea más llevadera para la nación estadounidense. Muchos de ellos murieron por haber cometido el pecado de ser esenciales para la fuerza laboral de los Estados Unidos, se murieron por no tener el privilegio de poder dejar de trabajar y por estar siempre al frente de la batalla.

En este vigésimo aniversario del 11-S, recordemos con mucho respeto a todas las víctimas. Recordemos con mucho respeto a los ‘aun no identificados’ (muy posiblemente, muchos inmigrantes entre ellos). Recordemos a los más olvidados, aquellos quienes son esenciales y han dado su vida ya que nunca pararon de trabajar, ni siquiera en los momentos más difíciles, llámese 11-S o llámese Covid-19.

De los sucesos del 11-S a la pandemia del Covid-19; de George W. Bush a Joe Biden, los inmigrantes siguen en las sombras. Legalizar a millones de inmigrantes indocumentados por medio de una reforma migratoria sería un acto de justicia. Sin embargo, tío Sam ni sus luces, no les ha dado ni las gracias.

Marco I. Dávila C.

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