Globalización

A pocos días de la anunciada entrada en vigor de la nueva Comisión Europea (CE), y con varios obstáculos por delante, la aceptación de la rumana Adina Valean como candidata a comisaria de Transportes parece aclarar hoy el camino.

El tema de la paridad de género en la composición de los integrantes del próximo Ejecutivo comunitario, uno de los escollos para la aprobación de la nueva jefatura de Ursula von der Leyen, fue resuelta con la designación de la política rumana.

Es evidente que las presiones del grupo de Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo rindió sus frutos, luego de las fuertes declaraciones de su presidenta, la diputada española Iratxe García Pérez, quien dijo ayer que estaban en contra de una nueva CE que rompiera con el equilibrio de género.

Aseguró que la familia de los socialistas en la Eurocámara está en contra de posibles cambios de comisarios que socaven la paridad de género lograda por la nueva presidenta del Ejecutivo, Ursula von der Leyen.

García manifestó a la prensa que su grupo dejó ‘muy claro’ que ve necesario que el compromiso de igualdad de género en la Unión Europea (UE) ‘se vea reflejado en una Comisión paritaria’, por lo que ‘es una condición’ para que apoye a la futura directiva del bloque.

La posición del S&D, con 190 miembros en el legislativo, es sumamente importante en la cercana votación conjunta ante esa instancia del Ejecutivo comunitario. Los socialistas son los únicos con representantes de los 28 Estados miembro.

Con esta elección, quedan seleccionados los tres candidatos que reemplazan a los tres rechazados por el Parlamento Europeo en la primera ronda, y se iniciará un nuevo intento de que la comisión de Von der Leyen pueda echar a andar el 1 de diciembre, aunque con un mes de retraso sobre el calendario original.

El primer equipo propuesto estaba casi equilibrado en cuestión de género, pero la balanza se movió hacia el lado masculino cuando Francia y Hungría nombraron a dos hombres como candidatos.

Si Rumanía también lo hacía, la Comisión quedaría integrada por 16 hombres y 11 mujeres, lo que activó las alarmas del grupo socialista.

Bucarest nombró a dos candidatos y Von der Leyen no dudo en escoger a Valean, quien anteriormente presidió la comisión de Medio Ambiente y que actualmente está al frente de la comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo.

Con esta decisión, la presidenta designada tomó un respiro y logró dos importantes objetivos: resolver el controvertido problema de la paridad de género y acelerar el proceso de constitución de su equipo.

Ya tiene a los tres designados, la rumana Valean para Transportes, el francés Thierry Breton para Mercado Interior, y el húngaro Oliver Varhelyi para Ampliación que, según informó la Eurocámara, podrán pasar su primer examen ante la comisión de Asuntos Legales el 12 de noviembre.

Si no se les detectan conflictos de intereses, el calendario incluye que defiendan sus capacidades ante las comisiones parlamentarias responsables de sus respectivas competencias.

Este no parece que vaya a ser un camino de rosas. El nombre que levanta más revuelos es el de Thierry Breton, por los conflictos de interés que podría despertar su actual puesto como presidente y director ejecutivo de Atos, una de las principales empresas de tecnologías de la información del mundo.

La cartera de Mercado Interior, a la que fue propuesto el economista francés, incluye competencias precisamente en mercado digital, espacio y defensa, tres áreas a la que está vinculado el gigante que actualmente preside.

No obstante, de pasar tales filtros, se intentará que el pleno del legislativo pueda votar a la comisión completa en su sesión de finales de este mes.

En suspenso queda la decisión con respecto al representante del Reino Unido en la CE, el otro dolor de cabeza para Von der Leyen, quien ayer le recordó al primer ministro, Boris Johnson, su obligación de que, ya que el país sigue siendo miembro de la UE, debe mandar a un candidato a ocupar un puesto en la nueva Comisión.

Lo cierto es que entre el necesario visto bueno del Parlamento Europeo y la luz verde que requiere la propuesta de comisario de Londres, el nuevo Ejecutivo comunitario tiene un mes de noviembre bien caliente en lo adelante.

Mario Muñoz Lozano