Sanciones contra Irán, permanente hostilidad de Estados Unidos

La hostilidad del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, contra Irán sumó nuevas expresiones con la imposición de más castigos al país persa y otros pasos desestabilizadores.

Como parte de su agresiva política, la administración norteamericana anunció sanciones el 3 de septiembre contra la Agencia Espacial de Irán y dos de sus entidades de investigación.

El Departamento de Estado incluyó en su unilateral lista de castigados al Centro de Investigación Espacial y al Instituto de Investigación de Astronáutica.

Por la medida, quedaron prohibidos los vínculos con instituciones norteamericanas, y se congelaron los supuestos activos de los afectados en suelo estadounidense.

Mike Pompeo, secretario norteamericano de Estado, afirmó en un comunicado que su país ‘no permitirá a Irán usar el programa de lanzamiento espacial como excusa para progresar en los proyectos de misiles balísticos’.

Según el titular, ‘el lanzamiento por la república islámica de un vehículo espacial el pasado 29 de agosto subraya la urgencia de esa amenaza’.

Un día después de esta acción, Washington repitió su habitual procedimiento contra 16 entidades, nueve personas y seis embarcaciones relacionadas con la comercialización de petróleo del país persa.

A criterio del Departamento norteamericano del Tesoro, esos castigados integran una red que es dirigida por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, al cual Washington considera terrorista de forma unilateral.

La estructura, puntualizó el ente federal, vendió petróleo al Gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, y a la organización libanesa Hezbollah, entre otras.

Mediante esa agresión, los sancionados no tendrán acceso al sistema financiero de Estados Unidos, e igualmente sus supuestos activos en tal país quedaron congelados.

Paralelamente, las personas y entidades que ofrezcan bienes, servicios o apoyo a los perjudicados podrán enfrentar medidas similares a las comunicadas el 4 de septiembre.

Entre las empresas afectadas se encuentran Africo 1 Off-Shore y Alumnix, con sede en El Líbano; Five Energy Oil Trading (Emiratos Árabes Unidos); y Vaniya Ship Management Private Limited (India).

Aparecen además en la relación Talaqi Group y Tawafuk Ltd (Siria); Mehdi Offshore and Ship Management Pte Ltd (Singapur) y Hamrahan Pishro Tejarat Trading Company (Irán).

Como parte del grupo de individuos están los iraníes Shamsollah Asadi y Mahmud Ashtari; el libanés Ali Qasir; y el indio Alizaheer Mohammad Mehdi.

Por su parte, el listado de embarcaciones contempla a Bonita Queen, Sarak y Tour, con banderas de San Cristóbal y Nieves, Irán y Panamá, respectivamente.

También el 4 de septiembre, el Departamento de Estado ofreció hasta 15 millones de dólares al capitán del buque petrolero iraní Adrian Darya 1, antes Grace 1 y que estuvo retenido en la posesión británica de Gibraltar, por acercar al barco a cualquier país dispuesto a incautárselo.

La misma cantidad fue prometida por cualquier ‘información que permita entorpecer los mecanismos por los cuales se financia el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica y sus ramas’.

Al fallar en la piratería, Estados Unidos recurre al chantaje, manifestó el canciller de Irán, Mohammed Yavad Zarif, sobre la referida oferta.

‘Suena muy similar a la invitación de la Oficina Oval que recibí a solo unas semanas antes de que el Gobierno estadounidense me impusiera sanciones’, agregó.

Por su parte, y al parecer sin reparar en los múltiples castigos, Trump expresó el 4 de septiembre que considera posible una reunión con su homólogo iraní, Hassan Rouhani, quien descartó ese encuentro en medio de la hostilidad de Washington hacia Teherán.

En opinión del mandatario norteamericano, ‘todos es posible’ acerca de un diálogo en el contexto de la Asamblea General de Naciones Unidas a finales de este septiembre en Nueva York.

Quieren hablar, ellos desean llegar a un acuerdo, comentó Trump a reporteros en la Casa Blanca en alusión a los iraníes; como ha hecho en ocasiones anteriores sostuvo que no necesita a nadie para negociar con la república islámica y en tal sentido mencionó específicamente al presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Puntualizó que Washington no levantará las sanciones a Irán, una condición de las autoridades del país persa para conversar.

Irán ha sido blanco de castigos unilaterales de Estados Unidos, después de que Trump decidió el 8 de mayo de 2018 abandonar el pacto nuclear de Teherán con seis potencias.

Para las autoridades iraníes, quienes desconfían y rechazan las políticas del gobernante estadounidense, sería posible el diálogo si Washington regresa a dicho convenio, alcanzado en 2015. La decisión unilateral de Trump de abandonar el Plan de Acción Integral Conjunto (Jcpoa, por sus siglas en inglés) abrió un camino de confrontación marcado por las fuertes sanciones contra la nación persa.

Ese criticado paso se produjo a pesar de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la comunidad de inteligencia estadounidense y aliados de Washington señalaron que Irán estaba respetando las obligaciones del acuerdo.

Además, Trump ha tratado de buscar apoyo de la comunidad internacional a su campaña antiiraní mediante presiones a otros países para se alineen con los castigos estadounidenses y no compren petróleo de la nación afectada.

Mientras, Irán notificó el 6 de septiembre a la Unión Europea, mediante un mensaje remitido por Zarif, que abandona sus compromisos estipulados en el Jcpoa.

‘Ante la retirada de Washington y la incapacidad de tres países europeos para cumplir las promesas, Teherán abandona los compromisos en el ámbito de la investigación y el desarrollo nuclear’, indicó el texto leído por el vocero de su Cancillería, Abbas Musavi.

Irán proporcionará los detalles técnicos y operativos de su decisión al OIEA y mantendrá la puerta abierta a las negociaciones con el resto de los firmantes del tratado, precisó.

Diony Sanabia Abadia

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