Regreso al intento del ataque de Estados Unidos a nuestros países

Un ataque del Norte contra nuestro territorio fue la infructuosa persecución a Pancho Villa, en el norte de nuestro país, durante la Revolución Mexicana. Fue de balde e hicieron el ridículo. Ahora vuelven a hacerlo, después de 58 años. El ataque contra Cuba, impulsado por el gobierno de Estados Unidos, de nueva cuenta, vuelve a ser totalmente de balde.

El gobierno estadounidense lanza ataques no sólo contra Cuba, sino también contra Venezuela y otras naciones que no quieran someterse. Se le olvida, por un lado, que Simón Bolívar también liberó a Colombia, Panamá, Guyana, Ecuador, y ayudó a Perú en su guerra de independencia y, por otro lado, vemos hoy casos como el de la propia Bolivia que ha ganado independencia económica.

Además, el gobierno republicano actual enfrenta una posible derrota –en las próximas elecciones–. El presidente Donald Trump se ha peleado con medio mundo; con los europeos y Canadá, por tener relación económica con Rusia o China o con los dos. Como resultado está cada vez está más aislado, aun dentro de su propio país.

En las páginas de este periódico, se habla de la condena internacional de la aplicación completa de la Ley Helms-Burton y de que es inaceptable y hasta ilegal. Con esta postura coinciden los gobiernos de Rusia, China, Canadá, Reino Unido y miembros de la Unión Europea.

No sólo de estos estados vienen la oposición a esta ley contra los ataques a Cuba, sino también, contra Venezuela. A este último país llega ayuda en alimentos, equipo y medicamentos para los hospitales, por conducto de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (la del mundo musulmán), a pesar de la oposición de Estados Unidos.

De todo esto tomemos en cuenta lo que debemos hacer al respecto. De todo lo anteriormente dicho, una gran parte no está en Estados Unidos.

Por un lado, la solución de estos problemas, depende del resultado de las elecciones próximas en territorio estadounidense, ya hemos hablado de esto. Pero, por otro, la relación comercial de México con el exterior debe ser más amplia y no sólo con el vecino del norte, en el nivel en el que lo mantuvieron los gobiernos inmediatos pasados.

Uno de los elementos de las naciones de la región para el aumento del nivel comercial futuro, es el siguiente: la población de China, Por ejemplo, implica que los posibles compradores de nuestros productos suman más de mil 200 millones de consumidores. India también tiene una población consumidora de ese mismo orden. Y tienen alrededor, muchos más probables consumidores. Todos ellos cuentan con una población 10 veces mayor que la de Estados Unidos. Por lo mismo pueden ser mucho más los posibles destinos para nuestras exportaciones.

La diversificación del comercio exterior de México se puede incrementar, en lugar de continuar sometidos en alrededor de 80 por ciento con Estados Unidos, a lo que nos condenaron los recientes presidentes pasados.

En el caso de América Latina tenemos ya algunos ejemplos económicos. Uno de ellos es Bolivia, que tiene un nivel de 5 por ciento de crecimiento, reflejado en el mejoramiento de su población. Incluso, ha ganado premios internacionales por la disminución de la pobreza y el aumento de la alfabetización.

Otra de las naciones que han remontado la presión económica ejercida por Estados Unidos y sus aliados es Cuba. El nivel económico de su población es incomparablemente más alto al que tenía antes de su revolución. Uno de los elementos que nos muestra su estatus, es la cantidad de gente que va a tratamiento médico, incluyendo jefes de Estado.

En cuanto a Venezuela, ya ha tenido un mejoramiento de la población más pobre y, a pesar de los ataques del imperio, la mayoría de sus habitantes tiene un mejor nivel de vida, contrario a las mentiras que se publican en la prensa internacional. Su producción de petróleo sigue siendo un elemento positivo para su economía.

La posible victoria del Partido Demócrata, con Bernie Sanders al frente, en las elecciones para la presidencia de Estados Unidos, obviamente, implicaría un mejoramiento para los países de América Latina.

Antonio Gershenson

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